No Lo Esperaba (Dippcifica Dipper x Pacifica)

Decisión

Los días pasaban y el castaño no paraba de pensar en lo sucesos ocurridos en el pasillo del mini mercado, quería volver a sentir esa embriagadora sensación pues para él era como un sueño cumplido.

-Debo parar, me hice una meta y la cumpliré-. Se dijo a sí mismo mientras trataba de centrarse en el programa de tv que todos estaban viendo.

-Que aburrido-. Dijo Wendy explayándose en la alfombra.- Diper deberíamos ir a hacer algo más

El chico pensó que eso lo distraería un poco de lo que consumía su mente.

-Claro, porque no, ¿tío Stan podemos tomar prestado el carrito de golf?

-Tómalo chico, solo cállate y déjanos ver la televisión-. Contesto y se volvió a sumir de lleno en el aparato.

Se plantearon un juego que consistía en ir a toda velocidad entre los árboles y tratar de esquivar la gran mayoría antes de frenar en seco; el juego los entretuvo bastante y al final se decidieron por ir a tomar algunas sodas en un lugar que Wendy conocía.

-Extrañaba esto sabes, el salir y alocarnos un poco-. Dijo después de un sorbo de su soda.- Los muchachos son geniales pero cuando estamos los dos es más relajante.

-Sí, yo también lo echaba de menos, ¿cómo has estado Wendy? No hemos hablado de lo que ha pasado estos dos años-. Diper se sentía raro al poder hablar con naturalidad, antes cada vez que ella estaba cerca el no paraba de sudar y tartamudear y ahora sentía que hablaba con otro chico.

-No ha pasado nada interesante desde que se fueron, creo que es por que superar lo que paso es difícil, no todos los días baja un triángulo malvado que trata de dominar el mundo, pero me alegra que volvieras, ahora que estas aquí no sentiré todo tan aburrido.

-Sí, este verano será genial y espero que más tranquilo que el anterior.

Ambos hicieron un brindis y se recostaron sobre el césped para ver el atardecer.

-Bueno, será mejor que volvamos, ya es algo tarde-. Dijo la pelirroja mientras se ponía en pie.

-Me quedare un rato más y llevare el carrito, así que puedes adelantarte.

-No te quedes hasta muy tarde, cuídate, nos vemos mañana.

Tras unas horas recostado con el mismo pensamiento rondando en su cabeza el joven se decidió por ir hacia la tienda donde había pasado todo, pensaba que si volvía y veía una vez más a la rubia podría olvidar todo, aunque en el fondo era lo que menos quería.

Al llegar dejo el carrito al frente de la tienda y se aventuró al interior, no vio a nadie en el cajero y eso hizo decaer un poco sus ánimos, los más probable es que ella no estuviera de turno, había sido un tonto en pensar que estaría en el cajero con su hermosa sonrisa y su rubio cabello a la espera.

Solo por impulso se dirigió al pasillo y se recostó en uno de los laterales, pero lo siguiente casi lo hace caer de sorpresa.

-¿Me estas acosando?-. Pregunto la voz tan dulce como la miel en tono burlón que él había esperado escuchar.

-Pacifica-. Soltó con sorpresa.- jaja, no, claro que no, es solo que....

Volteo y agarro el primer producto que encontró.

-Estaba buscando esto-. Dijo mostrando un paquete de salsa para espagueti.

-¿Así que vas a cocinar?-. Sonrió incrédula mientras el castaño asentía nervioso.

-Sí, exacto-. Estaba demasiado nervioso como para decir algo coherente así que solo le daba la razón.

-Suena interesante, quiero probar tu cocina.

-no cocino bien, créeme no te gustara.

-No importa, puedo tolerarlo, créeme cuando quiero algo lo consigo, así que vete resignando.

-Pero....pero.........está bien, puedes venir, hare una porción extra.- Comento con resignación

-Genial, pasa por mí a las 5.- sonrió victoriosa.

Se despidieron y Diper se dirigió a la cabaña, en el trayecto se dispuso a pesar todo con calma, sus problemas aumentaron cuando empezó a enumerar su problemas, primero no sabía cocinar, segundo no sabía si siquiera había pasta en la cabaña y tercero la cabaña estaba algo desordenada para recibir a la tan refinada chica.

Pero dentro de todo se dio cuenta de algo, era una cita, no estarían solos en la cabaña pero aun así lo era, tal vez ella no lo veía así pero para él lo era y se sentía feliz.

Tal vez no era tan malo después de todo, el resto del camino no pudo borrar su sonrisa.

Perdón por la tardanza, jaja, había mucho que hacer estos dias