Mi primer error

CAPITULO 3

JULIE BAKER

Era un hecho, Bryce era un tonto. Mis sentimientos hacía el se empezaron a esfumar, todo lo que hacía y decía, era para insultarme o hacerme quedar mal, el pensaba solo en el, no en los demás, su cambio fue muy notorio, al referirse de la enfermedad del hermano de padre, me causo un enojo enorme, y admitir que yo podría ser así, solo me lastimó más y más.

¿Como fue capaz de hablar así de mi tío? Una cosa es que se meta conmigo, pero otra con mi familia, así que esos hermosos ojos, ya no significaban nada para mí.

Hoy era el día de la cena. En la mañana, decidí ir a visitar a mi tío Daniel a Devonhurst, quería pasar tiempo con mi papá, y saber más de el. En el auto el silencio nos conectaba, de una manera que las palabras nunca podrían.

Al llegar, todo fue muy confuso, mi tío no me conocía, así que era como un tipo de desconfianza, pero al mi padre decirle que yo era su sobrina, se emociono mucho.

Jugamos un rato, y decidimos ir una pastelería, para celebrar su cumpleaños. Pedimos uno de vainilla, relleno de frutas, con cobertura de chocolate. Comimos, reímos, hablamos, fue divertido, pero sin querer, boto lo que restaba de su torta. Entró en pánico, boto las sillas, las mesas, y sin querer me lastimo con una parte del plato, para solucionarlo, yo le dí el mio, a lo que se calmó inmediatamente. Fue difícil, por fin entendí las condiciones que te daba esta enfermedad, además ignore todo lo que paso por completo, porque lo que me identifica es ver lo mejor de las personas. Al salir, me despedí con un gran abrazo, y desde ahí, empecé a visitarlo. Fue una experiencia maravillosa, a pesar del incidente.

Cuando llegamos a la casa, no me di cuenta lo tarde que era, entonces me arreglé rápidamente, para la cena con los Loski. Por primera vez mucho tiempo, mi vida no giraba al rededor de ese chico del que estuve enamorada desde pequeña, no puedo negar que todavía sentía ese pequeño cosquilleo cuando lo veía, pero no era lo mismo, ya no me gustaba.

En la cena, saludé de manera muy formal, excepto a Bryce, no le dirigí ni la mirada en toda la cena. Mi familia habló sobre la banda de mis hermanos, de su éxito, mientras en el fondo sabíamos que ellos no estaban de acuerdo con la idea de salir adelante por medio de la música.

Al final, el se dirigió a mi.

-Te ves muy bien.

-Enserio, ¿te atreves a hablar mal de familia y de mi a mis espaldas?, y luego me tratas como si nada hubiera pasado, superalo, ya entendí que tu no sientes lo mismo por mí, adiós.

Sentí que maneje muy bien la situación, me sentía con poder, ya no era la boba detrás de Bryce, no más. 

Pasó un día, en la escuela, me volví una persona completamente diferente, hablaba con todos, socializaba, pero no descuidaba mis trabajos, ya no era la chica rara, es más, mis nuevas "amigas", me invitaron a la feria anual de la ciudad, iban a ver atracciones, comida, presentaciones, lo mejor para despejar mi mente. Al decirle a mi mamá y a mi papá, no lo dudaron, les agradaba la idea de tener amigas.

Me sentía un poco rara, esto de salir no era lo mio, había mucha gente, mas que todo niños y adolescentes, lo que si me gustaba, eran las atracciones mecánicas, sentir adrenalina, ERA LO MEJOR. Ahora sí me divertía. Vi a Lynetta, la hija mayor de los Loski, con mis hermanos, y Bryce. Verlo no me causo nada, fue muy normal.

-Hola.-Dijo el.

-Hola.

-Bueno chicos, los dejaremos.-Interrumpió mi hermano.

Aughhhh, yo sola con Bryce, no era una buena combinación.

-Oye, lo siento, perdón por hablar mal de tu patio, perdón por insultarte a ti y a tu tío, perdón por nunca dedicar un tiempo a conocerte, perdón por juzgarte.

-Bien.

-¿Bien?

-Si, todo lo que quería escuchar, era una disculpa.

A quien engaño, lo que sí quería era sacar a Bryce de mi vida, suficiente me había lastimado, pero no hice nada, traté de disimular mi enojo. Hablamos un rato, a pesar de todo, la vida de el no era tan feliz como yo pensaba, su padre a veces era muy altanero, y cuando tomaba de más, decía cosas sin pensar. Ahí entendí que no podía odiar a Bryce, es que ni lo iba a hacer. Jugamos un rato en algunas estaciones, y esa tarde se portó como todo un caballero. Ya en la noche, me fui con mis hermanos, y el con Lynetta. Cuando llegamos a la casa, y mi madre hizo una pregunta que me sorprendió..

-Hija.. ¿tu que tienes con Bryce Loski?

-¿Yo y Bryce? Solo somos amigos.

-Lo se, pero ....  ¿a ti te gustaba?

-Si mamá, pero eso es parte del pasado, el no sentía lo mismo por mi, así que tome la decisión de dejarlo así, una amistad.

-Lo único que quiero es que no te lastimen.

Cuanto amaba a esta mujer.

-Tranquila mamá, eso no va a pasar, dije abrazándola.

Fui hasta la cocina y tomé una bebida, puse el tocadiscos, un poco de música para alegrar la noche, wow, ya ni me conocía. Observar ese hermoso sicomoro en el muro, eran idénticos, la diferencia es que este no era real.  Volví a pensar la primera vez que le hablé a Bryce, o cuando me tomó de la mano, o bueno, yo a el, cuando en la cena intercambiábamos miradas, pero eso simplemente quedo en mis recuerdos, y de ahí no iban a pasar.

En la escuela, a veces platicábamos, en las clases, nos volvimos compañeros de estudio, en algunas ocasiones nos hacíamos en grupo, hasta que se volvió  mi pareja en la sala de química.

En las tardes, mis hermanos me daban clases de guitarra, era realmente fácil, es como si tus dedos se deslizaran por algo muy suave. Hasta que una vez toqué con ellos, me gustaba, pero no lo veía como mi pasión, en cambio, mis hermanos lo hacían con toda la entrega posible, hasta que lograron que una disquera produciera algunas de sus canciones. Mi madre hizo una cena de celebración, con algunos postres, ¡amaba la cocina de mamá! .

BRYCE LOSKI

No sabía como mostrarle mis verdaderos sentimientos a Juli, así que fui a la feria que organizaba el alcalde de la ciudad. Ingenié una especie de plan que salió con éxito, porque por otra parte, la cena salió un caos. Pasé la tarde con ella, jugamos un rato, hablamos, pero de ahí nada más. Todo esto me quito un poco la culpa, pero estaba seguro que lo que sentía, no tenía nada que ver con eso.

Esa noche, Garret fue a mi casa.

-¿ESTAS LOCO ? ¿TU Y JULI BAKER?

-No veo el problema.

-ES MUY RARA, en todo sentido de la palabra.

-Eres un cretino.- Lo empuje, cerré la puerta en su cara.

¡Se merecía eso! y más, no se como la gente se toma el trabajo opinar sin conocer, aunque eso era lo que yo hacía, hasta que conocí lo maravillosa que es Juli.

Esa noche no pude dormir bien, mis sentimientos hacía ella solo crecían, aunque no estaba seguro de los de ella. A pesar de que me disculpé, en el fondo sabía que yo ya no le gustaba a Juli Baker.

Días después, ella fue muy buena conmigo, me ayudaba en la escuela, y eso me hacía sentir peor por como fui con ella.

En la escuela hicieron la subasta anual del chico de la cesta.

Y por suerte, lo digo en forma sarcástica, estaba nominado. Es como si nos vendieran, pero como por 2 horas, y cada uno lleva una cesta llena de comida. No me gustaba nada de esto, pero ¿y si Juli ofrecía por mi?