Primera cita

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Narra Kate.

Me desperté y miré la hora, todavía era pronto. Me levanté de la cama para ir al baño. Algo escrito en mi calendario me llamó la atención , me acerqué para mirar. "Segundo intento de la relación Karry", reconocí la letra de Emily al segundo, pero tambien había un post-it escrito por Harry donde ponía: "El día de la mejor cita de tu vida". Sonreí ante la idea y me metí bajo la ducha.

Estaba demasiado indecisa, no tenía ropa que ponerme. Harry me la había visto toda. Le vería en 20 minutos y todavía seguía en ropa interior revolviendo todo mi armario. Fue cuando quedaban escasos minutos que Emily me mando un mensaje.

"Dentro de mi armario te he dejado una bolsa con ropa, coge lo que quieras. Y MUCHA SUERTE!"

Miré dentro de la bolsa y cogí unos vaqueros ajustados y un jersey azul, decidí combinarlo con una chaqueta vaquera con piel de borrego por dentro, un gorro negro y unas botas panama jack. Me vestí rapidamente y salí de mi residencia a la puerta Harry me estaba esperando. Para mi sorpresa esta vez íriamos en moto y no en coche.

Harry me obligó a taparme los ojos con un pañuelo, para mi era a lo tres metros sobre el cielo. Aunque a diferencia de la peli, no hacía buen tiempo, estaba casi nevando, y te llegaba todo el aire frío. Cuando llegamos a nuestro misterioso destino, Harry me ayudó a bajar de la moto y me quitó la venda, pude ver que estábamos en la parte de atrás de un edificio.

Resultó que la entrada de atrás de aquel edificio era también una buena forma de colarse a la pista de hielo más grande de todo Londres, seguramente debido a la hora que era no había nadie.

- ¿Te gusta? - me preguntó el chico de los rizos con una sonrisa en la cara. Yo asentí. - Solía venir mucho cuando era joven y me sé bastantes trucos.

- Espera, espera, ¿Styles patinando sobre hielo como un profesional? Eso tengo que verlo.

- En cuanto nos pongamos los patines te lo demostraré - y me guiñó un ojo. El patinador profesional Styles saltó por una especie de barra y cogió dos pares de patines. - Creo recordar que tenías una 39, ¿no?

- Sí, tienes buena memoria... Date prisa quiero verte hacer esos "trucos" tan guays de los que hablas.

Nos pusimos los patines y entramos en la pista, hacía mucho que no patinaba pero era como montar en bicicleta, nunca te olvidas. Me lancé sobre el hielo y empecé a avanzar, había olvidado lo divertido que era. De repente Harry se puso delante de mí y comenzó a patinar hacía atrás.

- Se te habían olvidado los guantes. - dijo acercándome al él para ponérmelos, ¿había mencionado lo guapo que estaba hoy? El gorro que llevaba le sentaba genial.

- Gracias, bueno, ¿me enseñas lo que sabes hacer? Tengo mucha curiosidad.

- La verdad es que quería enseñarte algo, pero tienes que ayudarme. Tu vienes patinando hacía a mí, yo voy patinando hacía atrás y cuando llegues a mi, saltas un poco, te cojo de la cintura y te levanto. Tú sólo tendrás que estar recta y apoyar tus manos en mis hombros.

- ¿Estás loco? - le dije yo

- Anda Kate- y me abrazó por detrás - lo he hecho miles de veces.

- Vale, vale.

Me alejé de él y me puse en posición. Harry me hizo una señal y empecé a patinar. Cada estaba más cerca de él y cada iba más rápido, ¿y si algo salía mal? Repasé todo lo que podía ocurrir y sin darme cuenta había llegado. Harry me cogió de la cintura y me levantó de tal forma que su cabeza quedaba a la altura de mi vientre. Yo gritaba de la emoción y del miedo. Cuando me bajo nuestras narices se rozaron, él me tenía cogida por las piernas y seguía patinando. Un pequeño beso fue depositado al borde de mi labíos.

- Lo has hecho muy bien - me dijo.

- Seguro que utilizas este truco para llevarte a las chicas a la cama - le respondí intentando no caer en sus redes.

- En realidad te he mentido, eres con la primera que lo hago, lo vi ayer en una peli y me pareció chulo. Pero, no lo hacían sobre hielo, ese ha sido mi pequeño toque personal - me dijo sonriendo orgulloso de el mismo.

Yo levanté una ceja y me eché a reír.

****

- Admite que te ha encantado - dijo él. Estabámos tomandonos un chocolate en una cafeteria de la zona.

- Mmm... - miré hacía arriba poniendo aire de interesante y me eché a reír. - Vale, lo admito, ha sido una buena primera cita.

Incluso la mejor cita que he tenido nunca, después de saltar encima de Harry, yo me colé en la administración y puse algo de música. Estuvimos haciendo el tonto y bailando. Y en una de esas Harry se cayó y yo acabé "encima suyo. Fue muy divertido y romántico a la vez. También habíamos echado una carrera, que hubiera ganado yo si el tonto de Harold no hubiera hecho trampas. Aunque me había prometido la revancha.

Pedimos otro chocolate porque aquello estaba buenísimo. Y entonces se me ocurrió algo, si Harry podía inspirarse de una película yo lo podía hacer de un libro. Llamé a la camarera y le pedí unos churros, pero claro, eso era Londres y no Madrid. Le pregunté que si no tenía nada parecido y ella me respondió que tenía barquillos.

- ¿Para que quieres unos barquillos? - me preguntó mi nov... Harry. Me preguntó Harry.

- Para jugar a un juego - le respondí - Los dos nos vendamos los ojos y cogemos un barquillo que mojamos en chocolate, entonces tienes que dar de comer al otro. ¿Lo entiendes?

- Mm creo que sí, con los ojos vendamos tengo que coger un barquillo, mojarlo en chocolate y después intentar que llegué a tu boca, mientras tu haces lo mismo. Me gusta, aunque sea algo pervertido.

- ¡Harry! - le golpée en el brazo y se echó a reír. En ese momento la camarera nos trajo los barquillos. - Venga va, véndate los ojos.

- Que sepas Kate, - dijo mientras se tapaba los ojos - que no vale hacer trampas. Y que me voy a enfadar mucho si lo haces.

Ni de broma me iba a vendar los ojos, esta era mi oportunidad de llenarle la cara de chocolate a Harry. Cogí un barquillo y lo empape de chocolate. "Que empiece la fiesta" pensé.

Harry tenía la cara llena de chocolate y yo ni una gota, lo peor es que se iba a dar cuenta en cuanto...

- Oye Katie, ¿como es que las coges todas...? ¡Tramposa! - se quitase la venda.

- Tu sacas cosas de películas, yo de libros. Además el chocolate te sienta muy bien - dije guiñándole un ojo.

- ¿Y que hacía el chico cuando se daba cuenta? - negué con la cabeza al no saber la respuesta. - Si no lo sabes, habrá que improvisar...

Y Harry se lanzó disparado a por mí, llenándome de chocolate toda la cara y depositando besos cada vez más dulces por mi boca.

++++++++++

AL FIN!!!!

Que bien, echaba de menos subir capis, espero que os haya gustado. Siento las faltas de ortografía y de más. Se me ha roto el ordenador así que esta escrito desde el movil.

Un beso! Gracias por leer!

Take me home, HarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora