Él: Arquitectura De Una Soledad Olvidada

Territorio desconocido.

La casa debia de llevar bastantes años abandonada, por la apariencia tanto interna como externa, y me sentia defraudado y triste. Pasee alrededor, fijandome en los detalles de ese despojo de cemento. Parecia una oda a la tristeza y soledad, y el jardin, su melodia cruenta.

No recordaba ya las horas que llevaba mi hermano desaparecido, cuando empecé a fingir que no las contaba ante el psiquiatra, terminó por volverse una realidad. Cuando dejé de marcarlo en mis brazos.

Mi hermoso, suave y maravilloso hermano.

¿Me odiaria todavia?

Era divertido divagar sobre sus expresiones mientras buscaba algun indicio de vida por el terreno, y tras forzar tanto la vista que me dolian los ojos, descubrí un sendero de hierba machacada que salia de la casa.

No necesité caminar mucho tiempo hasta llegar a una extraña valla destartalada, que abrazaba un hermoso terreno rebosante de vida, tan verde que parecia recien pintado. El bucolico cuadro se veia coronado con una pequeña casita perfectamente cuidada y ordenada. Parecia un poco fuera de lugar tanta pulcritud, cuando el escenario que la rodeaba era hermoso a la par que salvaje. La altura de la hierba era considerable, y la valla parevia no haber percivido calor humano en años.

Pensando que quizas la familia que viviera dentro podria darme una pista sobre el paradero de mi hermano, penetré en la parcela, arriesgandome a la mordedura de cualquier animal que pudiera haber dentro, e intentando soportar el fuerte y desagradable olor que inundaba el ambiente.

Llegué a la puerta, y el hedor se hizo mas fuerte. Alcé el puño para llamar, sintiendo en mi estomago unos arañazos de nervios que me decian que algo no estaba bien.

La puerta cedió con el primer golpe, y la oscuridad y la bruma de ese olor me absorbieron.