Entre Odio y Amor

28

Me sentía mareada, mis ojos comenzaron a abrirse lentamente sin comprender aún lo que pasaba, estaba en una habitación blanca, estaba conectada a varias máquinas y visualice a Christopher y a Lara a mi lado

-____ por fin despiertas, ¿cómo te sientes?

-Me duele todo joder, la cabeza es insoportable en este momento

-¿Qué pasó? Dejaste de pelear y si no fuera porque se detuvo la pelea estarías probablemente muerta ___

-Es complicado, estoy bien, quiero pensar que no le dijeron a nadie nada

-No, es sábado ___, la pelea fue el jueves, haz estado dormida casi dos días, en la escuela dijimos que te sentías un poco resfriada y por eso no habías ido, ahora despertaste, es cuestión de los doctores que te den el alta y sobre todo tenemos que tapar los golpes, estás jodida

-¿Qué?-tan solo ví mis manos y estaban con bastantes moretones, mis nudillos estaban jodidos por los golpes que yo di, me pasaron un espejo.

«¡ME LLEVA LA QUE ME TRAJO AL MUNDO!»

Joder, mi cara es un asco, tengo un moretón debajo del ojo, una mejilla entre verde y morado, el labio roto y una ceja abierta

-Esa maldita me las va a pagar

-No, ya no se puede acercar a ti y tú a ella tampoco

-Diablos, soy un asco

-Llamaré al doctor para saber que pasará contigo-Lara salió de la habitación

-¿Qué pasó en realidad ___?

-La peleadora menciono el nombre de Dama, tenía años sin escucharlo y entre en un estado de Shock por miedo, ella no está sola y nos va a joder a ambos

-¿Quién es Dama?

-¿Quién te ha estado mandando mensaje estos últimos días Christopher?

-¿Ese es su nombre?

-Si, debemos estar alertas al doble, si esto me lo hizo a mi, no quiero imaginar que podría hacerte a ti

-Veo que despertó señorita Romero, ¿cómo se siente?

-Bien, solo me duele el cuerpo

-Es normal, llegó en un estado algo preocupante, tomara algunos medicamentos que se le otorgarán por medio del hospital, un día más de reposo en casa y a partir del lunes podrá seguir con su vida sin hacer esfuerzos porque podría lastimarse las costillas más de lo que ya y los golpes y heridas que tiene le dolerán mucho más y los analgésicos no le ayudarán mucho si se lástima

-¿Puedo irme hoy?

-Si, por lo que veo está perfectamente bien en sentido de que recuerda lo que le pasó o eso fue lo que me comentó su amiga

-Si, recuerdo todo

-Bien, será dada de alta el día de hoy pero deberá estar en reposo en su casa hasta el día lunes tomando los analgésicos en el horario dicho en su hoja de medicamentos

-De acuerdo, ¿algo más?

-Por mi parte eso es todo, al menos por ahora, me retiro, con su permiso

-Adelante-salió de la habitación

(...)

Lunes, el dolor es algo soportable, no deja de doler como si un camión me hubiera pasado encima pero ya puedo vivir con el por unos días más.
Mis nudillos están vendados, mi cara, bueno, esa la dejé sin maquillaje.

Me adentre a la escuela para dirigirme directamente al salón y sentarme en la parte de atrás, debo imaginarme que así saben que no quiero a nadie a mi lado. El timbre de inicio de clases sonó y de a poco se fueron adentrando a la aula todos, mi mirada se cruzó con la de Chandler y este solo me miraba como si hubiera visto al mismo diablo. Claudia puso su atención en mí, mostrando una cara de susto, joder que lo sé, mi cara es un asco pero maquillarme no es lo mío. De a poco el aula se llenó y varias miradas viajaban a mi, me estaban hartando, sus murmullos, sus señalamientos, todo me estaba cansando.

-¿Qué carajos me ven?-pregunte/grite furiosa- No soy un animal de zoo para que me estén viendo-el salón quedó en silencio y el profesor entró, las clases transcurrieron algo normales, no me sentía cómoda y solo quería irme a casa, el timbre del descanso sonó, empezaron a salir, así que tome mis audífonos y empecé a escuchar música mientras intentaba dormir aunque fuera media hora, el dolor no me deja dormir por las noches.

-¿¡Qué carajos te paso!?-su mirada estaba cargada de enojo

-Nada-dije sin más, mientras veía que detrás de Claudia estaba su novio y su cuñado

-¿Es en serio ___? ¿Me crees tonta? Esto no es nada, mírate la cara y los nudillos joder

-¡Al carajo! Me pelee ¿Estás feliz? Ahora sí me disculpas déjame tranquila, me duele todo y lo que menos quiero son malditos problemas ya tengo muchos-dije y me levanté de mi asiento con bastante cuidado, una mueca de dolor salió de mi

-¿Estás peleando para Lara?-dijo, me detuve en seco y voltee a verla con el miedo creciendo dentro de mi

-¿Qué carajos dices?-pregunte con la voz algo temblorosa

-Eso, joder ahora todo me cuadra, de la nada tú tienes dinero más de lo que te dan tus padres, tus bajas calificaciones, desapariciones por las noches hasta casi las 4 de la mañana, tu cara de sueño todos los días, Christopher pegado a ti como un maldito chicle, quejarte de dolor casi todos los días pero sin que se te note algo, tu rara amistad con Lara, que casi todos te vean con miedo como si supieran lo buena que eres peleando ya que aquí jamás lo haz hecho, tu mal humor y bueno, tu aspecto no deja mucho que desear ahora.

-¡Yo no peleó, joder!

-¿Entonces como carajos tienes ese aspecto?

-Hay muchas formas de que esto pase, pelee si, pero no para Lara

-¿Así? Dime cuales

«Nos descubrió»

Maldita sea, maldita sea, maldita sea

-Te estoy esperando-mi mirada viajo hacia las dos personas detrás de ella, me miraban esperando una respuesta, joder, tengo que decir la verdad no sé me ocurre nada y decir que me caí de las escaleras es una tontería, ni modo, lo siento Lara

-¡____!-Christopher entro, lo mire con agradecimiento pero su mirada mostraba miedo

-¿Qué ocurre?-pregunte ignorando a los demás

-Mira-me dió su celular, una foto mía hablando con Claudia el día de hoy, justamente ahora, debajo había un mensaje

¿Tú o ella? Lo pensaré, el viernes tendrán mi respuesta

-¿___?-Christopher

-Sigue aquí, escúchame bien, te irás por un lado y yo por el otro, a quien no reconozcas en especial mujer la detienes y me llamas-se fue de ahí, tome mis cosas de nuevo chocando con alguien. Claudia, olvide su presencia

-¿A dónde vas y a qué mujer buscas?

-Eso no debe importarte-estaba por salir por la puerta cuando su voz me detuvo

-¿Es ella verdad?-voltee a verla y su mirada joder, prometí que jamás volvería a ver esa mirada en ella