Prólogo

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Sentada, en el comedor con mis padres y mi hermano menor, estaba escuchando las mismas peleas de siempre.
Los observe a los tres, mi padre estaba gritándole a mi madre, mi madre simplemente le reclamaba todo lo que pudiera, y mi hermano, de 13 años, solo observaba toda la escena en silencio, luego mire a mi plato, casi no había comido nada y ya no tenia hambre.
Me paré de la mesa dando un golpe para que notaran mi presencia, se quedaron un segundo en silencio, luego de esto siguieron peleando. En cambio mi hermano si me puso atención. Le hice una seña para que me siguiera.
Subimos a mi habitación, cuando entre, saqué una mochila, dentro de la cual metí varias cosas que se encontraba sobre la cama, me observaba con curiosidad y dijo:

-¿Qué haces?- dirigió una mirada hacia mi mochila

- André...- no sabia como explicarle lo que sucedía, pero aun así, intente decírselo de la mejor manera posible que encontré - mira, te has dado cuenta que nuestros padres han peleado mas de lo normal, hace unos días tomé la decisión de irme de la casa - hice una pausa breve, ya que veía que mi hermano ponía cara de susto, y venia lo peor - y también me voy del... País...

Mi hermano se quedo atónito ante las palabras anteriores, luego de un eterno silencio, habló.

- T-tu no te puedes ir, no me puedes dejar solo, eres lo único que tengo...- en sus ojos se observaba una mirada de desesperación y con lágrimas saliendo de ellos - tienes que quedarte, no me puedes abandonar...

-André, me gustaría en verdad llevarte conmigo, pero como no eres mayor de edad, se podria considerar como un secuestro de un menor, y no creo que eso sea conveniente. Porque supongo que no quieres a tu hermana en la cárcel.

-No pero...

Lo interrumpí

-André, ya me decidí, lo siento de verdad, pero cuando tengas 18 con gusto te puedes ir de esta casa- otro silencio eterno- no es que no me importes, solo que... Seria otro problema llevarte y no es muy... Conveniente.

-Y... ¿A que país te vas?- dijo mirando el boleto y mi pasaporte sobre la cama.

-A Londres - me había decidido hace unos meses atrás, cuando me gradúe de la escuela, decidí hacer mis planes para irme del país.

El no respondió, así que trate de alegrarlo un poco.

-Pero no te preocupes, te escribiré y te hablare por teléfono, mientras que busco donde alojarme, consigo un trabajo y despensa, podremos hablar cuantas veces quieras - le dije sonriendole.

Supongo que eso debió alegrarlo un poco, porque después de eso me abrazó con fuerza y me dijo unas palabras, de despedida supongo.

- Aline Katherine, antes de que te vayas te quisiera decir, que eres una gran hermana mayor, creeme que tu podrás lograr lo que te propongas siempre, eres una chica muy inteligente, con demasiados talentos y cualidades- lo ultimo me lo dijo guiñando un ojo - te quiero mucho y cuidate...- Me abrazó

-Te quiero yo también, en este momento nada podría arruinar mi felicidad - tenía ganas de llorar, pero no lo hice, tenía que contenerme.

-¿Segura que nada podría arruinarlo?- me miro con cara maliciosa - porque fui yo quien rompió el objeto ese que tenias en tu habitación...

-¡Tu!- me estaba empezando a enojar

-Era broma Kath- se reía a carcajadas

-No es momento Andre - lo dije sin muchas ganas

Mire el reloj. Se hacia tarde, el vuelo hacia Londres salia en 30 minutos, y el aeropuerto estaba a 10 minutos en carro y 20 caminando. Tenia que correr.

-Me tengo que ir Andre, cuidate y si mamá y papá preguntan algo, lo cual lo dudo, dices que no sabes nada - le di un beso en la frente - te quiero mucho.

Me coloque mi mochila, tome mi sudadera, un paraguas y salí corriendo. Mis padres ni lo notaron.

Estaba corriendo lo más rápido posible, cuando llegué, faltaban 15 para el vuelo. Me dirigí hacia donde se abordaba al avión, y mientras estaba en la fila y subía las escaleras del avión, di un último vistazo a la ciudad... Desde ahí se veía todo... Era hermoso...

-Señorita, ya tiene que abordar - me dijo una azafata

-Ah claro - me volteé hacia ella y noté que era de una edad no mayor de 35 años, en su apariencia se notaba que ya había tenido hijos y tambien se observaba un gran cansancio en sus bellos ojos grises, tal vez se esforzaba mucho en hacer muy bien su trabajo. Cuando estaba en mi asiento observe como poco a poco el avión despegaba, como ascendía y se veia todo muy pequeño y lejano. Todo parecia un sueño, y dentro de un rato me quede completamente dormida...

Flores En El Bosque Donde viven las historias. Descúbrelo ahora