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Los repetitivos timbrazos causaron mi despertar. Observé en mi reloj digital sobre mi mesita de luz, las 8:00am y ese día entraba al instituto a las 8:45, no tenía que preocuparme de llegar tarde.

Me senté en la cama con somnolencia, y luego de desperezarme caminé hacia la puerta acelerando el paso. Si mi abuela dormía no quería que la despertasen.

Y al llegar al pequeño vestíbulo abrí la puerta.

—Hola vecino— saludó aquel moreno sonriente, este estaba acompañado por el chico más bajo de cabellos naranjas.

— ¿V-Vecinos?— pregunté haciéndome el desentendido.

—Sí, yo y Jiminie, somos tus vecinos de enfrente— contó HoSeok simpático.

—N-No sabía— le dije sonriéndole, estaba muy nervioso, ¿esos chicos como sabían que éramos vecinos? — ¿Cómo sabían q-que éramos...?—

— ¿Vecinos?— preguntó HoSeok, yo asentí —Y ¿quién no lo sabe?, vivimos en un pueblo muy pequeño y todo el mundo se la pasa hablando del adorable y lindo nieto de Sook— yo me avergoncé un poco.

—No lo sabía, n-no le pongo atención a eso— le dije evitando cruzar miradas con el de cabellera naranja.

—Sentimos haberte despertado— se disculpó JiMin acercándose a mí, yo me ruboricé un poco, de seguro aún tenía una cara de muerto —Siempre nos venimos a fijar si la abuela está bien—

— ¿Eso hacen?— pregunté con sorpresa, no me lo esperaba.

Ambos chicos asintieron sonrientes, pero algo en mí no les creía.

—Oh, JiMin, HoSeok, pasen muchachitos— pidió mi abuela haciéndome a un lado —JungKookie cuando vienen invitados déjalos pasar, no seas tan maleducado— me rezongó la abuela.

Yo simplemente suspiré. Si ya se conocían no debía preocuparme, aunque mi instinto me pedía a gritos que los echara.

Subí hasta el baño. Allí con agua fría logre ducharme en un tiempo record, ya que algo en mi estaba muy inquieto con la presencia de esos chicos en la casa. Sentía como que abrirían la puerta del baño en cualquier momento y ese chico que cabellos naranja haría algo espeluznante conmigo, aunque eso que hiciese sería algo que iba más allá de mi imaginación.

Luego de regresar a mi habitación, me vestí con mi camisa blanca y la corbata negra, me puse unos bóxer grises, por arriba unos jeans holgados y unas botas color mostaza en mis pies.

Luego de peinar mi cabello para despeinarlo, baje la escalera para ir a la cocina, me serví café de la cafetera, al cual le eché varias cucharadas de azúcar y me encaminé a la sala donde vi que JiMin y HoSeok aún se encontraban aquí.

—No creí que te gustase el café— me comentó el moreno sentado junto a mi abuela —Ayer parecían gustarte más las cosas dulces—

—Odio el café— dije bebiendo algunos sorbos.

Los chicos me miraron interrogantes.

— ¿Y porque lo tomas?— pregunto JiMin, sentado frente a mi abuela.

Yo me encogí de hombros.

—Ya les dije s-soy holgazán— murmuré evitando contacto visual con cualquiera de ellos —Preparar otra cosa necesita de mi esfuerzo—

—Ay JungKookie deja de comportarte como un niño, si no te gusta el café come cereales, hay en la alacena—

Yo chasqueé mi lengua.

Mis Vecinos de Enfrente [JIKOOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora