CAPITULO 12

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CAPITULO 12:
MISTERIO RODEA TODO

Después de los recientes acontecimientos en su baño con yukotsu , Orihime se había ido a la cocina a preparar algo de comer, para poder distraerse un poco.

La jovencita aún sentía que el corazón le latía con velocidad. La pelirroja toco su pecho con su mano derecha haciendo un pequeño nudo.

Aun podía sentír Con claridad los acelerados latidos de su corazón, pero era de esperarse, Cualquiera se hubiera puesto así en su situación.

A pesar de que sólo fueron segundos, Orihime jamás será capaz de olvidar aquel cuerpo pálido.

Respiro ondo y exhalo.

-todos es tu culpa Yukotsu por hacer eso sin avisar-dijo ella al aire mientras inflaba los cachetes aun sonrojados sin esperar ninguna respuesta de parte de nadie mientras veía la estufa y preparaba un estofado sencillo.

Sin esperarlo ella pego un ligero salto al escuchar al mesionado carraspear desde la sala.

La voluptuosa Joven volteo para verlo, sin embargo abrió sus ojos como platos al observarlo vestido con algunas ropas de su hermano, Zora, y ver que le quedaban bien aquella camisa gris y vaqueros negros, no podia evitar sonrojarse un poco.

Orihime para evadir aquella vista dio una vuelta bruscamente pero el movimento que hizo al girar provoco por accidente que tocase la sartén.

-disculpa pero yo no hecho nada malo y..- Él le comenzó a recriminar de lo que decía la pelirroja pero detuvo este acto, al percatarse de que Orihime dio un pequeño y apenas audible quejido.

Al ver a la voluptuosa chica ahí, quieta y de espaldas lo hizo acercarse.

-¡auch! que descuidada- susurro Orihime mientras veía como se había quemado un poco el dedo con el sartén.

Yukotsu no apartaba su vista de la manos de esta en ningún instante. Ella cubría su dedo y apenas era perceptible la pqueña expresión de dolor.

-tsk..torpe...-Él sólo atino a decir eso aunque en el fondo quería corroborar si todo estaba bien.

-¡eh! Si un poco....aunque es sólo una pequeña quemada nada de que preocuparse- ella comento mientras le restaba importancia al asunto y tomaba una pomada y se la untaba.

-bien- yukotsu levanto una ceja mietras intentaba ver la herida de la chica, pero esta se lo impidió cubriéndolo con una bendita.

-si... que cosas-ella le regalo una sonrisa angelical como a todo el mundo.
Yukotsu suspiro y se recargó en el marco de la pared, aún así podía notar esa leve expresión de dolor.

-pensé que tenías poderes curativos- él pelinegro recordó como el día anterior ella había sido capaz de curar las heridas de gravedad de sus amigos con una fascinante habilidad que él no paso por alto.

-si, es sólo que yo no soy capaz de curarme a mi misma y si pudiera aún así no lo haría, es algo muy pequeño para eso- Orihime le sonrió con ternura, le parecía agradable que de alguna manera Yukotsu se preocupara por ella o al menos le agradaba pensar en ello.

-entonces de que sirve tener esa clase de poderes si no eres capaz de usarlos para tu propio beneficio- Yukotsu cuestiono con cierta molestia e intriga.

-Eso a mi no me importa, pues, creo que lo mas importante es ayudar a mis amigos y a las personas que amo- ella apago el fuego de su estufa mientras recordaba como sentía aquel sentimiento de impotencia en aquella ocasión...

~-¡ICHIGO DESPIERTA!- ella negaba con la cabeza sin poder aceptar la muerte de su amigo, mientras las lagrimas resbalaban por su ojos con frustración y dolor.

Los Ojos del AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora