El diario de una chica corriente.

10/Junio/2015

Querido diario:

Hoy es miércoles. Detesto los miércoles; sólo existen para recordarte que aún falta mucho para el viernes... En fin. Estoy escribiendo esto porque mi mejor amiga, Ariana, me dio la idea. Ella comenzó a escribir un diario, así que me dije: "¿Y por qué yo no?".

Ya he escrito uno o dos diarios antes, aunque en esos momentos era una completa imbécil, y estoy segura de que si mi yo del futuro leyera esto también pensará que yo soy una imbécil.

A lo que iba: Creo que un diario puede ser bastante útil. Por lo general, siempre desahogo mis pensamientos "secretos" con mis amigos, por lo que no creo que escriba ese tipo de cosas aquí; simplemente voy a escribir las cosas que hago normalmente. Pienso que puede ser útil porque, si olvido algo, bien puedo leer las anotaciones y así recordarlo.

Ya es suficiente; vayamos a lo que de verdad importa en un diario.

Estoy en la escuela; tercera clase; español. La maestra está revisando los trabajos (Ya era hora). Tengo sueño, me duele la muñeca izquierda, tengo hambre como no podrías imaginar, y estoy aburrida (Tal vez por eso estoy escribiendo esto). Me URGEN unas malditas vacaciones; estoy harta de esta escuela, estos compañeros y estos maestros. Todos, o la mayoría, son un asco.

Mi amiga Jazmín está sentada detrás de mí. Dice que está tratando de recordar los nombres de 50 autores de libros... Me gustaría leer tanto como ella sin que me diera flojera. Jazmín no parece estar muy sociable hoy; casi no me ha dicho nada durante estas tres horas, y yo no sé qué decir para romper el hielo.

-Deberías escribir también lo que están haciendo los demás... como estos idiotas-dijo ella, refiriéndose a Adrián y Daniel, los idiotas de nuestros amigos.

Acabo de mostrarle el diario, y leyó todo lo que he escrito... Como dije, no tengo secretos (o, al menos, no muchos).

Bueno, ha pasado un rato y me quedé sin ideas... Supongo que seguiré escribiendo luego.

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Ya es la última hora; física elemental. Adrián y Daniel están haciendo un juego estúpido, y no sé por qué me les uní.

-¿Qué prefieres: Un ******** o tres *******?-dijo el idiota 1.
-¿Sólo tres?-respondí, a modo de broma.

Ha pasado un rato luego de eso, y siguen riéndose.

Cambiando de tema, creo que reprobaré la clase de arte.