Al día siguiente.

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Al despertase se fijó que ella no estaba, pensó que era un sueño, pero se dio cuenta que no era su cuarto, era el de ella. <¡No es un sueño, lo de anoche no fue un sueño!>le dijo a su mente. Se levantó rápidamente a buscarla, pero al pararse se dio cuenta que estaba desnudo, fue buscando su ropa por todo el suelo <Que desastre> se dijo. Al terminar de ponerse el bóxer y el pantalón. Fue hasta la cocina ya que de ahí provenía un rico aroma y una música increíble, cuando llego, se dio cuenta que ella estaba utilizando su camisa, la de él, no la del chico popular, si no la de él. Sonrió complacido, ella bailaba mientras cocinaba <Se mueve bien> pensó. Fue a buscar algo en la alacena, estaba muy alto, salto para poder agarrarlo pero fallo, el pote callo ensuciando todo el suelo <Maldita sea> le escucho decir. Ella se agacho para recoger el desastre causado. <Bonita vista> fue lo que dijo al ver su redondo trasero. Ella se levantó, se volteo y se sorprendió al verlo ahí arrecostado de la puerta. El solo sonrió, con una sonrisa blanca y perfecta, para ella. Se le quedo viendo, hasta que ella reacciono y fue a darle los buenos días. Lo beso, él se sorprendió pero luego la agarro de la cintura y la beso. Sonreían mientras se besaban. El beso iba subiendo de tono pero un rugido del estómago de ella los hizo reaccionar.

“Lo terminamos más tarde pequeña, tenemos que comer” dijo el con una sonrisa pícara en los labios. Ella solo le dedico una sonrisa.

Prepararon el desayuno, comieron, platicaron un rato y subieron a la habitación. Mientras ella se acomodaba entre las sabanas, el la veía, conmovido. 

“Pequeña” la llamo. “Me debes algo” dijo seductor.

Ella voltio a verlo, sonrió ampliamente y dijo; “¿Si? No recuerdo deberte algo”

“No juegues conmigo pequeña, vas a salir perdiendo”

“Pero no recuerdo” dijo con voz inocente. Fue corriendo hasta donde ella, le empezó a hacer cosquillas, los dos reían a carcajadas. Eran dos pequeños jugando.

“Auch, eso dolió” dijo riendo.

“Lo siento mucho. Siempre pasa lo mismo” le dijo triste. El la agarro por la mejilla, le levanto la cara, roso sus labios y la beso. El beso fue avanzando poco a poco, tomando fuerza, lujuria y pasión. Cada vez había más prendas en el suelo, y nada en ellos, estaban sudando, excitados. 

Entro con fuerza, era como ver el paraíso en una persona, su cabello se le pegaba al rostro. Busco en su cartera el preservativo, ella lo veía con una sonrisa, ¡CASI SE LE CALLO EL CONDO! Pero ella seguía con su risa. Gemidos por aquí y por allá, hasta que uno fue más fuerte que los demás. Salió de ella, le beso la frente y se quedaron dormidos.

Al despertar fue a su casa, había pasado todo el fin afuera. Su mama llegaba en la noche y tenía todo el día libre. Invento en hacerle un regalo. Le llevaría una rosa, mañana al colegio.

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Perdonen la tardanza, estoy apenada pero no tenia tiempo de entrar y eso. 

Es corto, lo se. ¿Les gusto el capitulo anterior? A mi me encanto. 

Autora: Ana Vastag. 

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