Mirándome fijamente.

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Tenía un plan en mente pero podía ser arriesgado. Estaba pensando en como subirme al escritorio y quitarle la máscara de encima, quería saber quién era. No podía hacerme ésto. Tal vez le conocía o tal vez no pero si algo tenía claro era que él sabía que pasó con mi padre y quería saber el motivo de éste. Si conocía a mi padre, ¿cómo que yo no sabía quién era? También me extrañaba que mi padre saliese con el grupo de asesinos ya que él no frecuéntaba salir de casa. ¿Y si era la madre de Harry? Ella vió los informes, puede ser que eso estuviese explicado ahí. Y respecto a su voz masculina tal vez tenía un micrófono el cual le cambiaba la voz. Ahora que lo pensaba, nunca le pregunté sobre su madre y su hermana. 

Seguía mirando mis pies con nerviosismo mientras pensaba, iba a preguntarle qué cómo sabía todo eso, seguramente respondería a eso. Levanté mi mirada del suelo y sentí como mi corazón dejaba de latir por un instante. Froté mis ojos sin creer lo que acababa de suceder, el enmascarado no estaba. Me acerqué a la silla y rastreé todo su alrededor, incluso debajo del escritorio y nada, no había absolutamente nada. Me agaché al ver que había una trampilla en el suelo. Coloqué la mano sobre la palanca con intención de bajar. Esto podía ser peligroso, no sabía que me esperaba ahí abajo por lo cual me levanté y me dirigí a la puerta para encontrarme con Harry. Si con alguien tenía que bajar ahí abajo era con él.

Salí de la habitación aún más confundida de lo que estaba. Al regresar a la sala principal me di cuenta de que Harry no estaba. Me acerqué al pasillo y antes de poder dar un paso más me detení. Ésto no podía estar pasando. Desde la puerta del final provenían unos gritos o más bien gemidos.

"Oh Harry" gritó una voz femenina.

Dos simples palabras bastaron para empezar a hacerme sentir enferma. Un gemido se volvió a escuchar, esta vez masculino. Por eso no quiso entrar conmigo, le parecía mejor tirarse a una chica cualquiera antes de entrar conmigo y protegerme por si algo pasaba como él me dijo. Salí del club y empecé a correr, sin saber a donde me dirigía. No iba a volver con Harry, prefería ir caminando sin saber donde estaba a acercarme a él. Empecé a ver borrosamente ya que una agrupación de lágrimas se habían instalado en mis párpados inferiores. Era irónico que hace una media hora atrás le dije a Harry que no me enamoraría de él y que ahora estuviese llorando y con un dolor punzante en el pecho, y sí, es por él.

Cuando ya me cansé de correr empecé a descender la velocidad hasta acabar caminando. Las lágrimas no cesaban y el sol picaba demasiado para la hora del día y época del año. Unos gritos se escuchaban a lo lejos y poco a poco se iban intensificando acompañados de el rugido de un vehículo. Me detení y observé como una camioneta se acercaba y se detenía una vez estando a mi altura. El conductor era un señor de unos 40 o 50 años era el típico paleto de pueblo, tenía una barriga bastante grande que se pronunciaba aún más en aquella camisa de tirantes blanca tirando a amarillo a causa del sudor. Tenía la cara grasa y al sonreír logró asquearme aún más, sus dientes eran más amarillos que el sol.

"Hijo te encontrao' una novia" dijo el viejo al joven que se encontraba con él.

"Ay pa, ere' el ma' bueno" dijo su supuesto hijo con el mismo accento de paleto.

"Coge a la moza ante de que se nus escape acho" volvió a responder.

"Me la voy a trincar antes de casarme si no sus importa"

En ese momento no sabía si quedarme a contemplar el espectáculo o empezar a correr. Era demasiado tarde, ya me encontraba entre los brazos del joven. Levanté la rodilla para golpearlo cosa que al parecer el padre se dió cuenta.

"Tócale las pelotas y te vuelo la cabeza" dijo apuntando con su escopeta a mí.

Ahora sí el miedo me tenía totalmente invadida. Si me defendía me mataban y si no hacía nada me secuestraban. Decidí ser astuta e improvisar.

"Ay pa, yo estoy casá'" dije imitando sus peculiares accentos. El joven me soltó de inmediato y se acercó a su padre.

"Pa está tomá' yo no me caso con ella"

"¿Si estás tomá que haces sola?" preguntó bajando la escopeta.

"Mi chico me dejó" dije haciendo ver que estaba dolida.

"Que hijo de perra" dijo el viejo.

"¿Quiere que te llevemo' pa casa?" preguntó el joven.

"No, gracias" dije con una sonrisa falsa.

Los dos se acercaron a la camioneta y volvieron a subir y arrancaron la camioneta que daba la impresión que en cualquier momento se caería pieza por pieza.

"Adio' chiquilla suerte con tu chico" dijo el conductor antes de emprender su viaje de nuevo.

Al ver como se alejaba la camioneta empecé a reírme a carcajadas. ¿Qué acababa de ocurrir? Ésto era lo más loco que había presenciado jamás. Negué lentamente con la cabeza mientras mostraba una sonrisa, cosa que desapareció al ver un coche estacionado a unos metros de mí y su conductor fuera del coche, mirándome fijamente.

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Danger |HS| (Sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora