1.5: EL DESAFÍO DE LOS SHADOW

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Más tarde, en la cafetería.

El grupo de los Animatronicos se reunió para hablar con Bonnie de sus problemas familiares con tranquilidad, y si hubiera sido martes, una buena ronda de pudines para dejar que el azúcar le animara hubiera sido perfecto, pero por ser lunes, al grupo no le quedaba de otra más que recurrir a la gaseosa.

Pero de igual forma, con o sin pudin, lo importante era apoyar a Bonnie, y entender por qué nunca les contó sobre él o por lo menos lo comentó.

     - No me gusta mucho hablar de él. Cuando éramos niños me defendía de muchos otros, hasta que decidió que de nada servía que me defendiera él y empezó a molestarme también, hasta que lo internaron a una academia militar para mejorar su temperamento.

     - ¡Pero Bonnie, eso es terrible! – Comentó Chica apenada por todo lo que tuvo que pasar el chico de pelo morado con su propia sangre.

     - Ni tanto, no lo odio, pero es muy fuerte, por eso prefiero no enfrentarme con él. – Comentó Bonnie con sinceridad.

      - ¡Espera! ¿¡Estás diciendo que a tu propio hermano no le importa defenderte!? – Se indignó Foxy.

      - De un momento a otro pensó que era una pérdida de tiempo. Y por mucho tiempo, yo también lo creí. Mi hermano es un poco brusco, y tiene una actitud muy salvaje que disfrazada en la academia militar, pero su mayor defecto es...

Y antes de que Bonnie pudiera terminar de hablar de su hermano, el mismo Shanie entró volando a la cafetería, como si le hubieran pegado un cohete a la cara y terminó por chocar la cabeza contra la pared contraria a la salida.

Al momento en que Shanie terminó de caer de sentón al suelo, Bonnie no perdió la oportunidad de esconderse bajo la mesa que compartía con la banda.

     - Creo que ya sé cuál es ese defecto. – Comentó Golden ante la entrada de una muy molesta Queen que mantenía su falda abajo como si estuviera sobre las salidas de aire del metro, con la cara roja y el ceño fruncido, pero igual de apenados estaban los otros treinta compañeros que le seguían (entre ellos, TownTrap, Eak, y el mismo Bon)  que se dirigieron a cualquier mesa con sutileza y miedo de comentar algo con respecto a la lencería que vieron en el momento (sin haberlo sabido) y con ello recibir una paliza igual o peor.

     - ¡Gracias por la vista, carnal! – Bueno, según parece, no todos, Eak fue el único valiente que hasta se hubiera ubicado con Shanie y le hubiera estrechado la mano, de no ser porque TownTrap le reprochó por su seguridad y conociendo que a Queen no le molestaría darle el mismo golpe a Eak mientras tenga motivos que la misma águila le da la mayor parte del tiempo.

A pesar de la vergüenza, Queen lo único que tenía en mente eran sus propios asuntos, y con todavía dignidad se sentó en una banca apartada del militar acomodando su falda totalmente pegada al trasero para no darle el gusto a Shanie de tener la tentación de intentarlo otra vez

      - Tiene un buen gancho esta leona... – Reconoció Shanie reincorporándose y acomodando su quijada con suavidad. – ¡Oh, Bonnie-ta! ¿A dónde se fue mi escuálido hermano menor? – Llamaba de nueva cuenta a su allegado. – ¿Bajo esta mesa, quizá? – Indagó con la primera que tenía por delante y con una simple mano elevar la misma por sobre su cabeza, en medio del pavor de los cuatro compañeros que se sentaban ahí. – Mm... no.

Y al momento la dejó caer y así mismo, dejó a los jóvenes peor que a unos chihuahuas bañados con agua helada en invierno.

     - ¿O estarás aquí abajo? – Y la escena se repitió unas tres veces antes de llegar a la mesa de los Animatronicos, dejando a Foxy doblado por el hecho de casi chocar su cabeza con el techo, Chica se le abrazó y los otros dos miembros no hicieron más que aferrarse al centro para no dejarse llevar por sus piernas.

La prueba de Bon (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora