Querida sociedad: Siempre tuve algunos principios muy presentes antes de tomar alguna decisión, siempre intente ir por lo que estaba socialmente aceptado y parametrado sin romper las reglas, siempre logre no caer en la tentación, hasta que llegaste tú para hacerme cometer locuras, ir al borde del abismo, vivir al limite y no importarme más que el presente.
Lo cierto es que no hay un mañana, solo estábamos los dos siendo felices. Solo estábamos los dos ocultándonos frente a todos. Pensaba que no era justo darle el gusto a nadie, el gusto me lo iba a dar yo, porque a veces uno no tiene segundas oportunidades, a veces es hoy o nunca.
A escondidas hay que vivir y que pase lo que tenga que pasar. A escondidas me gustaba el peligro, la lujuria, la tentación. A escondidas rompí todas las reglas en todos los sentidos posibles. A escondidas nos besamos, nos gustamos y así nos enamoramos.
A escondidas compartimos las ganas de vivir, de sentir, de experimentar, de no juzgar. No existe lo bueno o lo malo, lo justo o injusto, lo blanco o negro, todo o nada, nunca o siempre. Contigo supe que nunca hay un para siempre.
A escondidas aprendí que no me importa ni donde ni cuando con tal de estar contigo. A escondidas te veo todos los días de semana y los fines de semana no te conozco. No hay nada que decir, ante la gente es así. Hay que hacerles creer que solo somos amigos, que no hay nada entre los dos.
A escondidas te tengo hace un mes viéndonos todos los días. No te lo niego alguna vez pensé que no debía, pero te convertiste en la persona que aunque solo me hable 5 minutos al día, me provocaba una sonrisa de 24 horas. Me hacia olvidarme de mis problemas, de mis angustias, de mis debilidades, de porque teníamos que ocultar lo nuestro.
A escondidas rompiste todos mis esquemas, mis miedos, mi vergüenza, mis limites. A escondidas activaste mis sentidos, mis adicciones, mis vicios, perdí el miedo a enamorarme, perdí las ganas de portarme bien.
No se trata de ser o no ser fiel, no se trata de mirar atrás, no se trata de tener tranquilidad. El peligro a veces puede ser adictivo. A veces una necesita una relación toxica, que sabe que esta mal pero eso le atre aun más. Con él me sentía diferente, no controlaba mi comportamiento, mis sentimientos. Con él cometí mil locuras, lo negué mil veces, pero así lo queríamos, así lo aceptabamos.
Estamos locos, pero a fin de cuentas, uno decide con quien perder la poca cordura que le queda. Solo tu y yo sabemos lo que esta pasando. Nadie nos va a ver, va a ser un secreto, un poco escandaloso, un poco peligroso, un poco arriesgado pero totalmente deseado.
Y si es en serio dimelo para no fallarte, si es un juego , dimelo para divertirme. Y si vamos a caer, que sea en la tentación. Y si vamos a pecar que no hayan confesiones. Y si vamos a seguir, que no hayan confusiones, que no hayan re-cuestiones.
Olvidate de mi si puedes, no vuelvas a buscarme si no quieres. Acepta que no puedes dejarme. Ya cruzamos la línea, ya se nos salió de las manos ya estamos totalmente involucrados. Alguien tiene que dar un paso adelante o un paso atrás.
Confundí deseo con amor. Lo que veía como una aventura ahora se ha convertido en mi mayor alegría.
Me gustaría poder ir por la calle de la mano contigo, ir a comer a un sitio normal, planear y viajar. Ahora ya no me dejo guiar por la locura y pasión si no por la intuición. No existen las coordenadas exactas para la felicidad, nada ni nadie nos va a garantizar amor ni como ni donde debemos actuar, no hay bueno o malo.
Pero si no es malo lo que estamos haciendo, no tendría que ocultarse de esta manera. Yo no hablo con personas que pierden la comunicación todo un fin de semana. Yo no busque enamorarme de ti. Yo no te veía como una posibilidad, solo como el mejor amigo de mi ex y nada más.
Hoy quiero paz interior y no la encuentro. Una persona que miente de esa manera, que tiene memoria selectiva y solo recuerda lo que le conviene fue el que me robo el sueño en las noches y muchas sonrisas en el día. Fue el que me decía que tenia cargo de conciencia pero aun así se contradecía con frecuencia. Fue el que me hiso mentirle a la sociedad entera, a mis amigas, a mi familia, a mi misma. Fue el que oculte como si fuera un error, un pirata, un contrabando, un pecado ilegal.
Lo que digo no coincide con lo que estoy haciendo. Supongo que nos veremos cuando el destino tenga ganas de juntarnos. Equivocarse una vez ya fue suficiente.
Supongo que eras de esas personas que tenia que entrar en mi vida, enseñarme una lección y después desaparecer. Prefiero la tranquilidad de la soledad, que la decepción de una mala compañía.
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Tres es multitud
RomanceTodos hemos desconfiado alguna vez de nuestra pareja, unas veces con todo el sentido y lógica del mundo y otras nos hemos equivocado. Lo cierto es que una relación es de dos y cuando son 3, uno está sobrando...