1: LA TRETA DE QUEEN

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En el hospital de la ciudad, las cosas estaban locas, había sido una semana tormentosa para quien estaba esperando día y noche a su pareja en los pasillos, sin importar cuantas veces los enfermeros y doctores le insistieran en que debía de volver a casa y esperar los resultados, él sólo quería estar con el amor de su vida para cuando termine de nacer su bebé, pero a decir verdad, la espera también lo estaba matando, no comía nada más que los ofrecimientos del hospital, dormía en las bancas de metal por un par de horas, y su olor corporal ya estaba sobresaliendo de sus axilas debido a la falta de baño.

Todo en su vida era una pesadilla, no era capaz de verle un lado bueno a la situación, ni siquiera cuando la puerta de la sala de partos se abrió.

     - Ya salió... – Anunció el doctor tomando lugar en la escena con notorio cansancio.

     - ¿¡Puedo entrar a verlos!? – Preguntó el joven padre de veinte años alterado por la condición de su pareja y bebé.

     - Insisto que lo haga... por desgracia a su pareja, no le queda mucho tiempo...

Con miedo y dolor en sus ojos ante la notoria declaración del doctor.

A pesar de las dificultades para caminar, consiguió abrir la puerta por su propia cuenta.

Una enfermera lo recibió con el bebé en brazos:

     - Muchas felicidades. Es u... – No le interesaba oír lo que es su hijo, pues se le notaba en la cara una vez lo tuvo en brazos finalmente


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     - ¡¡¡¡¡AAAAAAAHHHHHHH!!!!! – Gritó Bon escandalizado ante la pesadilla, sudando frío y jadeando ante el terror nocturno que ya no le permitiría recuperar el sueño por lo que restaría de la noche.

Estaba nervioso y simplemente no entendía cómo terminó de nueva cuenta en su cama.

Bon necesitaba ayuda, y únicamente se le ocurrió llamar a quien esperaba, fuera su novio. En medio de su pavor, tomó su celular para marcar lo más pronto posible, se puso el aparato en la oreja y suplicó ante el tono de marcado:

     - ¡Por favor, contesta! ¡Por favor, contesta! – Con murmullos.

*¿Hola...?* – Escuchó a la cansada voz de Bonnie del otro lado de la línea.

     - ¡Hola Bonnie! ¡¿Te desperté?! ¡Lo siento, e-e-es que tuve una horrible pesadilla! ¡Soñé que te empujaba, que te decía cosas horribles y te tiraba nuestra canción de las manos...! ¡Y-y-y... yo...! – Le dijo alarmado y sin esperar respuesta alguna hasta que Bonnie lo terminó interrumpiendo:

*¿Hablas de aquella vez que te quería dar nuestra canción pero llegó tu banda y ante los nervios hiciste lo que acabas de narrar?*

     - ¿¡Entonces si hice eso!? – La culpa empezó a consumirlo por la repentina revelación.

*Sí, pero a decir verdad nunca estuve molesto por ello.* – Agregó Bonnie con calma.

     - Qué ali... un momento: ¿Si en realidad no estabas molesto, por qué me golpeaste y mirabas con rencor cuando estábamos a solas? – De estar nervioso, pasó a un estado de detective esperando que Bonnie sea sincero al responder, o por lo menos que quiera confesar.

*... ups... este... ¿Realmente quieres saberlo?* – Ahora era Bonnie el nervioso.

     - ¡Sí, quiero entenderlo! – Demandó Bon sin estar molesto.

*Queen me dijo que me comportara así...*

A Bon le dio un tic nervioso y ya sin esperar otro comentario se despidió con más dulzura de su pareja y colgó.

La prueba de Bon (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora