Yo, no soy yo

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-Cuéntame una de vaqueros- Estaba dejando sus dedos marcados sobre la blanca piel.

-Búscalo, y entonces hazlo venir- La chica hacia fuerza para lograr soltarse, acción que no lograba.

-Eso... Haremos- La haló del brazo mientras caminaba por el cuarto.

-Jinyoung... Por favor... Suéltame... Me duele el brazo-

- ¿Cómo hiciste para que su voz saliera del baño? ¿Acaso tienes una grabadora o eres bruja? -

-Te lo estoy diciendo, soy Jaebum- Para aquel momento, ya se encontraban saliendo de la habitación.

-Es la primera vez que veo a Jaebum con cabello largo, piernas torneadas y... Senos- El menor fijo su mirada en el voluptuoso busto de la chica.

-No creas que me siento a gusto estando así- Nuevamente intento zafarse. -Esta mañana desperté así y no sé qué hacer-

El menor sujetó con fuerza ambos brazos de la chica y la llevó hasta el sofá de la sala, lugar donde la dejo caer con fuerza.

-A ver. ¿A qué hora me fui anoche? - Se cruzó de brazos mientras analizaba el cuerpo frente a él, cabello ondulado castaño, piernas gruesas, piel blanca, brazos delgados, labios definidos y delgados...

-Como a las 11:20-

Senos grandes, que a simple vista solo eran cubiertos por la tela blanca de la camisa.

- ¿Jinyoung? -

El borde de la prenda solo cubría lo estrictamente necesario de sus muslos para arriba.

-Si quieres puedes preguntarme otra cosa- Se removió estando aun en el asiento, acción que no pasó desapercibida por el menor. Bajo la tela, se podía ver un cuerpo para nada delgado, pero si curvilíneo.

- ¿Estás bien? -

Reaccionó.

-Sí, emm esa pregunta no me dice nada, muy bien entonces ¿Cuánto tiempo llevamos Jaebum y yo? -

-Tres años- Contestó rápidamente

- ¿Hace cuánto vives aquí? -

-Casi dos años-

- ¿Qué estoy estudiando? -

-Cocina gourmet-

Entrecerró sus ojos, pensando.

- ¿Qué estudias? -

-Arte escénico. Jinyoung, todo lo que me preguntes lo voy a responder- Habló suavemente.

- ¿Ah sí? Bien, ¿Por qué peleamos anoche? - Atacó

-... ¿Tengo que responder? -

- Entonces ¿Dónde está Jaebum? -

-Porque fui un idiota ¿Contento? -

- ¿Dónde está Jaebum? -

- Jum... Porque me sobrepasé contigo, quería hacer las cosas a las malas, aun sabiendo que a ti no te gusta que te presionen. Quería disfrutar de ti gimiendo mi nombre, porque sabía que, aunque no quisieras así las cosas, lo ibas a hacer por mí. Lo siento Jinyoung, me comporté como un imbécil anoche y, aun así, dije cosas que no debí haber dicho nunca en mi vida. No eres una chica, porque... Bueno... Ahora yo soy una- Su pecho subía y bajaba al compás de su respiración.

El menor clavaba su mirada en los oscuros ojos.

-Haré como que te creo, pero ¿Cómo rayos se supone que se revierte esto? Mejor dicho ¿Qué dijiste anoche? –

-Que eras una mujer y-

-Me refiero a cuando me fui- Cortó rápidamente.

- No lo sé, dije muchas cosas-

-Bien, no entres en crisis. Debe haber alguna forma para hacer que vuelvas a ser Jaebum... Jaebum hombre-

La chica se levantó del sofá, viendo directo a su acompañante.

-Y mientras ¿Qué hago? -

-Lo primero es ponerte ropa-

-Toda la ropa me queda grande, solo mira esta camisa- Levantó los bordes de la camisa más de lo debido.

- ¡Baja eso! - El menor giró su cuerpo.

- ¿Qué cosa? –

-La camisa, bájala-

- ¿Por qué? – Bajó su mirada a su nuevo cuerpo.

-No llevas ropa interior-

- ¿Ah? ¿Es eso? –

-Por favor baja eso-

- Pero ya me has visto desnudo...-

-Desnudo si, desnuda no-

De repente el cuerpo del muchacho se vio rodeado por los blanquecinos brazos.

-Vamos Jinyoung, sigo siendo Jaebum-

-Suéltame por favor- Sentía los pechos de la joven contra su espalda, sus nervios se dispararon e impulsivamente sujetó los antebrazos que le rodeaban.

- ¡Auch Jinyoung! Eso duele-

- Cuando te digo algo, lo haces y punto- Sentenció mientras acercó su rostro paulatinamente al de la señorita.

- Si, está bien, suéltame ya-

- ¿Quedó claro? – Hizo presión.

- ¡Ya! SI JINYOUNG, HARÉ LO QUE DIGAS, PERO PUTA VIDA, ¡SUÉLTAME! – Gritó a causa del dolor.

Le soltó con desidia.

- ¿Tienes ropa de tu hermana aquí? –

-Solo quedan unas blusas y un par de zapatos-

-Ponte algo de eso-

-Me faltaría la parte inferior-

-Ponte algo tuyo-

- Pero ¿qué? -

-No lo sé, tu eres la mujer aquí, combina algo-

El cuerpo de la joven se movió rumbo a la habitación, no sin antes escupir al aire un claro y fuerte Imbécil.

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