Who is Dead?

→CAPÍTULO CINCO

Capítulo Cinco: El Dolor.

Logan caminó hacia donde había quedado con sus amigos. Ya no lo soportaba más, no podía seguir con ese sentimiento de culpa en el pecho.

Todas sus noches se habían vuelto increíblemente largas, le era casi imposible poder pegar el ojo por el tormento que lo seguía.

Desordenó su cabello oscuro y sonrió decaídamente al ver a Jacob alzando el brazo con una sonrisa para que vaya con el grupo.

El chico le devolvió el gesto y corrió hasta el rubio, al parecer él era al último que esperaban.

Era hora de la verdad, no podía seguir guardándoselo.

Relamió sus secos labios y miró a sus compañeros.

—Tengo algo que decir—dijo pero se detuvo al escuchar la misma frase venir de los labios de Bill.

Alex y Jacob los miraron atónitos y par de segundos y rieron.

—Vaya que sincronización—se burló el rubio de ojos azules.

—¿Quién va a hablar primero?

Logan miró a Bill quien le asintió lentamente.

Aunque no tenía idea de lo que iba a venir...

—Pues... quería decirles algo con respecto a la muerte de Namie.

Alex tensó los dedos mientras entrecerraba los ojos.

—Y-Yo... sé quién es el asesino.

Los tres se quedaron mudos mientras tragaban saliva.

—Y-Yo... ¡Yo lo sé! ¡Me amenazó con no contarle a nadie! ¡Pero no puedo callar más! —Negó con lágrimas en los ojos—. Es macabro, no debí callar tanto.

Alex se levantó de su asiento y agarró al chico de la camiseta para que la mire a los ojos.

—¿¡Estás de joda!?

—N-No...

—Alex cálmate.

—¿¡Calmarme!? —Miró a Jacob más que furiosa—. ¡Hemos buscado al asesino todo este tiempo y tú ya sabías quien era!

—S-Si pero...

—¡Dinos!

Alex soltó a Logan dejándolo caer de sentón al suelo, el chico suspiró y entreabrió los labios para dejarlo salir por fin.

De no ser por qué sintió un pequeño mareo y como la sonrisa macabra del asesino aparecía en su mente.

—Will...

Bill miró al pelinegro incrédulo y cerró los ojos negando varias veces.

Alex y Jacob compartieron una mirada, aunque sabía que era más que obvio ya que según las pruebas de Bill eso era obvio.

—¿Cómo? —preguntó el rubio.

—¿Qué te sorprende? —Intervino la castaña—. Tú mismo nos lo dijiste, con esta prueba ahora ya tenemos claro quien fue—frunció el ceño—. Lástima que este muerto como para hacerlo pagar...

Logan tragó saliva.

—¿En serio...?

Todos lo miraron.

—¿En serio creen que está muerto?

El rubio lo único que sintió fue como su estómago daba un vuelco, sintió como toda su comida se removía, sintió la sangre bajar de su rostro, sintió un gran mareo y unas grandes ganas de desmayarse.