08: Tablita (Scömìche)

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Para valeegarcia3110

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–Travis, no, por favor. Podemos resolverlo– lloro, en el umbral de la puerta de nuestro cuarto.

   Bueno, ya no es nuestro. Quien fue mi novio por casi un año y medio, está llenando dos grandes valijas con sus pertenencias.

–No, Mitch– el aludido me mira por un segundo, sin demostrar una pizca de compasión al verme con las mejillas humedecidas por mis dolorosas lágrimas –Ya no puedo seguir con esto.

–No puedes hacerme esto... Travis, no puedes hacernos esto. Tenemos una relación tan bella...

–Mitch, no...

–Casi puedo vernos en el altar, diciendo nuestros votos, entregandonos al otro de por vida...– sollozo, recostando la cabeza en el umbral –Puedo figurarnos a los dos haciéndonos viejos juntos...

–Basta...

–¿Qué pasó con todos los “te amo”, Travis?

–FUERON FALSOS, ¿OKAY?– escupe a viva voz, totalmente exasperado.

   Sus poderosas y destructivas palabras resuenan por todo el cuarto, adhiriéndose a las paredes. Mi cuerpo, paralizado y silencioso, permanece aún en el umbral de la puerta.

–Mitch... Yo nunca te amé– confiesa, sin mirarme –Me gustaba tu cuerpo. Todavía me gusta. E intenté, te juro que intenté sentir, de verdad sentir algo por ti. Cuando me ofreciste vivir contigo hace tres meses, crei que era la solución, que al convivir contigo podría desarrollar algo más que atracción física. Pero no, Mitch, no funcionó. Simplemente teníamos sexo más seguido, solo eso.

   “Teníamos sexo”... Cuando hablaba con mi mejor amiga Kirstin de cuando estaba en la cama con Travis, yo decía “hacer el amor”.

   Mi destruido interior moviliza mi paralizado exterior, moviéndolo del umbral, y cediéndole el paso a ese chico que me utilizó como un objeto todo este tiempo.

   Soy todo escombros por dentro. Desde que aquel ser pone un pie fuera de mi casa, solo una palabra comienza a dar vueltas por mi cabeza.

   Venganza.

   En cuanto cae la oscura y fría noche, concreto el plan que llevo todo el día ideando.

   Conduzco por la ciudad, hasta ya arribada la medianoche. Las estrellas tintineando en el despejado cielo son las únicas que me ven entrando a ésta tienda de tatuajes 24 horas abierta.

   Me tatúo en el hombro “tu nombre”, y sonrío ante la estupefacta cara del tatuador, inconsciente de la razón por la que lo estoy haciendo.

   Al otro día voy a un sexshop y gasto la mitad de mi sueldo en todo lo que pudiera necesitar para darle a cualquier chico una noche inolvidable. Me llevo esa gran bolsa a mi casa y la meto bajo mi cama.

   La cama que solía compartir con él.

   Kirstin insiste en que quiere presentarme a un amigo suyo. Me pregunta cual es mi idea de venganza al tatuarme las palabras “tu nombre” y al comprarme todos los dildos y vibradores que puedo. Ya lo sabrá.

   Ya lo sabrán todos.

   En cuanto el tatuaje está cicatrizado, me pongo la ropa más provocativa que encuentro y salgo en la noche a buscar un bar.

   Una vez que entro en uno de los cientos que estan abiertos, y luego de beber algunos tragos, pongo mi vista en uno de los atractivos sujetos que deambulan por el lugar.

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⏰ Última actualización: Jan 17, 2017 ⏰

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