La casa de Jackson se encontraba a por lo menos una hora, tiempo suficiente para pensar en una excusa válida o por lo menos lograr acomodar las ideas para revelar la verdad, esta última implicaba convencer completamente a Jackson, un hueso duro de roer. Se reclinó sobre el sofá y pensó, en cómo podría demostrarle a su mejor amigo que era él, mientras llevaba una muy incómoda toalla higiénica en medio de las piernas. Si contase con la ayuda de Jinyoung sería todo más fácil, pero ni siquiera su novio lo apoyaría.
Su teléfono móvil repentinamente comenzó a sonar, dejando ver que era su amigo quien se comunicaba.
-Dime-
-Le pedí a Mark que me llevara, ya que como recordarás tiene un hermoso y genial auto en el cual debe presumir a su hermoso y genial novio-
- ¿¡Por qué!? -
- ¿Qué suce...--No no no no no no Jackson no- Su voz se quebraba por segunda vez en el día.
-Oye tranquilízate, Mark nos puede ayudar, no es mucho, pero algo es algo-
Cortó la llamada y dio paso a que su cerebro entrara en caos. Mark no le caía en lo absoluto mal, por el contrario, era el amigo de su novio, pero si hablar con Jackson ya era una tarea difícil, estando Mark presente las cosas se tornarían caóticas.
De repente su mente caviló una idea y para ello marcó de vuelta el número de su amigo.
- ¿Jackson? -
- ¿Por qué carajos me colgaste? -
-Sucedió algo de improviso, anunciaron reunión de propietarios-
-Pero fuiste a una hace menos de 2 semanas-
-No sé qué sucedió, pero sabes que no puedo faltar-
-Me estás sacando el trasero para no hacer el trabajo-
-Tú sabes que no soy de ese tipo, aún tenemos dos días para terminar, envíame lo que llevas hecho y te reenvío lo que adelante ¿Sí? -
- ¿Y mientras qué hago? -
-Disfruta la noche con Mark-
-Idiota...-
- ¿No quieres? -
-Claro que sí-
-Bueno entonces como sé que me tienes en altavoz. Adiós Mark, cuida a la princesa-
- ¡CÁLLATE HIJO DE...! ¡Como mandes capitán! – Se escucharon las dos voces del otro lado de línea y pudo finalizar la llamada.
-Perfecto y ahora qué- Conversó consigo mismo buscando respuesta a sus problemas. -Piensa Jaebum ¿Qué más asuntos tienes pendientes para esta semana? - Se dirigió hacia la cocina, mientras veía la nevera a punto de desocuparse, recordó. -No me he reportado en la universidad, tampoco en el trabajo, aunque no tengo muchas ganas de volver de igual manera- Con el jugo de cajita en sus manos, se sentaba en el comedor, mirando fijamente al elefante que durante la pelea había caído al suelo. -Solo han pasado dos días y estoy hecho mierda, por mi propia culpa- Su reflexión se acompañó por una risita.
Pasadas las 11pm el correo con el trabajo realizado por Jackson llegó, buscó el lugar donde guardaba su laptop, tecleó su listado de canciones favoritas y en marcha se dedicó a adelantar su correspondiente parte del trabajo. Click tras click, tecleaba tan rápido como sus falanges se lo permitían, a veces cuando la canción era demasiado pegajosa no podía evitar mover un poco sus hombros y tararear parte de la sinfonía, antes había puesto un vaso con jugo, ya que cada que su garganta se secaba por estar repitiendo las palabras que redactaba bebía un refrescante sorbo y proseguía su labor, brincada de una a otra entre las pestañas abiertas música, trabajo, investigación, música, trabajo, música, música, charlas con los compañeros que también se encontraban haciendo sus deberes, más música. De aquella manera y sin darse cuenta hacía unos 30 minutos había finalizado la lista de reproducción, cuando cobró conciencia que no se escuchaba ni un solo ruido excluyendo el teclado, pudo notar que aún le faltaba trabajo por hacer, pero habiendo terminado los puntos más difíciles, su vista se desvió hacia la hora en el monitor, este marcaba las 3:30am.
-Por eso tengo sueño- Le echó una ojeada a su teléfono y lo vio.
"Pasa buena noche" Jinyoung 9:47pm
Su cuerpo se movió involuntariamente como si convulsionara y chilliditos salieron de su boca.
-Parezco mujer enamorada... Estúpido-
"Gracias, pasa buena mañana" Jaebum 3:37am
Habiendo recobrado la compostura, envió el mensaje, cerró la laptop, lavó el vaso, fue al baño para cambiar la repleta toalla y pudo con tranquilidad ir a dormir.
Cuando despertó se dio cuenta que era una señal divina que fuese sábado, estiró su cuerpo como de costumbre, sus manos seguían igual que antes, suaves, tersas, delgadas y pequeñas, sentía el cabello largo dándole en la cara, las piernas gruesas y torneadas, y sus pies...
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Yo, no soy yo
أدب الهواةLas palabras pueden ser armas de doble filo, como también lo es, el frágil cuerpo humano.