Jueves Santo

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Los días transcurrieron y era momento de cerrar este circulo y que mejor hacerlo el jueves mas santo de todos los jueves, junto a mi Nazareno de Candelaria. Aliste mi túnica con anticipación para el gran día y poder llevar por primera vez en hombros al Nazareno de la dulce mirada. Siempre fui un devoto que nunca lo pude llevar en hombros hasta el día de hoy. 

Las circunstancias que nos pasan en la vida son distintas y hoy era un nuevo hombre, hoy volvería a nacer para  seguir luchando con los asuntos que tenia pendiente y las nuevas metas trazadas por ejecutar. 

Amaneció rápidamente son las tres de la mañana y me encuentro en la nave central de la iglesia de Candelaria ubicada en el centro de la zona 1 de la ciudad de Guatemala.  

Eran las 6:10, cuando se levantaron las andas, mi corazón empezó a palpitar fuertemente, acaricio el bolillo ubicándome exactamente en el brazo 34, nunca olvidaré este momento. Mis ojos empezaron a llenarse de lagrimas, las cuales no tardaron en brotar por mis mejillas. Un turno especial que me otorgo el Sacerdote y Encargado General el Reverendo Padre Gustavo Paredes. 

El sonido de las marchas interminables, un paso cadencioso, silencio y mucho fervor del pueblo católico guatemalteco. 

Termina mi turno, e ingreso a las filas de  los devotos cargadores, donde me dispongo recorrer todo su recorrido. 


El placer de mis caídasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora