Wizarding World One Shots [gay]

Dark Mark | Drarry

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El tren comenzó a avanzar lentamente y Draco se removió en su asiento, incómodo. Sabía lo que volver a Hogwarts supondría. Se había convencido de que podría con ello, y era buena idea regresar. Una vez en el tren, ya no parecía tan buena idea. Las miradas de los chicos ahora de séptimo grado lo hacían considerar saltar del tren antes de que fuera demasiado tarde.

Él no era el único hijo de un mortífago que volvía a Hogwarts, no. Pero sí el único que había sido uno.

Con disimulo rascó su antebrazo donde la marca oscura yace. Ya no dolía como cuando el señor tenebroso vivía. Pero escocía un poco al estar cerca del héroe y celebridad de los últimos años.

Harry había pasado junto a él en la plataforma, sin percatarse del regreso del sangre pura.

"¿Te encuentras bien?" preguntó Blaise a su lado.

"Sí" mintió Draco fijando su vista en la ventana, evitando hacer contacto con los demás.

Blaise era el único que permaneció a su lado después de la guerra. Al parecer su amistad era algo real. Sin embargo, Draco no podía evitar sentirse solo todo el tiempo. Extrañaba a su madre; Potter los había salvado de Azkaban, pero no de la Mansión Malfoy. El ambiente de la casa y la depresión en la que su cuerpo descansaba desde que Voldemort se mudó con ellos continuaba ahí.

"Vamos, Draco. Debemos ir a McGonagall antes del festín."

Los chicos que habían reprobado -o no habían cursado en absoluto (es el caso de Draco y el trío de oro)- el séptimo grado gracias a los eventos del año anterior, tenían la oportunidad de terminar sus estudios en Hogwarts. La nueva directora del colegio había decidido que no compartirían clases con los séptimos para mayor comodidad de ambos grupos, pues se sentirían menos abrumados si compartían un salón con solo algunas de las personas que lo han estado haciendo por años. En cuanto a dormitorios, una nueva torre se adaptó para su estancia, sin importar la casa todos los octavo grado estarán juntos, la misma sala común, la diferencia a las casas normales es que cada uno tendría una sección en lugar de separarlos por torres para mujeres y hombres.

Draco logró evitar ser visto por la mayoría de sus compañeros, Zabini siendo algo simpático lo ayudó a ocultarse entre las sombras -y detrás suyo-.

Harry, por otro lado, no estaba tan interesado en ver quién estaba de vuelta para otro año escolar después de la guerra. Claro que le importan sus compañeros, pero tiene sus propias luchas mentales al no ver a personas como Lavander, o ver a Ginny en los pasillos y recordar a Fred.

"Harry, ¿escuchaste lo que dije?" Hermione lo empujó un poco en su camino hacia sus asientos en el Gran Salón. El chico negó tomando su lugar junto a Ron, frente a ella. "Malfoy. Está de vuelta" comentó con un gesto hacía detrás de ellos.

"¿Cómo se atreve?" murmuró Ron con enojo.

Harry no abrió la boca para seguir con la conversación, en cambio se quedó sorprendido al ver al rubio sentado en una esquina de la mesa Slytherin, mirando su plato sin moverse. El año antepasado Draco había estado sentado en la mesa todos los días de la misma manera, ahora Harry sabía la razón; pero no había una para que después de lo ocurrido siguiera así.