fragilidad☹ |Otayuri|

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¿Que es la perfección?

Bueno para Yuri Plisetsky la perfección es la máxima representación del éxito. Hacer las cosas con tu mayor esfuerzo no es lo mismo que hacer las cosas con perfección, lección de vida, la doctrina de Yuri.

Desde pequeño había hecho lo mejor, era un prodigio de eso no había duda, pero ser prodigio es muy diferente a ser perfecto.

Lo único que quería era ser perfecto.

Pero la perfección tiene un costo muy alto y es su mayor debilidad; porque la fragilidad de Yuri Plisetsky estaba en su anhelo por la perfección.

Él ser humano siempre busca auto destruirse y Yuri es un experto.
Tarde o temprano la perfección-inexistente- lo iba a destruir.

Yuri no era malo, ni reconroso, pero aun asi hay heridas que cuestan sanar más que otras como por ejemplo: Lo que le hizo Viktor, esa humillación lo carcome por dentro.

¿A caso no era la suficientemente perfecto?

Pero iba a ganar el Prix Final y iba a probar que su cerdo no era mas que un mediocre.

Salió de la pista y Mila le dio una toalla para que secara el sudor y Otabek le brindo una botella de agua que no rechazo.

Otabek le sonrió—Lo hiciste perfecto.

Y aunque fue un bonito alago, le cayo como agua fría.

—Tienes que levantar esas Manos, Yuri, con mas gracia y con mas elegancia.

—Es difícil, Lila, el cuerpo de Yuri no puede resistir tanto.—Mila trato de comprender la situación de Yuri.

—¡¿Que dices!? ¡Claro que puedo hacerlo!

—Necesita fortalecer esos brazos.—Reflexiono Yakov.

—Yo puedo ayudarlo.—Otabek se ofreció energéticamente.—Hay ciertos ejercicios que usa un boxeado para fortalecer los brazos. Podría enseñarle a Yuri.

—¿En cerio me ayudarías?.—Yuri lo miro raro por un momento.

—¿Quieres ganar el Prix Final?.—El rubio asintió.—Entonces voy a enseñarte. Mañana temprano.

—Hecho.

❄❄❄

El pasado de Otabek ya era parte de todas las portadas de las revistas de deporte al rededor del mundo.

Todo el mundo hablaba sobre como fue posible que Otabek siendo hijo de Yakov Feltsman no se dedicó al patinaje, o el hecho de que su madre es la prima valerina de Rusia y Otabek halla decidido dedicarse al boxeo.

El azabache no le miraba nada de malo.

Pero el mundo lo miraba del todo malo.

Quería golpear algo muy fuertemente, eso era lo que hacia cuando se sentía frustrado o enojado; golpeaba cosas hasta no poder mas.

Su frustración tuvo que pasar a lista de espera porque su teléfono sonó, era un mensaje.

Pero no cualquier mensaje.

Era un mensaje de Yuri Plisetsky.

Su hada de hielo.

"No olvides que prometiste entrenarme
a las ocho😒⌚"

Y como por arte de magia Otabek paso de estar frustrado a estar feliz.

Recordó lo mucho que le había costado conseguir el numero de su hada, se negó rotundamente a dárselo diciéndole que si necesitaba algo de él llamara a Mila.

No se rindió así de fácil, el tigre nunca se rinde.

Así que cuando estaba distraído le arrebato su teléfono para llamar a su propio teléfono y así poder guardar el numero de Yuri.

Obviamente eso tuvo un precio. Yuri lo golpeo con su codo en el estomago sacándole el aire.

Valió la pena fue lo que le grito cuando lo vio marcharse dejandolo en con un dolor infernal en su estomago.

Pero Otabek no podía negar que le encantaba el lado agresivo de Yuri.

Tenia que responder el mensaje de Yuri no se quería arriesgar a que se molestara por no responderle.

"Voy enseguida😋"

"Lo que sea😒🍃"

Ya había mencionado que amaba lo cortantre que era Yuri con él, y aunque el rubio fuera cortante con todos, Otabek sentía que Yuri era tierno a la hora de ser cortante con él, que hasta lo hacia con sentimiento.

También amaba su mal humor, se le hacia tan adorable ver Yuri enojado haciendo rabieta como si fuera un niño pequeño.

Pero lo que mas le gustaba de Yuri eran sus ojos,esos ojos llenos de determinación, eran ojos de un soldado que no se rinde fácil y que lucha por lo que quiere.

Tal vez no eran tan diferente.

Se marcho hacia el gimnasio privado de su padre, que era de uso exclusivo para los patinadores que estaban bajo su tutela, que por cierto eran los mejores de Rusia y el mundo.

Otabek estaba satisfecho con su vida. No fue lo que su padre quería, mucho menos fue el deseo de su Madre, pero había hecho algo mucho mejor.

Si bien el boxeo era un deporte peligroso eso para Otabek era lo de menos porque era lo que mas le gustaba: la adrenalina que experimentaba cada vez subía al ring, la emoción que sentía era inexplicable.

Como el sentimiento que siente cuando ve a Yuri; inexplicable.

Y es que Otabek había encontrado belleza pura debajo de todo esa mal humor de puberto y tendencia de gato gruñón.

La fragilidad que quizás solo él había visto, que solo él ve cuando Yuri patina. Él ve a un humano que se rompe y se lavanta.

Y a pesar de Yuri posee los ojos de un soldado sigue siendo frágil como un hada

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Hola!
Lamento tanto en tardar en publicar algo, pero quise enfocarme en arrogancia, mi otra novela de Otayuri
Muchas gracias a todas por leer.

Son mas de cien lecturas akdjrkdnikwksks

GRACIAS POR TANTO POR TAN POCO