Cada micro-historia que aquí es presentada, refleja un relato propio, cercano o producto de mi imaginación, cada una de ella plantea un protagonista, y esto nos hacer ver que en la vida no solo existe una estrella estelar, sino que cada uno de nosot...
Gustavo es un hombre de treinta y cuatro (34) años de edad, el cual se encuentra solo, aunque por momentos su única compañía son los recuerdos y remordimientos, por sus malas decisiones ahora está pagando las consecuencias de estas. Ya no puede distinguir el día de la noche y eso en realidad ya no le importa, el aire no es puro y fresco, es pesado y mal oliente, donde esta no tiene amigos y aunque no hiciera nada siempre parecía tener enemigos rondándole, no duerme, ni puede conciliar el sueño por la imágenes que lo atormentan y tampoco se le es posible dormir ya que de hacerlo no sabría si podría abrir nuevamente los ojos, aunque a veces eso es lo que deseaba, nunca más había visto a su esposa Carmen y su pequeño hijo Matías, desde aquella noche donde casi les quita la vida.
Gustavo estaba en la cárcel, el alcohol había hecho estragos en su vida, llevándolo a ser un hombre insensible, grotesco, agresivo, su esposa intentaba ayudarlo pero al parecer su perdición en esa potente y adicta droga ya lo había atrapado en sus poderosas garras, Carmen tenia la esperanza de que ya no tomara mas, que pensara en su familia, en su pequeño hijo que tanto lo amaba, así que esa noche decidió preparar una cena para celebrar el posible empleo que le habían dado a su esposo, pero cuando este llego estaba irreconocible. Golpeo a su esposa dejándola inconsciente, su pequeño hijo también sufría daños al tratar de defender a su indefensa madre, pese a su corta edad sabía lo que pasaba, y su padre queriendo o no le había hecho daño a él también.
El hombre salvaje reacciono ante lo que había hecho, comenzó a gritarles perdón y ver a su esposa e hijo los cuales yacían en el helado piso con algunas manchas de sangre, el hombre entro en pánico pero en vez de huir decidió ayudar a su familia, acudió en muy mal estado de ebriedad hasta el hospital más cercano, pedía a gritos ayuda para su esposa y pequeño, una vez enterado que la condición de su familia no era critica decidió acudir hasta los cuerpos policiales y el mismo entregarse por los daños ocasionados.
Esa bestia capaz de hacerle daño a sus seres amados convirtiéndolos en victimas y tomándolos en las temidas garras de su locura, consecuencia del alcohol, no siempre fue así, tiempo atrás se le conoció por ser un gran esposo y por ser un padre excepcional, un ejemplo a seguir para los demás hombre, claro que ya eso no es así.
Había sido víctima de una gran estafa, había invertido y entregado todo el dinero que tenia y el que no también, sacrificó el humilde patrimonio de su familia esperando frutos deliciosos y placenteros pero no fue así, se quedo sin nada, sin dinero, sin patrimonio, sin un seguro económico estable para su familia, pero así como perdió todo lo material también había empezado a perder sus ánimos de seguir, su valentía, fuerza, coraje, voluntad, todo se había ido, no quedaba ni la sombra del hombre trabajador y decidido de un par de semanas atrás.
Prefirió hundirse en la depresión y ahogarse en el alcohol, no lucho por la hermosa familia que tenia, tal vez no se daba cuenta que la estafa no solo había sido para él, sino para su familia también, que el daño no se lo hacía solo el sino a sus seres queridos también, y el daño se hizo completamente tangible el día en que arremetió contra ellos.
Por sus malas decisiones ahora estaba en la cárcel, todos los días sufría y se arrepentía de lo acontecido aquella noche, se odiada y no se reconocía, al igual que su familia y personas cercanas, se preguntaba ¿Dónde había quedado el hombre luchador y trabajador, donde había quedado el esposo y el padre ejemplar? Sumergido en el infierno del alcohol, tal vez.
Desde el día que se entrego y comenzó a vivir bajo los barrotes y suciedad de su celda, no volvió a saber de su familia, no sabía cuánto tiempo había pasado pero su conciencia le indicaba que habían pasado casi dos años, nunca había tenido noticias de ellos y eso lo destrozaba pero comprendía, suponía que no querían ver al hombre que tanto daño les había causado.
- Tienes visita / El ceño de Gustavo se frunció en tal magnitud de no entender lo que sucedía, asumió que era un error del uniformado pero prefería seguirlo a recibir una golpiza o ser castigado por no obedecer.
Al salir del pasillo donde se encontraba con todo el resto de los prisioneros pudo distinguir a una hermosa mujer de tez morena en compañía de un niño igual de hermoso que ella con una piel canela como su madre pero unos ojos grandes y grises como los de él. Era su familia.
Ellos lo miraban atentos ante su expresión, a ellos se les notaba nervioso al igual que él, Gustavo estaba a escasos metros de ellos paralizado por el miedo y el temor de la reacción y lo que ellos tenían para decir, se le hacía imposible detener las lágrimas que comenzaban a empañar sus ojos. Pese al miedo decidió acercarse poso a poso, sus lágrimas comenzaban a abandonar sus ojos para así deslizarse por sus mejillas.
- Papá (Dijo el niño algo tímido y nervioso pero con dulzura y entusiasmo)
- Hijo (Susurro sin poder continuar. Eran tanto el dolor en él, el remordimiento, pero la emoción de tenerlo cerca nuevamente)
- Feliz Cumpleaños Amor (Responde la mujer, extendiendo sus manos hasta las de su esposo. Habían lagrimas en sus ojos, ella había sido víctima de él, pero su amor y perdón habían sido mayor que los daños ocasionados)
El no podía creer tenerlos cerca, sentir el aroma de su esposa, ver su belleza, sentir su amor sin importar la sucedido, ver a su hijo que ya había crecido mucho desde la última vez que lo había visto, ver como comenzaba a parecerse más a él, sus ojos eran idénticos. No tenía ni idea que día ni que hora eran por lo que desconocía que hoy era su cumpleaños, pero su mejor regalo era que sus amores estuvieran con él.
Gustavo le pidió infinidades de veces perdón, lloro hasta el cansancio, su arrepentimiento era sincero, les dijo que recuperaría su amor y su confianza, cosas que con cada visita iba logrando. Las visitas eran constantes nunca faltaban, hasta el día que ya no tuvieron que hacerlas más ya que el llego un día a su antigua casa, había logrado salir antes del tiempo estimado por su buen comportamiento.
El hombre volvió a ser el mismo del inicio, comenzaba a ser el esposo modelo un padre ejemplar, cada día trabajaba duro para recuperar lo perdido y no solo el dinero sino el amor y confianza de su familia.
El alcohol nunca más volvía a su vida y no tuvo que pagar caro por las consecuencias que este acarrea.
"Las decisiones que tomes hoy podrán tener un efecto positivo o negativo tanto en tu vida como en la de los que te rodean, por eso piensa bien antes de tomar alguna decisión, la cuestión no es cohibirse ni dejar de lado tus gustos, ideas o convicciones, solo medir y analizar los aspectos negativos y positivos de tus posibles acciones.
En este caso se demuestra que los vicios son nocivos, y que el alcohol no te dará soluciones para tus problemas, más bien los empeorara.
Y recuerda que por más que quieras, muchas veces la vida no te da segundas oportunidades"
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Espero que estén muy bien, quería agradecerles por sus votos y comentarios, eso es muy importante para mi y vale mucho...
