Neyeli estaba ya de 9 meses, durante el embarazo todo había ido perfectamente.
Algunas noches, Neyeli había tenido antojos muy raros, como el de comer helado frito, a las 2 de la madrugada o beber un zumo de coco con plátano y grosellas.
-¿Cariño estas segura de que quieres comer ahora un helado frito? -preguntó Tony.
-Si, muy segura, además me gustaría de vainilla, Tony por favor -Neyeli le pone ojitos para que vaya a por él-.
-Esta bien, me visto -Neyeli mira a Tony con mirada asesina- me pondré la armadura y estaré aquí en nada de tiempo -dijo Tony.
Se dirigió a un armario y de él salió una armadura, se la colocó y se fue volando por el balcón.
-Cuando nazcas cariño, podrás conseguir lo que quieras si sabes cómo pedírselo a tu padre -dijo Neyeli tocandose la barriga.
Al cabo de 10 minutos, apareció la armadura en la habitación de nuevo con una bolsa. Sale de la armadura y toma la bolsa.
-Toma cariño, he tenido que ir a Chinatown a por él, espero que te guste -Tony le ofrece la bolsa a Neyeli.
-Gracias cariño - abre la bolsa de papel y en el recipiente empieza a comer- era justo lo que necesitaba -dijo Neyeli comiendo.
-Espera, tienes helado aquí- le limpia la comisura con el pulgar-.
Tony se acerca más y los dos se dan un profundo beso.
-Bueno voy a terminar de comerme el helado -dijo Neyeli.
-Yo voy a ir un momento al baño y ahora vengo -dijo Tony y se fue al baño.
Cuando volvió, se encontró a Neyeli dormida y con la bolsa en las manos. Cuidadosamente de la quita y con una toallita húmeda le limpia los restos de helado. La acomodo y se durmió junto a ella.Varios días después...
-Tony, creo que no me encuentro muy bien -dijo Neyeli mientras andaba hacía el salón.
-Cariño debes de descansar, sabes que estás en los últimos días, ven agárrate a mí y vamos al sofá -dijo Tony tomándola por el brazo, pero de repente sucedió algo inesperado.
-Tony, acabo de romper aguas -dijo Neyeli nerviosa.
-¡¿Que?!, si nos dijeron que te quedaban dos semanas -gritó Tony nervioso.
-Anthony no grites y ve a por las cosas -ordenó Neyeli.
-Si cariño -obedeció Tony y se fue corriendo a la habitación a por las cosas.
-Tranquila Neyeli, va a salir todo bien, tu hija va a nace...-Neyeli se tocó la barriga.
Tony bajo con las bolsas de viaje y se llevó a Neyeli e brazos hacia el garaje. Mientras avisaba a Aria de la noticia, ella se iría directa al hospital.Conducía su coche a toda prisa, la vida de Neyeli y su hija estaban en juego. Pero un control de velocidad apareció. Un policía ordenó que se parase y se dirigió al coche.
-¿Señor Stark sabe usted a la velocidad que iba? -preguntó el policía.
-Lo se señor agente, pero es una urgencia, mi mujer está de parto y necesito llegar al hospital ya, si usted no quiere ser la comadrona -dijo Tony nervioso.
El policía miro dentro del coche y vio que era verdad.
-Por favor Tony, no quiero que tu hija nazca en el coche, necesito ir ya al hospital -gritó Neyeli histérica.
-Si nos dejas irnos, mañana pagaré la multa, pero déjeme que me vaya -suplicó Tony.
-No hace falta que pague la multa y nosotros le escoltaremos hasta el hospital -dijo el policía.
-Gracias -dijo Tony antes de que se fuera el policía.
Delante de ellos había un coche patrulla escoltándolos hacia el hospital.Una vez allí salieron los celadores a socorrer a Neyeli.
-JARVIS aparca el coche y solo te abrirás cuando yo diga -dijo Tony.
-Si señor y no olvide el equipaje -dijo JARVIS.Se llevaron a Neyeli a una habitación lista para que ella pudiera dar a luz. Solo había un pequeño conveniente, solo podía estar una persona acompañando a Neyeli, y ella eligió a Tony.
Hola mis querid@s lectores!!!!
Estamos cada vez más cerca del final y en el próximo capítulo nacerá el bebé y ocurría algo que cambiara la vida de los personajes.
Saludos !!
El siguiente capítulo estará listo para la semana que viene!!!
😘😘😘
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Kiraxs, nueva Vengadora
FanfictionNeyeli es una chica que vivía con su tribu en una reserva india cerca de la frontera de Canadá, llamada Kiraxs. Un día mientras ella hace una escapada al bosque, matan a toda su tribu y ella es la única superviviente. Al no saber quién acudir, irá e...