Capítulo 1

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– ¿Estas segura que no quieres dejar un avisó?

Aprieto mis puños sobre mis muslos intentando calmar el remolino de nervios que se crea en la boca mi estómago.

– No.

El sonido del motor poniéndose en marcha me indico que había dado por finalizada mi buena intención de comerme mi orgullo y confesar lo que ahora me martirizaba pero no podía negar que me hacía inmensamente feliz. Habían pasado dos meses en los que había vivido bajo el mismo techo alado de Jaxon Higgins quien no dejaba de hacer reír como foca para olvidarme de mi desilusión con la vida, no dejando de lado que parte de la mañana me quedaba sola y los recuerdos de lo sucedido anteriormente no me dejaba de rondar a cada segundo que podía.

Extrañaba a mi padre como si me arrancasen el corazón del pecho( aunque no tenía idea de como se sentía eso me lo imaginaba de es manera) y la verdad era que cada que podía miraba las fotos que habían llegado a mi gracias a Paty quien se encargó de mandarme las cuando ella las recibió, esa pequeña caja pudo sacar fuera tantas emociones que había mantenido guardadas un buen tiempo hasta ese instante..

Consistía de muchas fotografías en donde algunas salía mi padre junto a mi en la graduación y las otras simplemente me rompían el corazón al ver lo feliz que me veía a lado de Cameron.

– ¿Estas bien?

Mire a mi lado al escuchar su voz gruesa, no podía negar que estos últimos meses de había dejado crecer la barba y le Lucía muy bien pero parecía mayor.

– Si, lo estoy.

– ¿Y ahí abajo?– Preguntó.

Sonreí de lado acomodándose mejor para observarlo burlona.

– Hay gases.

– Directa, me gusta.– Asintió sonriendo.

Negué divertida regresando la vista hacia la carretera que expandía frente a nosotros, habíamos decidido viajar tantas horas solo para ver a mi ex novio quien no se encontraba pues a lo que me dijo su madre se había ido a estudiar a Nueva York. Si estaba, dolida.

No me entrara en la cabeza como tan fácilmente se había marchado,¿Como pudo? Yo no podía sacarmelo de la mente ni un segúndo y el se había ido.

Tú lo hiciste primero.

Mi subconsciente me recriminó por sentir ese reproche en mi interior, las cosas habían cambiado muchísimo desde que parti, cada quien estaba en sus asuntos y no podía evitar sentirme mal al no saber de mis amigos pero no quería regresar aún y aunque una pequeña esperanza crecía en mi aún no estaba sanada pero lo estaría y regresaría por que ahora tenía que estar bien a la fuerza.

Al llegar a casa estaba agotada mental y físicamente, mi compañero de casa no parecía estar mejor que yo por lo que cada quien termino en su habitación roncando. Tuve que levantarme en la madrugada cuando las inmensas ganas de vomitar me inundaron haciéndome correr al escusado donde las lágrimas se desbordaban por mis ojos y regresaba la bella hamburguesa que me había comido en la tarde, mientras me dedicaba a expulsar cada cosa que se mantenía dentro de mi unas manos sujetaron mi cabello y pronto unas caricias en mi espalda me relajaron.

Termine sollozando en su pecho ambos sentados en el suelo mientras me acunaba y consolaba para que dejara de llorar y finalmente cuando lo logré le mire apenada.

– Lamentó ser tan llorona pero odio vomitar.– Confieso.

– No te preocupes. Vamos te ayudaré a levantarte, ¿Te sientes bien?– Dijo observando el el rostro a lo que asentí.

El Poder Del Amor. #EAP(Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora