Capítulo 6

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CASA DE MARIA

Los chicos llegaron alborotados, Maria se estaba levantado en ese momento después de los besos y abrazos, ella se preparó algo para comer y lo llevó al salón para hablar con los muchachos
H-(Algo celoso), ¿Cómo es ese con quien salistes?
M-Amor, no estés (mirándolos a todos), no esten celosos, Gerardo es un buen chico. Vale y es muy mono
EST-¿Muy mono?, ¡¡mamá esta cañón!!
M-(Riendose), hay que loca eres hija mía.
GR-¿Se puede saber que hicieron anoche?
M-Sí, me llevó a su casa, (todos se miraron unos a otros), es pequeña, tiene 3 habitaciones y una de ella la esta poniendo para dar allí los masajes. Es muy acogedora, y estuvimos hablando y no nos dimos cuenta de la hora que era
AN-Mami, ¿Qué es eso de los 25 centímetros? (algo ruborizado)
M-No piensen mal. Es que le estaba ayudando a armar un mueble, pero se cayó un cristal y se hizo un corte de 25 centímetros, lo tuve que llevar a urgencia no por ser profundo sino largo (los chicos suspiraron aliviados), ¿pensaban que……?
Maria junto con el resto de mujeres se pusieron a reír, al imaginarse lo que habían pensado.
Poco después llegó Gerardo y enseguida simpatizaron con el resto de la familia.

EMPRESAS SANROMÁN

Maria había llegado mas pronto junto con Héctor, así que se sentó en su escritorio para empezar a revisar los contratos antiguos, pero alguien tocó en la puerta
M-Pase (se abrió la puerta y se ve una mano con un tulipan rojo, detrás Gerardo)
G-Hola preciosa dama
M-(Levantandose y abrazandolo), hola Gerardo, ¿Qué haces por aquí?
G-Tenia que venir a que me mirara el medico la herida de la pierna. Pero ¿no te alegrar ni un poquito que viniera a verte?
M-cCaro que si (aceptando el tulipan), lo que pasa es que me pensaba que estabas en la universidad
G-Anoche me divertí mucho contigo, y que quede entre nosotros ¡¡estoy exhausto!!,
M-Pues que quede entre nosotros (riendose), hace 20 años que no lo hacia
G-Sí, y yo me lo creo. Eso es imposible
M-Te lo juro, hacia 20 años que no lo hacia
G-Con razón tanta pasión, tanto empeño en…..(alguien interrumpió la conversación)
E-(Furioso y celoso),tenemos que hablar del contrato de Gutierrez
M-Hola Esteban, te presento a Gerardo Salgado. Un buen amigo
G-(Dándole la mano), mucho gusto (miró a Maria), tengo que irme, pero esta tarde pasaré por ti (saliendo), ponte unos pantalones (le lanzó un beso)

Al marcharse Gerardo se quedaron mirándose con una mezcla de celos, pasión, amor y desilusión por parte de ambos
M-¿Qué es eso de Gutiérrez que tenia que decirme?
E-Te has divertido mucho con ese joven
M-Sí Esteban, me lo he pasado genial
E-No eres algo mayor para él, puedes ser su madre
M-(Se sintió ofendida), al igual que tu pareces el padre de Ana Rosa. Ya te he dicho que saciaré mis necesidades femeninas. No creo que te interese con quien me acuesto o con quien me levanto.
E-No te pases Maria
M-A que has venido Esteban
E-¿Qué diablos es eso de 25 centímetros?
M-Esteban es de muy mala educación hablar de otro hombre con el ex marido. ¿tu le cuentas a Ana Rosa como lo haciamos?, o ¿Cómo tengo los pechos?, esto es igual. (lo miró picara), bueno igual, igual no es. ¿tanto te importa, los centímetros?.
E-(Celoso), sí, y por lo que se ve no has perdido tiempo (imitando la voz), hace 20 años que no lo hago
M-¿Ahora escuchas conversaciones ajenas? Que bajo has caido. Dime de una vez que pasa con Gutiérrez
E-(Acerandose a ella), no quiero que vuelvas a verlo
M-¿No lo oistes al final?, salgo con él otra vez hoy, y como me dijo me pondré pantalón, pero ¿vaquero o de cuero?, para que te lo pregunto a ti. Después Estrella me aconsejará
E-(Agarrándola de los hombros), siempre serás mía
Y la besó con tanta pasión y furia que le hizo un poco de sangre en los labios. Al separarse con la repiracion entrecortada y ver la sangre Esteban se sintió peor aun
E-Lo siento Maria, no fue mi intención…
M-(Tocándose los labios con la punta del dedo), olvídalo. Y dime que pasa con Gutierrez o te vas de mi oficina.
E-Quiere poner otra cláusula al contrato (dándole el papel), míralo y me dices que te parece.
Esteban se fue maldiciéndose a si mismo por volver a hacerle daño, mientras que ella todavía temblaba por ese beso.

Perdonar no es fácil Donde viven las historias. Descúbrelo ahora