DAZED | EXO KAI

IV

Intente no responder a su mirada desinteresada cuando estaba acomodando una colorida bufanda en su cuello.

Suspire al recordar lo extraño que fue el almuerzo de hoy comparado a lo normal que se estaba comportando en este momento, justo como había esperado que se comportara desde un inicio: desinteresado y aburrido. Nos habíamos movido a un campo de construcción a las afueras de la ciudad, el ambiente era seco, cálido y podía sentir la arena en toda mi ropa y zapatos,pero todo esto hace parte del esfuerzo de un buen photoshoot.

-Lo siento Jongin, tendrás que aguantar un poco mas con las luces, necesitamos mas calidez.

-Esta bien -dijo mirando a el camarógrafo y acomodándose recostado en la pared, entonces vi unas pequeñas gotas de sudor cayendo por su cuello y fui casi corriendo por un pañuelo, lo limpie con delicadeza y nuestras miradas se encontraron de nuevo. Había llevado mas que bien mi papel "profesional" hasta ese momento, corrí de nuevo hacia el refugio de Tomas, justo detrás de su cámara.

-Cálmate, está mucho mas normal ahora.
-Debería ir a un psiquiatra para que me envíe pastillas para la ansiedad, esto esta empezando a afectarme demasiado. -dije mordiendo mis uñas mirando hacia dónde estaba el acomodando las mangas de su chaqueta, sentí un ligero codazo.
-Se te pasará, es que enserio esta muy sexy y mas cuando entra en el papel de modelo -era tan inusual escucharlo hablar libremente de un hombre que no pude evitar reírme -Gracias por reconfortarme Tomas, me has quitado un peso de encima.

Terminamos con todas las fotos que necesitábamos en este set en menos de dos horas, lo cual era nada usual considerando lo bien que habían quedado las fotografías, finalmente estaba tomando un poco de cola con Jessica y hablando del set de mañana cuando escuche el mismo ringtone de mi celular, me toque los bolsillos y justo en ese momento vi que Jongin se acercaba...y agarraba su celular que estaba justo a mi lado.

Como era posible que tuviéramos hasta los mismos ringtones!, pensé internamente.

-Hola Sarita... si estoy muy bien, la gente aquí es especialmente cálida -sentí su mirada y quise salir de ahi inmediatamente, la tal Sara tal vez fuera su novia, ademas no tenia porque escuchar conversaciones ajenas -Nos vemos la próxima semana, también te he extrañado -se rio al escuchar su respuesta y sentí un dolor familia en el pecho -adios Sarah

Mire a Jessica de la manera mas significativa que pude y ella inmediatamente se puso en marcha como mi salvadora, aclaro su garganta para así dar su pequeño discurso rutinario.

-Bueno muchachos fue un gran día, les agradecemos mucho su esfuerzo y dedicación para este photoshoot, esperamos que pasen una buena noche para que vengan con buenas energías para mañana, por ahora esta ejecutiva y esta directora de arte se van.

Nos despedimos con la mano y sentí como Jessica me detenía.

-No me mates, es que tenemos que...
-pensé que me iba a salvar esta vez -puse ambas manos sobre mi rostro, podia sentir la suciedad de esa construcción en todo el cuerpo. Jessica tenia como regla despedirse directamente de los influencers y managers por si los necesitábamos en el futuro y yo solo quería salir de ahi para ducharme y dormir como un bebé .

Nos acercamos a el lugar donde ambos estaban sentados, Jongin estaba hidratándose luego de sudar bajo el calor de la tarde de hoy, intente no mirar a su garganta ni a la manera en la que su boca estaba pegada a esa botella de agua, mi cara se enrojeció cuando me di cuenta de lo obsesiva que me estaba poniendo últimamente, me gusta observar a la gente pero con Jongin era como si quisiera grabar cada momento en mi mente. Escuché con atención la aburrida conversación de Jess y el manager mientras miraba entretenida a mis zapatos, cuando terminaron di la mano a el manager y le agradecí por el excelente trabajo con Jongin, entonces el se levanto de su silla y le dio la mano a Jessica, luego tomó una de mis manos entre las suyas y tuve que mirarlo a los ojos.

-Fue un placer trabajar contigo hoy _____ , debes admitir que trabajar con alguien como yo tiene sus ventajas.

Me sonrió de la manera mas irónica que pudo y soltó mi mano casi con brusquedad, lo vi caminar hacia la salida con su manager.

-De que diablos me perdí amiga?
-No importa Jess, el tiene novia -dije encogiéndome de hombros
-Obviamente no la tiene
-tu lo escuchaste, se llama Sara

puso sus manos en mis hombros para después decir -Oye oye oye, el no te habría hablado así en frente de su "Hyung" si tuviera una, hubiera sido una falta de respeto
-Enserio? -Dije con mas emoción de la que quería demostrar

Jessica se rió burlonamente y me obligó a contarle todo mientras me llevaba a casa, al mismo tiempo me hizo ver todos los singles del grupo de Jongin en la pequeña pantalla de su auto y se emociono tanto con lo que le dije del almuerzo de hoy que se puso a bailar mientras el ultimo semáforo del camino estaba en rojo, yo aun no asimilaba que alguien como Jongin estuviera mostrando verdadero interés en mi.

Cuando llegue a mi apartamento, inmediatamente me metí a la ducha, me di un largo y placentero baño con agua caliente.

Cuando salí me puse unos sweatpants grises, un suéter del mismo color y unas cómodas medias, era una noche cálida pero aquí siempre hacia frío, termine de peinarme y me acomode en el sofa de la sala con los lentes puestos y el libro que estaba leyendo esa semana. Escuché el ruido de un auto y no pude contenerme de mirar por la ventana deseando con añoranza que fuera Jongin.

Vi un carro negro y alguien muy alto  bajarse de el, con algunas bolsas en la mano, camino a mi edificio pasó por una lampara publica y miro hacia arriba verificando el nombre del edificio.

Era Jongin.

QUE DIABLOS HACÍA JONGIN AFUERA DE MI EDIFICIO.

Solté el libro y los lentes como si estuvieran quemando mis manos y corrí al baño, no alcanzaría siquiera a maquillarme un poco, porque no pudo  llamar para avisarme y... de cualquier manera como diablos tenia mi dirección, no podia fingir que no estaba, todas las malditas luces están encendidas.

Logre aplicarme perfume y un poco de bálsamo en los labios antes de que sonara el timbre.