Capítulo 9

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En las oficinas del DIF todo se encontraba muy tranquilo hasta que el Oficial Almirez y el Oficial Lopez entraron en la oficina principal.

-¿Todo listo?-. El Teniente levanto la vista de unos documentos que estaba revisando.

.- Sí teniente-. Contesto Almirez.- Aquí están los resultados de las investigaciones-. Respondio entregandole unos documentos.

.- Muy bien, en unos días el juez dara su veredicto. Pueden marcharse. -.

.- Hasta luego teniente, que tenga buen día-. Despidiéndose el Oficial Lopez salio junto a el oficial Almirez.

En la mansión Uckerman, la familia se encontraba viendo la película "Titanic".

.- ¡Hija de su....-. Dulce iba a expresarse con sus "bellas" palabras pero Ucker de manera precipitada le tapa la boca.

.- Hay infantes presentes-. Exclamó Ucker "indignado" por el vocabulario tan "refinado" de su esposa.

.- ¡¿Pero cómo es posible?!, ¿¡Esa pelirroja teñida dejo morir al guero?!,....-. Dulce iba a seguir reprochando pero se vio interrumpida al darse cuenta que su esposo e hija ya se habían retirado de la sala donde estaban y pedían una pizza por teléfono. Susurrando maldiciones vuelve a sentarse en el gran sillón familiar.

Mientras que en el gran departamento de Anahí y Poncho, ambos se encontraban acostados en la recamara principal, abrazándose con cariño disfrutando el cómodo silencio del departamento combinado con algunos sonidos de la ciudad.

.- Hace tiempo que no estabamos así, juntos, quisiera que estuviéramos así siempre-. Dijo Anahí acercándose mas a Poncho.

.- A mi también me gusta estar así contigo cariño, te extrañé toda esta tarde que no nos habiamos visto-. Respondió Poncho abrazando cariñosamente mas fuerte a su novia.

En el norte de la Ciudad de México, Maite se encontraba en su departamento viendo películas románticas mientras comía helado de chocolate, lo que para algunos les parecería ser una consecuencia de algún desamor, acompañado de una depresión inminente, para Maite es la mejor tarde de su vida pues por fin había mejorado su habilidad de llorar y le pensaba sacar provecho para sus siguientes actuaciones.

.- ¡Aquí voy Hollywood!, ¡Jajaja, Leonardo Di Caprio envidiara los Oscares que ganare!-. Grito emocionada Maite para después echarse a reír y seguir pensando en lo que para ella era su plan malvado de conquistar la actuación.

Educando a papá y mamáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora