El chico del 5-A [Adaptación]

Capítulo 9: ¿cómo proponerle casamiento a Ji Yong sin morir en el intento?

Ya habían pasado algunos meses y todo seguía normal. Bueno, si se le puede llamar normal a lo que pasaba en aquella vecindad.

SeungRi como siempre sale a barrer el patio mientras observaba lo que hacían los demás. Ji Yong volvió a su locura diaria hablando con los gatos. Young Bae simplemente trabajaba, esta vez doble turno. Seung Hyun, repartía cartas y no había progresado en lo absoluto en su vida, pero ¡él es feliz! así que da igual.

Una mañana llego Seung Hyun bastante más raro de lo normal. Primero y principal: no llevaba su bolso de cartero ni cartas, segundo y no por eso poco importante: tenía un traje puesto y tercero y más impresionante: llevaba consigo un ramo de flores.

— ¡Vaya Seung Hyun! Parece como si te fueras a casar.

— Eso haré...

— ¿QUÉ? ¿Cuándo? ¿Dónde? — se alteró con la escoba en la mano.

— Aun no me caso, pero le propondré matrimonio a Ji.

— ¿Matrimonio tan pronto? ¿Sin ser novios antes?

— Llevamos como cinco meses de novios...

— Ah... — Ri no pudo seguir hablando, se tapó la boca y su semblante drásticamente se volvió pálido.

— ¿Estas bien? — Pregunto el cartero ante el rostro del menor que parecía que iba a vomitar — pensé que la colonia que me había puesto olía rico.

Ri se mete corriendo a su casa, de escuchan algunos ruidos y regresa después de unos minutos más pálido y con el cabello desacomodado.

— ¡Ya! — comenzó a arreglarse el pelo de nuevo junto a Seung.

— ¿Soy yo o estas más gordo?

— Yo no le diría eso a un chico que tiene una escoba en la mano — le miro de reojo enojado mientras se ponía a barrer.

— No, no, ¡estás muy delgado Ri!

— Más te vale.

— ¿Cuánto tiempo llevas?

— ¿De qué? — abrió los ojos muy grande barriendo más lento.

— Digo, así con vómitos.

— Dos meses.

— ¿Y no se te quita? ¿Haz consultado a un médico?

— Métete en tus asuntos... — partió la escoba por la mitad.

— Si, si, si....

— Buen día — sale Bae de la casa de Ri con ropa extrañamente hogareña.

— ¿Viven juntos? — se extrañó el mayor.

— Sólo pagamos una renta.

— ¡Ah! — Seung miro a SeungRi que de nuevo se llevó la mano a la boca y se fue corriendo a su casa.

— ¡Que raro, hace días anda así! — Dijo Bae mirando como el menor desaparecía por la puerta, luego miro a Seung — ¡Buen día hyung! ¿Qué haces vestido tan elegante?

— Es que vine a verte.

— Hyung, yo... bueno... tu sabes que salgo con el chico que está vomitando en el baño... ¡No debemos! Somos amigos.

— No te hagas, hablo de que vengo a verte por consejo.

— ¡Ah! Pues... anda, desembucha.

— ¿Cómo le pediste a Ri mudarte con él?