Capitulo 2

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Luego de un rato caminando en silencio él hablo.

-Quieres ver el centro de la ciudad, o quieres ir a dejar tus cosas y descansar, o dejamos las cosas y salimos...

-Cualquier cosa esta bien- Sonreí de lado- como tu te sientas.

-¿Como yo me sienta?- soltó  una fuerte carcajada que me hizo dar un brinco- si la que acaba de llegar eres tu.

-Pues...- no le podía preguntar que tenia hace rato, me vería muy entrometida. Además, apenas lo conocía...

-Si es por lo de hace rato no te preocupes, no es nada- vaya, ¿tanto así me veía de que le iba a preguntar?, tengo que ser menos expresiva.- Entonces, ¿dejamos las cosas y salimos a caminar?

-Esta bien.

~°~

Cuando llegamos a su mansión, si su mansión,  abrió la puerta. Observe al rededor. Era la ultima de las casas de esa calle y atras habia un bosque que, al parecer, era muy grande. Luego de observar un poco mas, entre.

Enserio, era demasiado grande esa casa. Era de dos pisos, en el vestíbulo se veían las escaleras, y a los lados había dos puertas, que supongo eran habitaciones. La decoración era un tanto antigua pero elegante. Había diversos objetos que combinaban muy bien con el color blanco que tenia la casa en el interior, aunque las puertas eran color chocolate. No termine de observar ya que Ethan habló sacandome de mis pensamientos.

-¿Te gustaría ver la casa? ¿O te muestro tu habitación?- me miro con tranquilidad.

-Vamos a la habitación- entonces cargo mi maleta y camino hacia las escaleras. Lo seguí. Mientras subíamos la escalera color gris, que relativamente tenia forma de espiral, lo observe con detenimiento. Llevaba unos jeans un poco ajustados, una camisa un poco formal de color azul cielo con pequeños libros de color azul marino, que combinaban con unos converse de color blaco (que por cierto no estaban tan blancos ya que se habían ensuciado por la lluvia). Parecia uno de esos típicos niños ricos, solo que en este caso no era creído, sino mas bien... ¿humilde?. Se le veía triste y cansado.
Al llegar al segundo piso había un pasillo largo con diferentes puertas, supongo que de otras habitaciones. Caminamos un poco y empezamos con el recorrido.

-Esta es la habitación de huéspedes- señalo la primera puerta y la abrió- si quieres puedes quedarte aquí.- era grande y espacios, tenia un armario, una puerta que supongo era la que daba hacia el baño, una cama para dos personas y una mesa pequeña con dos sillas. La habitacion tenia las paredes de color crema. Eso, extrañamente, me deprimia- pero si quieres hay otra habitacion- camino hacia la tercera puerta y la abrió- esta es otra habitación, tiene un baño propio, una cama para dos personas, un tocador, un armario, una cómoda, esa puerta da al balcón...

-Esta está perfecta- entre y el colocó la maleta dentro- gracias. ¿Cuanto me cobrarías de renta?

-No te voy a cobrar- dijo negando, luego me miro sonriendo- yo te estoy ofreciendo el hospedaje, además estoy solo y me gustaría tener a alguien con quien platicar y que me haga compañia.

-¿De verdad estas solo?-pregunte sorprendida, no parecía alguien mayor de 25 años.

-Si, es triste ¿cierto?

-Algo- quería retener la pregunta que tenia, pero no pude- ¿por qué estas solo?

-Antes vivía con mis tios- hizo una pausa, suspiro y continuó- solo que ahora ellos están muertos.

Me quede paralizada por lo ultimo que había dicho. No supe que hacer o que decir en ese momento. Volteo a mirarme, en sus ojos se podía percibir un poco de nostalgia. Pero en vez de llorar como cualquier persona esperaría que hiciera... Sonrió, era una sonrisa cálida. Observe sus ojos, algo de lo que no me había percatado era que no eran completamente negros, en alguna parte del ojo se empezaba a difuminar hacia un color azul marino. En verdad  eran muy bonitos, también tenia unas pestañas largas y rizadas...

Flores En El Bosque Donde viven las historias. Descúbrelo ahora