Capitulo 4.

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Narra Diego:

Entro a casa me des visto me siento un segundo en la cama para pensar que puedo ponerme para ir a casa de Will sé que es algo tonto que un chico no sepa cómo ir vestido a algún lugar , un minuto más tarde decido por uno jeans ajustados rotos por las rodillas y una playera blanca mis Converses negras y un chaleco azul y a la final salgo, mientras cruzo mi jardín empieza a llover de nuevo pero no tan fuerte , segundos después me paro frente la puerta del hogar de Will y me propongo a tocar la puerta, antes de tocar la me fijo que hay un timbre al lado de ella así que lo presiono y en seguida se abre la puerta y tras ella apareció Will, me quede un minuto embobado en sus ojos, pero regreso a la realidad cuando will me propone entrar.

Entro y espero un segundo a que cierre la puerta, unas ves dentro de la casa quedo sorprendido al ver lo linda que es la casa. Tiene muchos cuadros que cuentan una Historia, también tiene una súper biblioteca donde quedo atontado por unos minutos mirando la cantidad de títulos que se encuentran en ella, un minuto después subimos por unas escaleras que nos llevan a un pequeño pasillo y will abre una puerta que se encuentra casi al final del pequeño pasillo, en eso me invita a entrar y dice.

- Bienvenido a mi habitación.- Y sonríe de manera tonta.

- Me parece muy bonita.- Respondo muy sorprendido.

En la habitación se encontraba una cama individual a su lado estaba una mesita de noche con libros y otras cosas en la pared habían dibujos al verlos me pregunte si serian hechos por el mismo, así que decidí romper el silencio y preguntar.

- ¿Oye y todos esos dibujos? - Pregunte con asombro.

- Son míos ¿Porque? - responde will de una manera que me asombra.

Por nada sólo que se me hacen muy bonitos, por eso.- contestó de una forma un poco apenada.

Por una extraña razón la pregunta sobre los dibujos en su pared le molesto aun que no entiendo porque.

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Minutos mas tarde nos sentamos sobre la cómoda cama y will toma un libro sobre la mesita de noche que se encuentra a un la de la cama, me mira con el libro en sus manos y me dice.

— Diego, ¿sabes algo?

Lo miro a los ojos y no puedo evitar ponerme nervoso, no entiendo que le pasa a mí ser cada vez que este chico me mira. Me pongo nervioso, rojo y siento como todo mi cuerpo se quema por dentro. A continuación tomo aliento y contesto con toda la naturalidad posible.

— Si, dime will.

— Sabes este libro que ves acá cambio completamente mi vida.

— ¿En serio? ¿En qué aspecto?

—En todos los aspectos cambio mi forma de ver el mundo, mi forma de pensar, cambio mi todo literalmente.

—¡Wao! ¿Así de tan bueno es?

—La verdad si es damaciado bueno si gustas puedo prestar te lo y así cuando lo termines podemos discutir sobre el libro.

—Me parece una buena idea.

Salimos de la habitación, en eso escuchamos que llaman a will bajamos a toda prisa ambos por las escaleras al llegar al final de las escaleras nos dirigimos por otro pasillo y pasamos por una puerta un poco más grande que las demás cuando la atravesamos nos encontramos en la cocina, y detrás de una gran mesa de madera se encuentra una mujer bastante joven de piel blanca, alta, un poco delgada y muy atractiva. Ella nos mira y le pregunta a will.

— ¿Hijo y ese chico? ¿Quién es?

Me quedo sorprendido un minuto al escuchar a la atractiva mujer decir le hijo a will.

—Él es Digo mama, el es nuestro nuevo vecino se mudó hace unos días y va en mi clase.

—Hasta que por fin tienes un amigo en tu nueva escuela.

A continuación la mujer estira su mano y me dice con una dulce voz.

—Mucho gusto cariño soy Ana la madre de will.

Estiro mi mano y la estrecho, pero ella me toma y me da un gran abrazo quedo un poco aturdido un poco ido ya que no me esperaba eso.

—El gusto es mío. – Es la única palabra que logro articular.

A continuación Ana nos invita a sentarnos en la mesa y coloca dos platos uno donde está sentado will y otro donde me encuentro sentado yo, luego Ana coloca un tenedor y una cucharilla al lado del plato en una servilleta blanca ahora coloca una canasta con panes en medio de la mesa y se propone a servir la comida el aroma de la pasta con carne entra en mis fosas nasales solo con el olor sé que está muy rica, Ana termina de servir la pasta con carne y ahora toma un recipiente que contiene ensalada, a lo lejos puedo notar que la ensalada se ve muy rica, Will se levanta de la mesa y busca algunos vasos y una jarra de vidrio con jugo que al parecer es de moras. A continuación Ana y Will se sientan de nuevo en la mesa.

—Gracias.­—digo antes de dar el primer bocado de comida.

—No agradezcas cariño. —dice Ana ahora.

Continuamos comiendo todos en silencio, minutos más tarde acabamos todos y Ana se levanta de la mesa.

—Ya regreso chicos. —Dice Ana antes de desaparecer por una puerta.

Will y yo nos quedamos en la mesa en silencio nadie decía nada, y yo solo pensaba en lo bien que me sentía allí sentado en esta mesa. Entonces aparece Ana con 3 copas con helado de vainilla y me saca inmediatamente de mis pensamientos.

—Que esperan para tomar sus cucharillas y comenzar a devorar sus helados. —dice Ana con una voz muy graciosa.

En seguida me queda mirando a los ojos.

— ¡Cariño! ¿Qué sucede no te gusta el helado?

Me dice mirándome comprensivamente.

—Si me gusta solo que me quede pensativo un minuto.­— me rio tontamente.­­

Ana solo me mira y se ríe conmigo, y will nos mira como un poco desorientado.

A continuación, miro el reloj y me doy cuenta que son las 10:45. p.m. pasadas así que me despido rápidamente un poco apenado y will me acompaña hasta la puerta. A continuación salgo y en eso empieza a llover así que me despido rápido de will con un estrecho de manos y un abrazo con palmadas en la espalda.

—Hasta mañana will. —Digo y me dispongo a ir me a casa.

—Hasta mañana Diego. —Grita mientras se mete a su casa.

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Un amor casi imposible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora