🍃Atender a pacientes, ser buen médico e incluso soportar órdenes, se basaba prácticamente su vida. Pero a pesar de todo eso, estar pendiente de esa persona y saber que este siempre lo trataba así por alguna razón, le daba un motivo por el cual no i...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— ¿Te sientes mejor? —preguntó JongIn, acariciando la mejilla del más bajo mientras una sonrisa pequeña surcaba de sus labios.
KyungSoo parpadeó para adaptarse a luz, aclarándose la vista para poder mirar mejor. Se quedó mirando la ventana sin ganas de iniciar una conversación, tampoco tenía ánimos de separarse de ese cálido pecho donde reposaba el rostro. Había imaginado estar así con JongIn toda su vida, con los brazos de este abrazándolo, mimándolo. Es más de lo que hubiera podido pedir.
El pecho del moreno subía y bajaba entre respiraciones cortas y suaves, y KyungSoo agradecía que el otro no le pidiera alejamiento justo en el momento en que comenzaba a quedarse dormido otra vez. Sus ojos empezaban a cerrarse de a poco, y aunque su mente le decía que mantuviera una distancia prudente con JongIn para evitar angustias, él sólo cerró los ojos dispuesto a pasar unos minutos más en compañía del moreno.
Quizás estaba siendo egoísta pero quería mantener a JongIn cerca, sólo a su lado. Sentía que podría morir si el moreno terminaba yéndose y dejándolo solo aunque sea con la excusa de ir a trabajar, y suena un adolescente encaprichado pensando aquello pero así eran sus sentimientos de fuertes e inseguros. Tampoco estaba seguro de si JongIn pensaba quedarse más tiempo o si ya quería marcharse ahora que despertó, pero algo le decía que no lo dejase ir.
Su corazón estaba siendo un problema en esos momentos, palpitando demasiado fuerte porque lo oía claro desde el exterior y lo sentía retumbar rápido. En comparación al ritmo tranquilo de JongIn, el suyo estaba desquiciado.
Para ahogar el bochorno decidió rodear las caderas de JongIn con sus brazos, aferrándose a la idea de mantener la calidez propicia del otro. Buscó consuelo con su cuerpo, hundiendo el rostro en el pecho de JongIn y vertiendo sus sentimientos con sus acciones. Poco después JongIn puso las manos en el cabello de KyungSoo y comenzó a acariciarlo haciendo que el hombre se sonrojara.
La alarma del despertador sonó cinco minutos después de que JongIn haya dejado en paz su cabeza. KyungSoo terminó rindiéndose y se apartó. No le quedaba de otra. Debía tomar distancia. Reacio y tenso se alejó se JongIn para sentarse al borde de la cama, mirando sus manos unidas encima de su regazo.
Resopló hastiado y concluyó en que debería de prepararle el desayuno a JongIn como regalo por haberle cuidado anoche, por lo menos debía agradecerle por tomarse el tiempo y descuidar el trabajo para velar su condición.
Intentó levantarse pero cierta mano lo jaló hacia atrás, tumbándolo sobre la cama. Fruto de ése movimiento brusco su cabeza retumbó de irritación, le pareció algo que sucedía cuando tenía presión alta. Sin embargo, ignoró eso último.
