¡¡Hola!! Bueno, honestamente hace mucho calor para sentarse a escribir y como que con mis continuos cortes de luz, se hace más y más complicado. Pero, a pesar de las adversidades, ya tengo un nuevo cap. Espero les guste ^^
Capítulo IV: Intenta ser.
—¿Has perdido el juicio?
—Suena como si nunca te hubiesen pedido una cita.
Fruncí el ceño ante esa observación y luego sacudí la cabeza, no, definitivamente no iba recorrer ese camino.
—No así…—espeté tratando de hallarle lógica a su propuesta. Al fin y al cabo no me estaba pidiendo nada del otro mundo, hasta donde tenía entendido los humanos normales solían relacionarse en citas como forma de cortejo. Él parecía normal y yo, bueno, hacía lo mejor que podía. Pero aún así, algo no cuadraba.
—¿Entonces cómo? ¿Hay alguna forma que llenar?
—Mira—Lo detuve alzando una mano frente a su rostro y comencé a enumerar con los dedos—. En primera no te conozco de nada, en segunda se supone que íbamos a tener una relación de negocios y en tercera…—negué suavemente—. Bueno, qué va. Aún no pensé una tercera, pero cuando la tenga…
—Escucha, estás pensando esto de un modo incorrecto.
—Claro, amigo, dame cinco mil dólares y luego pídeme salir contigo. ¿Es que no te suena espelúznate?
Lucas tuvo el detalle de asentir levemente, creo yo, acordando con mi observación.
—No intento comprar tus favores, ¿podrías escucharme un segundo?
Me aparté colocando un brazo de distancia entre nosotros, ante todo era una chica precavida (o lo intentaba, ¿vale?). Y no importaba que tan amable y lindo se viera en su jersey de lana azul, Ted Bundy[1] también lucía adorable.
—Si quieres el dinero de regreso…—comencé, aunque el cheque profirió un gemido en desacuerdo dentro de mi bolsillo. Bien, tal vez no fue el cheque, pero me gustaba creer que él también quería quedarse conmigo.
—No se trata del dinero, eso es tuyo. Yo…
—Eh Kei, te llaman atrás.
Lucas y yo observamos hacia las puertas del restaurante a mis espaldas, en donde una de mis compañeras golpeaba tranquilamente el marco con sus uñas esculpidas. Regresé mi mirada a él automáticamente, recordándome que no debía perderle la pista.
—Voy a en un segundo—respondí y luego dejé ir un suave suspiro entre dientes. Por ninguna razón iba a intentar comprender mi repentina falta de ánimo—. Tengo que irme—mascullé girándome para tomar los tres escalones de la entrada.
—Aún no me respondes…
Di un respingo completamente estúpido, al sentir su mano cerrándose sobre mi brazo y jalándome hacia atrás. Me volteé al segundo, tratando de empujar mi corazón de nuevo hacia abajo por mi garganta, y le envié una mirada asesina.
—¡Joder, hombre! No me gusta que me toquen…
Lucas alzó ambas manos al instante, dejándome un margen de un escalón para calmarme.
—Necesito una respuesta—informó implacable. Al parecer no le importaba un cuerno el hecho de que me estuviese poniendo nerviosa.
—Bueno, entonces no. No quiero una cita contigo…comienzas a asustarme.
Él frunció el ceño como primera respuesta y yo supe que algún parentesco con Ted Bundy debía tener, pues su rostro evidenciaba lo mucho que lo fastidiaban mis palabras y aún así fue capaz de esgrimirme una sonrisa. ¡Una sonrisa! ¿Qué estaba mal en su cabeza?
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Lista de la Novia Perfecta. (Libro 2)
RomanceCuando mi mejor amiga tuvo la idea de hacer una "colecta", supe desde el inicio que sería un pésimo plan. Lo que no sabía en verdad, era lo mucho que quería esa ayuda. Lo mucho que deseaba reconocimiento y lo mucho que estaba dispuesta a hacer por é...