Parte 2

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Cierto día, Jack entró apresurado a la casa. Después de algunos segundos escuche el ruido de la puerta de la cochera abriéndose, yo estaba sentado en la sala mirando televisión, así que no le presté mucha atención. Después de 2 horas me di cuenta que Jack no hacía ruido, pensé que había salido por la puerta de atrás, fui a buscarlo por toda la casa, al final lo encontré en el almacén. Estaba sentado al costado de una caja grande, me miró asustado y se puso de pie de inmediato.

- ¿Qué haces Jack? - Le pregunté.

-Estaba jugando, vamos a mirar televisión- Dijo, mientras me jalaba del brazo hacia la sala.

En ese momento la caja se movió, regresé la mirada y salió un perro, era enorme, era un pastor alemán.

Miré a Jack y le dije - ¿De dónde lo sacaste?-

-Lo encontré en un parque, le di un poco de la galleta que tenía, pensé que su amo estaba ahí también, cuando regresé me siguió, creo que está perdido, no tiene donde dormir y tiene mucha hambre- me dijo con un gesto de tristeza.

-Papá se molestará si lo encuentra aquí-

- ¿Podemos tenerlo hasta encontrar a su amo?- Me preguntó.

-No lo sé-

-Por favor, papá no se dará cuenta- me dijo, con aquella tierna mirada que tienen los niños, que te es casi imposible decir que no.

-Está bien le dije, pero tú lo cuidarás- Le respondí.

Al anochecer, mientras cenábamos, se escuchó un ruido en el jardín, Jack salió corriendo y regreso de inmediato.

-Era el viento- dijo un poco nervioso, mientras tomaba un poco de agua.

Papá le restó importancia y siguió con su charla sobre domótica.

Al siguiente día por la tarde, después de clases, pusimos un aviso por internet y también revisamos en el pueblo, a ver si había algún afiche sobre un perro perdido. El pueblo era pequeño, así que todas las personas se conocían unos a otros.
Preguntamos a nuestros amigos si sabías a quien se le había extraviado ese perro, pero sin resultado.

Al siguiente día, por la tarde, caminábamos hacía el parque, con el perro, para jugar un rato. Encontramos a uno de los compañeros de clase de Jack.

Jack le preguntó - ¿Sabes, si alguien perdió a este perrito?
-Hace un par de semanas, vi que una camioneta blanca se estacionó cerca del parque donde siempre jugamos, un hombre bajó con un perro, le dio un poco de comida sobre la vereda, luego subió al carro y se fue, el perro fue tras él, quizá creyendo que estaba jugando, pero el carro aceleró y el perrito ya no pudo seguirlo, entonces regreso y se sentó en la vereda, en el mismo lugar donde lo habían dejado. Al siguiente día cuando pasé por ahí, el perrito seguía sentado ahí, fui a mi casa y le traje un poco de comida. Los días siguientes fue lo mismo, seguía sentado en ese lugar, yo no podía llevarlo a mi casa porque no tengo espacio para un perro tan grande- Nos contó con el rostro acongojado.

De regreso a casa, le construimos una casita de madera y cartón, la colocamos en la parte posterior del patio, Jack todavía conservaba el plato para comer de Atenea.

-Su nombre será Atom- Dijo mi hermano.

-Me gusta, pero... ¿Cómo haremos para que papá y mamá no se den cuenta que lo tenemos?-

-Lo esconderemos- me dijo Jack.

-Está bien, por las mañanas se puede quedar aquí, papá y mamá están trabajando, pero por las tarde tenemos que sacarlo a jugar y traerlo antes de cenar, luego esconderlo en su casita-

AtomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora