🍃Atender a pacientes, ser buen médico e incluso soportar órdenes, se basaba prácticamente su vida. Pero a pesar de todo eso, estar pendiente de esa persona y saber que este siempre lo trataba así por alguna razón, le daba un motivo por el cual no i...
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Literalmente, estaba fastidiado... por no decir que tenía ganas de golpear algo... Su mejor amigo estaba jugando a Candy Crush mientras le contaba anécdotas sobre lo que hacía en su trabajo. Era poco decir que tenía los oídos al punto exacto de estallar, sin embargo él seguía haciéndole preguntas para oír su respuesta.
—¡Gané cien puntos! —gritó de improvisto y luego retomó la conversación —. Hoy analicé el útero de una muchacha de quince años, cuya virginidad la perdió hace más tres meses.
Y ahí íbamos a de nuevo... KyungSoo se frotó los ojos, cansado.
—No es profesional que vengas a hablarme sobre tu trabajo, BaekHyun — le dice sacudía la cabeza en total desacuerdo.
Estaba recostado en la cama que siempre usaba cada vez que se quedaba a dormir en casa de BaekHyun, tomándose un día de descanso porque, según JongIn, el señor Kim le había dado el día libre y este se encargaría de la cirugía de Hyeon... Algo ridículo, cabe decir porque yo me sentía mejorado... Por supuesto que KyungSoo se negó rotundamente, pero el moreno insistió duramente en que obedeciera y bueno, a él no le quedó de más que resignarse.
Luego de estar prácticamente al cuidado de su amigo en el departamento de éste —ya que no podía llegar a su casa para no darles preocupaciones a sus padres—, sus articulaciones se pusieron rígidas por el cansancio y le costaba ponerse de pies sin recibir ayuda, era un viejo inválido.
Cuando su amigo se iba a trabajar, él jugaba con el celular a una aplicación de cirugías. Pero tras darse cuenta que jugar a esos jueguitos conseguía que le doliera la cabeza y perdiera el ánimo por salvar a ese dibujo obeso de la operación, apagaba el celular y dormía hasta tarde. Sino, solía ponerse a ver por la ventana, sintiendo los párpados pesados con mayor rigidez en lugar de sentirse adormilado. La paz que lo embargaba en esos momentos siempre era interrumpida con la llegada del huracán fastidioso de BaekHyun, el cual cada vez era más molesto.
De qué me quejo, si siempre ha sido así.
Y ahí estaba soportándolo otra vez con sus anécdotas y chillidos de triunfo al ganar puntos. Kyung Soo suspiró y prosiguió a mirar el árbol de cerezos que tenía el edificio en donde su amigo estaba viviendo. Le parecía demasiado hermoso los árboles con hojas de colores, siempre que podía iba a Yunjung-no a ver las flores decorando el recorrido. Solía ir con MinSeok e incluso con Lay, sin embargo, cuando iba solo... me sentía más relajado.
