Capitulo 01: El comienzo de mi dolor

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Hace 3 años.

Año 2012, 17 de febrero.

......

Nicole: ¡Adolf, despierta!

Sentí un golpe en mi cabeza, alcé la mirada algo molesto y adormilado.

Nicole: ¡Te dormiste otra vez en clase, idiota! Pon más atención, no entiendo cómo pasas con tan buenas notas.

Adolf: Lo siento, lo siento, no te enojes.

Nicole: Siempre tan relajado, me desesperas ¡hjum!

Adolf: Jajaja ya me disculpe, cálmate ¿quieres?

Le sonreí y ella, aunque pareciera molesta, también sonreía. 

¿Quién es ella? Mi mejor amiga, Nicole Krüger. Desde que tengo memoria me ha acompañado y golpeado la cabeza por distraído o sólo por molestarme. Comienzo a pensar que si un día tengo algún problema mental, debería culparla.

Mina: ¿Qué hacen aquí chicos? Estamos en receso, salgan a tomar aire.

Adolf: S... ¡Sí! Ya vamos.

Nicole: Disimula un poco, Romeo, se te nota. -murmuro con una sonrisa picara-

Adolf: ¡Calla! No es eso...

Me puse rojo en ese momento y con buena razón. Ella era Mina Ríos, el amor de mi vida y futura novia.

Ese día la pasamos muy bien, reimos mucho. No tenia idea qué sería la última vez que reiría así. Sinceramente son buenos recuerdos, como quisiera volver el tiempo atrás. Pero no se puede. Es normal, el pasado enterrado está, ¿no?

A veces me pregunto ¿por qué? ¿por qué lo seguí?...

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Hace 3 años.

Año 2012, 22 de febrero.

......

Guillermo: ¡Adolf! Ven, ven, ¡me enteré de algo genial!

Adolf: ¡Ya voy!

Él era Guillermo Hernández, mi mejor amigo. A Nicole siempre le cayó mal ya que se la pasaba metido en problemas, metiendo su nariz donde no debía. Ese día no fue la excepción. No debí seguirlo ¡no debí!. Nicole me advirtió que era mala idea y ella se negó a ir con nosotros.

Adolf: ¿De verdad están haciendo experimentos raros en el instituto? ¿Cómo te enteraste?

Guillermo: Sabes que yo me entero de todo siempre jajaja -se rió con sorna-

Adolf: Eso sí.. Bueno, ¿qué planeas hacer exactamente?

Me miro como si fuera obvio.

Guillermo: ¡Echar un vistazo, claro! Vamos, será divertido ¿no?

Adolf: Mmm.. no lo sé...

En ese momento llegó Nicole con cara de pocos amigos al ver a Guillermo.

Nicole: Hola, Adolf! Y tú, inepto.

Guillermo: ¡Hola, mi hermosa Nicole! ¿cómo estás? -le dijo guiñándole un ojo-

Adolf: Hola bonita, ¿qué cuentas?

Nicole: ¡Dime hermosa de nuevo y te romperé algún hueso Guillermo! Hola bonito, aquí ando paseando, ¿y tú?

El legado de un DestroyerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora