¿Venden pizzas?

Q u i n c e.

—Estoy muy feliz Shawn.

—Que bien ¿vas a pedir lo de siempre?

—Lo digo enserio.

—Yo también.

—Dejame comentarte el porqué.

—Aquí vamos.

—Entonces, no sé si sabías que tenía un perrito.

—Eh ¿hola?, no te conozco chica —Interrumpió mi historia.

—Su nombre es Pepperoni y es un pug muy lindo y travieso, en fin, estaba comiendo mi pizza y el vino a mi y me miró con esos ojos enormes, como el gato con botas ¿sabes? Yo le pregunté  que quería mientras le daba un mordisco a mi pizza y levantó su linda patita. Empecé a mover la pizza y el la siguió con la mirada, entonces le di y el casi se termina la mitad. Me sentí como una madre orgullosa de su hijo.

—Genial.

—Agh, te cuento algo hermoso ¿y tú me sales con un simple genial?

—Cool.

—A veces te odio.

—Ajá.

Gruñí y colgué.