Tercera cita

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Narra Kate.

Me levanté con la extraña sensación de que alguien me estaba mirando, y efectivamente, tenía lo ojos de Harry clavados en mí. Volví a cerrar los ojos y me acerqué más a mi compañero de cama. Él me rodeo con su brazo. 

- Buenos días - susurró. Yo gruñí. - Tienes que levantarte de la cama. Tenemos que hacer lo que me prometiste. 

- Cinco minutos más - respondí. Harry se rió y me dio un beso en la frente. Noté como se desplazaba y me dejaba sola en la cama. Ahí fue cuando reaccioné - ¿A donde vas? 

- A ducharme, a no ser que quieras que nos duchemos juntos, en ese caso te espero - me guiñó un ojo y se acercó a la cama - Lo de anoche ... Habría que repetir - Y se alejó.

No creaís que hicimos eso. No, en mitad de la película estuvimos a punto pero no. Una parte de mi quería pero otra no. Tenía un lío mental que ni yo entendía. Ya no sabía que quería, si ser novia de Harry, si no serlo. Porque yo le quería pero, ¿hasta que punto?  

Oí el ruido de la ducha. Entonces salté de la cama, me desvestí, quedándome sólo en ropa interior y me metí en el baño. Lo había decidido, quería a Harry y era algo que no podía evitar. 

Narra Harry. 

Miré una última vez a Kate antes de meterme en el baño. Si ella supiera lo que la quería. Si ella supiera lo que me quería. Estábamos hechos el uno para el otro. Lo tenía claro. 

Me deshice de mi pijama, es decir, de mis calzoncillos y me metí dentro de la ducha. El agua empezó a caer sobre mis hombros. De repente escuché como se habría la puerta, me giré y allí estaba, de pie junto a mi, sólo con su ropa interior. No dije nada sólo empecé a reírme, que imprevisible podía llegar a ser esta chica. Sin previo aviso se avalanzó sobre mi, besándome como si hiciera años que no probaba mi boca. Nos separamos cuando nos quedamos sin aire. El agua seguía corriendo. 

- ¿Y esto?- la pregunté refiriéndome al beso. Su ropa interior empezaba a transparentarse y yo  a ponerme nervioso.

Paso su mano por mi pelo y me dijo:

- Me he dado cuenta de que te quiero. 

- A buenas horas, ¿no? - dije riéndome de ella.

- Eres tonto - dijo y me dio un pequeño beso en los labíos. 

- Es lo que pasa cuando estás enamorado - la agarré de la cintura y la acerqué hacia mí. 

- ¿Eso significa que los dos somos unos tontos?

- Depende - hice una pausa - ¿estás enamorada? - ella se mordió el labío mientras asentía con la cabeza - Entonces sí, lo somos.

Aquello acabo en un beso, que acabo en otro beso. Que hizo que la ropa interior de Kate desapareciera. Que hizo que termináramos... Bueno, ya sabeís, eso. 

* * * * 

Andábamos dados de la mano. Yo seguía teniendo en la cabeza lo que había pasado justo antes. Había sido tan... perfecto. Además pude comprobar que Kate seguía teniendo su tatuaje del corazón, que me ponía mucho, pero había cambiado algo, ahora llevaba una dentro. Eso me volvío loco. 

Volviendo a la realidad. Íbamos hacía la galería de arte Loughran. Era de una de las amigas de Gemma, mi hermana. Y en la parte trasera tenía una especie de local con cocina y todo. Así que como ayer no había podido llevar allí a Kate a cenar, la llevaría a desayunar. Habíamos parado a comprar unos bollos en una pastelería así que sólo tenía que preparar las fresas con chocolate. 

- Esto está buenísimo - me dijo Kate con la boca llena de fresas y chocolate. 

- Me alegro de que te guste - la sonreí - ¿quieres que después vayamos a dar una vuelta? 

Ella asintió. Aquel día estaba impresionante, sus ojos marrones brillaban y su pelo caí liso sobre su espalda. Llevaba mi chaqueta de cuero, el collar que le regalé asomaba y caí sobre su camiseta, llevaba unos pantalones vaqueros medio rotos y unas botas. En conclusión iba guapísima y no podía dejar de mirarla. 

Cuando salimos de la galería los paparazzis nos rodearon. Yo me puse las gafas de sol y acerqué a Kate hacía mi.

- ¿Quien es su acompañante, señor Styles? ¿Es la misma chica con la que se le vio hace un año en California? - preguntó uno de ellos.

- ¡Como va a ser la chica de California! Esa era fea y estaba algo rellenita, nada que ver con esta - dijo otro. Sentí como Kate se aferraba más a mi al oír ese comentario, decidí darme la vuelta y dejar a ese paparazzi en su sitio. 

- Resulta, que está chica es mi novia, y sí, también es la chica de California, y es preciosa, siempre lo ha sido. Así que callase la puta boca de una vez. 

 Llamé a un taxi y nos alejamos de allí. 

- Creo que te has pasado un poco... - dijo Kate - No importa, es verdad que antes era más fea... 

- No lo eras, si me impresionaste desde el primer momento fue por lo guapa que eres - pasé mi mano por su pelo. Y la di un beso. Ella me respondió 

Narra Kate. 

Fuimos a casa de Harry, él cogió su guitarra y un par de cosas para poder comer  y nos dirigimos a Hyde Park. Hacía bastante frío así que nos metimos debajo de un árbol. Allí nos tiramos toda la tarde. 

- ¿Para que has cogido la guitarra? - le pregunté yo. 

- Tu y yo tenemos un trato. Ayer me prometiste que cantarías para mi - me respondió mientras sacaba el instrumento de su funda. Ah sí, eso. 

- Yo creía que me ibas a enseñar a tocar.

- También podemos hacer eso. Pero tienes que estar entre la guitarra y yo. 

-No me parece mala idea - me acerqué a Harry y me senté entre él y la guitarra. 

Él me cogió las manos y las colocó en la guitarra. Me enseñó un par de acordes.

- Es así todo el rato. Si quieres yo me ocupó de la parte de arriba y tu de la de abajo - yo asentí - La canción es Don't let me go. No sé si la conoces. 

- Claro que la conozco, es tuya. Olvidas que soy tu fan número 1 - giré la cabeza y le di un beso en la mejilla. 

Sin decir nada yo empecé a tocar y a cantar. La canción me encantaba. Cuando llegué al estribillo Harry se unió a mi. Nuestras voces sonaban muy bien juntas. Noté su respiración cada vez más cerca de mí y de repente noté un beso en el cuello y otro y otro más. Me hacía cosquillas. Seguí cantando hasta que no pude más y me eché a reír. Para ese momento Harry ya estaba atacando mi boca. Me quitó la guitarra de encima sin interrumpir el beso. Yo estaba tumbada en el césped cuando nos separamos por falta de aire. 

- No me has dejado terminar - dije yo. 

- Es que tus labíos estaban pidiendo a gritos mis besos - me respondió. 

- Más bien eran los tuyos los que mataban por un beso.

- Puede ser - se agachó para darme un beso - es que me tienes muy mal acostumbrado. 

- Será eso. 

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Buenas tardes! Últimamente me han bajado mucho los lectores así que no sé muy bien que hacer. Supongo que la terminaré sólo por aquellos que  siguen leyendo.

Espero que os haya gustado el capítulo. A lo mejor hay tercera cita parte 2, no está decidido aún. 

¿Verdad que son monosímos? 

Votad o dejad algún comentario para saber lo que os parece, gracias :) 

Perdón por las faltas de ortografía. 

Un beso. 

Pd. Aquí teneís mi twitter @alguiensexy o @guiomarpescador 

Pd2. os dejo una foto  

Take me home, HarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora