De vuelta

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Cada momento que viví acá en la argentina lo llevaré en mi corazón, fueron experiencias buenas y malas de las cuales aprendí la lección como un buen alumno. –¡Ya es hora! ¡Sí! -- Es momento de regresar a mi tierra natal que vio nacer y me dio la oportunidad de desarrollarme como ser humano a pesar de las diferencias circunstancias que está pasando, como todo país tiene sus defectos, pero es hermosa y no se compara con ningún otro país, es mi hogar y el lugar perfecto para desear morirme. Sin más nostalgia partimos de la universidad hacia el hotel para ir a recoger mis maletas, y cenar por última vez con mis amigos, mi tristeza es indescriptible, estos momentos que dejas a grandes personas y harías todo lo posible porque estuvieran a tu lado siempre, pero este es el sentido de la vida.

Antes de entrar al restaurante pasamos a cambiar el cheque a una agencia bancaria ubicada en un sector económico financiero muy desarrollado en el área, mismo me lo había dado el decano, no había nada de cola por lo que pase directamente a ventanilla y realice el cobro. En ese mismo momento llamé a Nico y le cancele la deuda que tenía pendiente.

Caminamos por las calles de buenos aires, tomándonos fotos y riéndonos por cualquier cosa, el ambiente estaba helado y triste por lo que podía percibir, o a lo mejor lo confundía con mi tristeza de dejar parte de mí.

Entramos a cenar, contándonos todas nuestras nuevas metas a realizar, reconocimos lo malo y lo bueno de cada uno y como nos mirábamos en un futuro no mayor a cinco años. Cuando empezaron a tocar temas de niños, mejor me levante de la mesa mientras me molestaban, estos momentos de felicidad nos hacen personas como lo somos, responsables, trabajadores, dedicados, soñadores, emprendedores, amables y de buen corazón.

La noche se fue rápidamente, la luz de la luna me acompaño en mi velada, todo habia llegado a su fin, después de haber planeado este viaje durante mucho tiempo, reconsoco que escribí una página en mi vida pero es momento de darle vuelta a la hoja y empezar a escribir la próxima aventura. Llegamos al aeropuerto y caminamos hacia la aureolina para hacer el check-in y pesar mis maletas, todo fue rápido y sin ningún problema. La parte más difícil la veía venir, el despedirme de mis amigos, odio este momento y no lo niego, mi corazón se parte y se va desprendiendo poco a poco, no pude decir ni una palabra, el silencio basto para decirles los mucho que los quiero, los abrace fuertemente... y no pude contener mis lágrimas.

¡Gracias por todo! --¡los espero en Guatemala!--, estas fueron mis últimas palabras. No pude evitarlo, no pude evitar llorar mientras caminaba hacia mi puerta de abordaje. Una vez más reconocí que el sentimiento gano.

Procedí abordar y estando adentro del avión, cerré mis ojos y espere llegar a la ciudad de Colombia, me dormí todo el vuelo, estaba exhausto...Llegué a calí y realice la conexión de mi vuelo inmediatamente a Guatemala, la costumbre de viajar ya sabía los procedimientos y las puertas de conexiones que tenía que tomar.

Mi ser se sentía feliz al volver a mi tierra, mi mente no ha parado de pensar de lo que pase, y lo que tengo pensado hacer, y me puse a analizar la forma en que me iría a mi apartamento. Fue algo que no lo había programado, así que me llene de esperanza de encontrar un taxista honrado, y me quede dormido. Pensé en Uber pero usarlo me da un poco de desconfianza ya que la costumbre de las personas no está bien asentada como en Europa o Estados Unidos.

Llegamos a Guatemala, el avión aterrizó sin ninguna novedad, tome mi maleta de mano y me dirigí rumbo a buscar mi demás equipaje, llene los formularios correspondiente y sali por la puerta principal del aeropuerto "La Aurora", me sentí tan agradable a pesar del cansancio que llevaba, el olor del ambiente, la sensación acogedora, simplemente extrañaba esta hermosa tierra, habían muchas personas esperando a sus familiares y/o amigos, seguí caminando en busca de un taxista.

Al caminar observé a Bridget fumando, recostada en una columna, chumpa de cuero, jeans, botas altas y con gafas obscuras, simplemente se veía espectacular, ella me observó fijamente y se dirigió hacia mí y me dio la bienvenida besándome los labios.

No tenía contemplado este momento y mucho menos verla, no sabía cómo había hecho para estar precisamente a la hora que regresaba. Pero me dio gusto verla, sé que ella tiene muy buenos contactos y ni le pregunte, caminamos hacia el parqueo y me subí a su automóvil, dirigiéndonos hacia mi apartamento.

Sus primeras palabras fueron:

- Angel eres famoso... en las noticias se dio a conocer todo lo que realizaste por argentina. Te extrañaba guapo, no hay nadie como tú.

En ese momento se me salió una risa tan natural, porque paso por mi mente todo el esfuerzo realizado había valido la pena. Al voltear mi mirada y ver por la ventana del automóvil un motorista me estaba apuntando con un arma, todo fue en un abrir y cerrar de ojos y escuché uno de los peores sonidos de mi vida... la descarga de toda la tolva.

El placer de mis caídasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora