Amor Con Filo ~☆Axozer☆~

4. Pueden irse

Han pasado ya 3 semanas desde que llegue a Marbella y todo ha sido una locura o bueno locura normal tomando en cuenta que soy policía, los martes y viernes salía con Violeta y Pol al casino mientras los demás días rotaba con Karchez, Momon, Canario y Garcia, realmente el ambiente era muy ameno y todos nos llevábamos muy bien aunque a Juan no lo había visto desde nuestra llegado ya sea por que el estaba ocupado o yo andaba en mis patrullajes sin embargo hoy saliendo de mi turno iría a su despacho. Hoy era mi último día con compañero fijo pues ya podría hacer rondas solo o elegir a mi compañero cuando quisiera y esta última semana me ha tocado con Karchez. Andábamos dando algunos rondines que realmente eran más carreras de quien llegaba más rápido manejando a que lugar y de regreso pero estábamos al pendiente de todo.

—Basta ya me he mariado, llevamos horas así sin parar el día ha sido muy flojo he de decir —dice Karchez bajando el vidrio del coche.

—Alaa no aguantas ya nada abuelo —dije bajando la velocidad.

—Jajajaja calla hombre que hago lo que puedo y además no hemos comido nada en todo el día como quieres que no me sienta a medio morir —dice dramáticamente fingiendo desmayarse en el asiento.

—Venga va, vayamos a algún badulaque a comprar algo —digo viendo la calle para recordar uno cerca. —Podemos ir al kerule, esta a 3 cuadras de aquí aunque siempre que voy esta cerrado pero dicen que tiene el mejor kebab de la ciudad —digo dirigiendo la ruta hacia allá.

—Mmm no se si sea buena idea ir —me dice no muy convencido.

—Ya se que puede estar cerrado pero venga intentemos —trato de convencerlos.

—No es eso, solo que siempre que policías vamos es algo tenso ya que se dice que los dueños andan en cosas turbias solo que no hay pruebas únicamente rumores y pues cuando esta abierto es porque están los dueños entonces hay miradas amistosas falsas y vaya que ahorita fingir que no huelen a ratas me pone algo frustrado.

—Vaya eso no lo sabía pero pues ya estamos aquí a la vuelta intentemos o muramos de hambre en el intento —dije para dar vuelta y entrar al estacionamiento.

Justo cuando iba dando vuelta un coche negro salió de este a toda velocidad y si tuviéramos ganas los hubiéramos seguido pero solo queríamos algo de comer, nos estacionamos y para nuestra sorpresa estaba abierto.
Al entrar estaba un señor con anteojos y algo robusto en el mostrador.

—Bieeenve-nidos al kerule oficiales —saludo el chico sonriente.

—Buenas —salude.

—Danos 2 kebab, 1 soda y 1 monster por favor —pidió Karchez sacando su billetera. Menudo hombre que pedía una monster por mi y es que si no te compra monster ahí no es.

—Aquí tiene oficial —dice el vendedor extendiendo el producto a Karchez.

—Aquí tiene —le dio dinero y tomó las cosas para darme mi kebab y la monster.

—¿Cuánto es? —pregunte buscando mi billetera.

—Nada, haz ganado la competencia hoy empezando porque no te mareaste primero.

—Alaa Karchez nada más no te beso porque estamos en público —dije dándole un abrazo a lo cual me correspondió y se rió por mi acción.

—Donde te compren la merienda ahí es que te lo digo yo oficial —dice el vendedor a lo que reímos.

—Gracias —dijimos ambos y salimos de la tienda.

Nos metimos al coche a comer y platicar un poco de cosas triviales pero salio el tema del amor.

—¿Alguna vez te has enamorado Axo?

—Una vez lo hice, ella era hermosa pero eramos unos niños que no tenían voz ni voto y lo poco que podía decidir era terminar con ella para que no le pasara nada —dije algo melancólico recordando a aquella chica castaña que tanto tanto gusto en su momento pero mi papá tenía razón, no era alguien que pudiera darle estabilidad de vida en ese momento y con estabilidad es complicado de explicar.