Capítulo II: Sueños

50 2 0
                                    

Es un día común, soleado como es costumbre en las afueras de la aldea Moga. Después de desayunar; a Krad se le ocurrió salir a jugar y recolectar con su mejor amigo Tyron, que vivía pasando unas grandes rocas, su casa estaba un poco más cerca de la Aldea pero eso no era problema para Krad, ya que todo el campo es muy pacífico, no había más que  Altaroth, Hornetaur y algunos Konchu.
Agarró una red de bichos y un pico, ambos viejos; junto con su bolsa llena de frascos y corrió hacia la casa de Tyron.

Al llegar tocó la puerta y casi de inmediato la abrió Tyron con un palo de madera en la mano que le doblaba su estatura.
—¡Listo, salgamos a jugar un poco! —dijo Tyron con mucha energía.
—¡Sí! —contestó con entusiasmo.

Tyron es un año más grande que Krad y se veía igual que cuando lo conoció hace 3 años: un niño con el cabello aún más despeinado que Krad, más corto, castaño claro y de piel morena, los ojos tenía cafés claros y más grandes. Siempre fue alto. Tenía una actitud un tanto agresiva con la gente que no era de su agrado, pero muy amigable con sus seres queridos. Siempre protegía a Krad como su hermano menor y le aprecia mucho aunque le cueste demostrarlo. Tenía la misma ropa gastada ya que su familia era bastante pobre, no ganaban mucho trabajando de comerciantes en la Aldea.

Ellos jugaban casi diario por el campo recolectado bichos y piedras, también cazando pequeños Altaroth con el palo de madera que tenía Tyron.
—¡El gran cazador Tyron derrota a los monstruos uno tras otro, los Barroth tiemblan ante su presencia! —gritaba Tyron mientras golpeaba a unos Altaroth con su palo—. Con su espada larga y su compañero: El despiadado cazador Krad.
—Oye espera, yo no quiero ser cazador —contestó interrumpiendo—. Mi sueño es ser un gran investigador de monstruos y objetos.
—¿Tu sueño? ¿O sea que cuando duermes eres investigador?
—No, un sueño es... como algo que quieres que pase con todas tus fuerzas —contestó Krad pensando cómo explicarle.
—Ya entiendo, entonces mi sueño será ser un cazador muy fuerte y famoso —dijo mientras seguía golpeando a los Altaroth—. Pero Pensandolo bien... si quieres ser investigador de monstruos ¿No tendrías que cazarlos también?
—Bueno sí, pero puedo pedir que alguien los capture por mí y listo.
—Pero no es lo mismo, los monstruos tienen que estar en su hábitat natural para que sepas como es su comportamiento, o de lo contrario sería muy aburrido.
—Tienes razón... —dijo Krad, al igual que pensaba en que no sería mala idea para su futuro.

Pasaron 4 horas jugando sin que se dieran cuenta, pero Krad tenía que regresar para comer con su madre Ayumi. Así que se despidió no sin antes acompañar a Tyron a su casa. Cada vez que lo acompañaba se sentía un poco mal ya que Tyron estaba sólo en casa todo el tiempo, por que sus padres nunca estaban por su trabajo en la Aldea Moga.
Mientras Krad corría a casa para comer; pensaba mucho en cazar a los monstruos para su sueño de investigador. Él le temía mucho a los monstruos grandes, ya que sabía que la gente llegaba a morir en misiones. Le tenía mucho miedo a la muerte.

—¡Hola Krad! ¿Cómo te fue con Tyron? —le preguntó su madre en cuanto llegó.
—Muy bien, recolecté unos bichos obreros y mineral de hierro; pero se me rompieron mi pico y la red de bichos.
—No te preocupes, mañana hacemos otros —dijo con gran amabilidad—. Y podrías invitar también a Tyron para que no esté tan sólo. En la noche le diré a tu padre que le comente mañana a su familia cuando los vea que pasará la tarde con nosotros y lo regresarán al anochecer
—Sí, gracias mamá —contestó Krad con una gran sonrisa—. Estoy seguro que la pasaremos muy bien toda la tarde.

Monster Hunter: El Gran Cazador Donde viven las historias. Descúbrelo ahora