Leo&Acuario

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Estabamos en casa, en mi casa. Ella llevaba varios días mal. Ninguno sabiamos que le estaba pasando y menos yo.
Ya habia hablado con Cancer para ver si ella sabía algo, son mejores amigas, se lo cuentan todo. Pero no. También a Tauro, que se podría decir que la conocía más que yo, llevaban juntos desde pequeños, pero tampoco tenía ni idea. Esto se estaba convirtiendo en una carrera y cada vez que la miraba a los ojos sabía que algo malo le pasaba por la cabeza. No sabía cómo remediar esto.
Sacarle una sonrisa ahora era una guerra invencible.
Estaba decidido a que hoy hablaría, hablaríamos. Si estaba pasando por algo no lo iba a pasar sola.

—Leo... —Me miró con cara de indiferencia —Tenemos que hablar.

Se acomodó en su asiento y observó el suelo unos segundos mientras yo seguía mirándola.

—Nada bueno viene después de esa frase —Ignoré por completo eso. Y aunque era cierto, yo no quería terminar.

—¿Cuánto tiempo va a seguir esto?

—¿De qué hablas?

—Hace varios días que te veo muy desanimada, y no solo yo me he dado cuenta. ¿Qué pasa? —Soltó un suspiro más largo de lo que yo esperaba. Esto iba a ser largo de explicar.

—Estoy bien, tranquilo—Mentira. Me pensé bastante la respuesta.

—No te creo.

—¿Qué?

—Que no te creo. No estás bien.

—Te digo la verdad, no se de que me hablas, me encuentro bien —Mentira.

—Escucha... No creo que estés bien. Antes siempre sonreías, ahora tengo que pelear para ver tus dientes. Siempre has sido muy activa y nunca te he visto estar así. Te prometo que esta conversación no es para terminar, porque no quiero terminar. Solo quiero saber que es lo que pasa.

Le cogí la mano, me miró extrañada, creo que jamás me había salido algo así. No soy nada romántico ni pegajoso. Es normal verla sorprendida ahora, yo también lo estoy.
Los ojos se le empaparon de lágrimas. Y pensé: “Nunca llora, que haré ahora.”
Y es cierto, creo que en lo que llevamos juntos solo la vi llorar una vez... Y fue de la risa.

—No lo vas a entender—. Sacudió la cabeza— Es difícil.

—Pues ayúdame a entenderlo. Estoy aquí. —Me acerqué, pero eso fue todo, solo me acerqué.

—No, Por favor. ¡Quiero que pare! —Se tapó la cabeza con las manos y agacho el rostro.
Si que no lo entiendo, ¿parar? ¿El qué?

—¿Qué? Leo. ¿Estás bien?

—No, no. No estoy bien. No se que me pasa, ¿vale? Estoy cansada de todo, y no quiero que esto moleste a nadie. Porque se que solo voy a molestar.

—No me vas a molestar. Solo quiero ayudarte.

—No puedes ayudarme. Ni yo puedo hacerlo —. Se levantó y la miré —Tengo que ir al baño.
Dicho y hecho. Fue hacia el baño y se encerró.
No la seguí, me tumbé en el sofá y miré al techo. Cómo iba a ayudarla si ni ella sabe que pasa. Cómo iba ayudarla si no sirvo para esto, si nunca he ayudado a nadie con algo así. Cancer la ayudaría más, o mi hermana. Ella es buena dando consejos, yo no. Nunca lo he sido ni lo seré.

¿Y si necesitaba ayuda psicológica? No. No sería tan difícil. Ella es fuerte.

“¡Quiero que pare!”

Parar... ¿De qué? ¿El tiempo? ¿Las cosas? ¿La vida?

La vida.

Mierda, no.

Me levanté y fui hacía donde ella había ido, seguí sus pasos casi corriendo y abrí la puerta del baño. Pensé que la había cerrado con el cerrojo, pero no. Estaba sentada en el suelo, frente a mi. El grifo estaba abierto con toda la presión posible. Ella abrazaba sus rodillas y se tapaba la cara. No hizo ningún gesto cuando entré.
¿Por qué he pensado que iba a hacer una locura?
Me acerqué y me puse de cuclillas frente a ella. Le cogí las manos y entonces me miró. Tenía la cara llena de lágrimas, solté una de sus manos y las limpié.

—No, pequeña. No llores —.Intenté sonreír, lo mismo que hace ella cuando intenta sacarme una sonrisa aún que en realidad no esté mal — Tranquila.

Le besé los labios y le aparté el pelo de la cara.

—Venga, estás bien, estamos bien. Sonríe. —No sirvió de nada, mis dotes de apoyo no son muy buenas.— Vale... Pues... Llora, yo te dejo, luego sonríe, te dejaré tiempo, no mucho. ¿Vale?

Entonces soltó una pequeña risa, la que no supe como interpretar. Me levanté y cogí su mano. También se levantó y me abrazó con fuerza.

—No te vayas.

Acaricié su pelo y besé su mejilla.




Esta pareja lo tenia todo muy bien montado, algún problema tenía que tener😌
CASI 100.000

Instagram Zodiacal -editando-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora