6.- Desastre de Desastres.

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Kenneth

El viento aun soplaba fuerte, su cabello danzaba hacia enfrente,  su flequillo estaba algo alborotado, miraba su casa impactada, caminaba a paso lento casi arrastrando sus converse nuevos,  dió una pulsasión más en su telefono y en seguida lo llevó a su oido una segunda vez, aun con la frente en alto viendo el gran impacto, se aproximo a la puerta, yo estaba tan serca de ella como para notar que temblaba un poco, se acercó a la puerta, tomando la perilla en su mano derecha mientras sostenia el celular con la izquierda.

-¿hola?, ¡¿en donde estas?!-
me desconcentré en cuanto al fin le contesto el telefono a quien fuera que estubiera llamando, se escucho un balbuseo del otro lado de la linea

-¿estas bien?-

otro cilensio acompañado del pequeño susurro

-no no me contesta, ok, te veré luego ¿vale?, yo a ti, chao-

guardo el telefono en un bolsillo del short, sacó un dije de llave de una cadena larga que traia dentro de la remera y abrio la puerta lentamente, safó la llave y volvio a guardarla, dio pasos cautelosos, me le adelante para tenerla segura de que nada pudiera caerle en sima, y la fui encaminando por donde no pudiera dañarse con los vidrios rotos que habia en el suelo, al fin en medio de el recibidor ella miraba para todos lados muy impactada, su casa, a pesar de estar muy dañada estaba hermosa, todas las paredes de color blanco, sillones en color café con aplicasiones en dorado, una alfombra roja en las escaleras que llebaban arriba, todas las puertas eran iguales de el mismo tono de madera, unos cuantos jarrones decorativos se habian caido, las cortinas color crema habian acabado tiradas unos metros a delante, otra quedo atravesada en las escaleras.

Se escuchó un ruido a nuestro lado izquierdo, detrás de una puerta, Iris se apresuro a abrir aquella puerta, la segui de cerca,

-¡nana!-

gritó entrando sin cuidado, la segui y divisé a una señora mayor con cabello castaño teñido, delgada y con un vestido amarillo pastel con un mandil blanco, me acerqué rapido a ella al darme cuenta de que el ruido habia sido por que ella calló de arriba de un banco,

-nana ¿estas bien?-

dijo Iris muy preocupada al mismo tiempo que ayudabamos a ponerla de pie de nuevo

-¿que haces aqui? la casa se cae ¡no deberias estar aqui!-

-lo mismo te digo a ti-

la señora se quedo muda, un segundo despues me miró

-¿quien es el?-

-es un amigo, su nombre es Kenneth, Kenny, ella es Estela-

-un gusto conocerla-

dije extendiendo mi mano para saludarla

-¡no hay tiempo para formalidades jovensito, salgan de aqui de inmediato!-

dijo rechasando mi saludo,

-no ire a ningun lado sin ti- insistió Iris

-bien, vamos a fuera-

sedió Estela, salieron ellas primero y las segui, salimos de la casa, Iris saco la llave de nuevo y cerro la puerta despues de que yo salí,

- te cargo a ti primero y despues llevo a Estela ¿o como le hacemos para que no se me enfermen?-

Estela iba muy delante de nosotros y cuando la pude divisar ya estaba a media calle con el agua en los tobillos

-olvidalo... sube-

ella aun apenada hiso caso y me adelanté a Estela para mostrarle por donde ir.

Llegamos a la camioneta, abri la puerta y di la espalda al sillón para que Iris pudiera sentarse,en seguida se corrio un lugar para que Estela se subiera y tomara asiento lo cual hizo  en cuanto me quite y fui a sentarme en el lado del piloto, cerramos las puertas al mismo tiempo,

Solo Ella tuvo la culpa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora