CAPITULO 15

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CAPITULO 15

Rukia lo sabe

AL DÍA SIGUIENTE

Después de las comunes clases que tenían, todo el grupo de Ichigo fueron nuevamente a entrenar al sótano de Urahara.

Yukotsu se encontraba abajo, los supervisaba con su fría mirada, veía cada uno de sus movimientos y se notaba demasiado intimidante, a los chicos en ciertos momentos se sentían un poco agobiados por esa manera de mirar, pero luego de unos minutos se acostumbraban.

Los jóvenes al cabo de unos 10 minutos de haber llegado comenzaron a calentar para después empezar otra vez el entrenamiento.

Todos corrían y trataban de encontrar la manera de cómo llegar lo más pronto a su meta.

-jeje joven Yukotsu usteded es muy cruel - el sombrerero se sentó junto al escabeche para comenzar una plática amena.

-claro que no, si el enemigo no se permite ser débil, menos yo- justifico él joven de ojos plateados mientras lo veía de manera fría

-eso es verdad, pero debes de tomar en cuenta que ellos no lograrán hacerlo en menos de una semana- se cubrió la cara el sombrerero.

-me contó el gato que lograste desarrollar una técnica que se dominaba en 10 años a 3 días.

-ohhh es verdad, pero esto es diferente es algo físico, no espiritual- el Rubio no podía dejar de preocuparse por los demás, no querían que se excedieran demasiado, podía ser contraproducente.

Al cabo de unas dos horas tomaron un descanso y que creen Nuevamente llego Orihime al final totalmente exhausta de tanto correr y sin poder mantenerse de pie, por el gran esfuerzo que tuvo que ejercer.

Cayó de rodillas al no soportar un esfuerzo más, sus brazos temblaban de la falta de energía y sus piernas sentía como si se las cortaran.

Ichigo por otro lado era ayudado por Shirosaki a mantenerse de pie, estaba empapado en su propio sudor y respiraba grandes bocanadas de aire.

Los demás estaban igual y llegaron a su lugar casi 10 minutos antes que los chicos. llego con un ritmo más pausado y equilibrado para su persona.

Urahara trajo un poco de comida para cenar y recuperar la fuerza perdida.

-tal vez es el hambre tremenda que tengo, pero, que bien huele señor Urahara - el pelirrojo olió con fuerza y de tan sólo percibir el delicioso aroma del platillo su apetito se abrió vorazmente y se hizo agua la boca.

Shirosaki mientras tanto simulaba bastante las miradas que le la daba a su amigo, por el gran cariño y por su mente pasaban muchos adjetivos muy positivos.

-es tan lindo cuando se pone así- El peliblanco sonrió y miro a los demás de reojo para asegurarse de que nadie lo había visto, en efecto así era.

Después su vista paseó a su mejor amiga, que seguía recostada en el piso a un metro de ellos.

-voy a llevarle comida a Orihime- el ojidorado tomo un plato y se dirijo a la chica pues era obvio que no podía ni siquiera moverse del cansancio.

-toma Orihime te traje un poco de comida, para que recuperes fuerza- ella lo miro con una sonrisa angelical en forma de agradecimiento y se enderezo en su lugar para ponerse en una pose más apropiada para la comida.

-gracias Shirosaki no te hubieras molestado- ella comenzó a comer la comida y con lentitud empezó a sentirse mucho mejor.

-Shiroskai- la pelirroja lo llamo de la nada.

Los Ojos del AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora