Sola

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No es que me sienta sola. No es que no haya gente que me acompañe. No es que no tenga amigos, tengo muchos.

Solo quería hablar de la soledad que sentimos a veces, aunque estemos en medio de mucha gente. En mi corto tiempo de vida, me he dado cuenta que a veces esa soledad se siente porque nuestra mente empieza a vagar por sectores irreales, en los que tratamos de saber cómo serían nuestras vidas si no hubiéramos nacido donde nacimos, si nuestros amigos no fueran nuestros amigos o, en fin, que todo fuera completamente diferente.

Una vez estaba con mi mama. No hablábamos de nada, y en ese silencio, mi imaginación empezó a actuar: imagine que ella no me conocía.

No sabría describir bien lo que me imagine, pero lo que sentí fue tan real que aun ahora lo recuerdo: Mi corazón se empezó a apretar, mis ojos se sintieron tan calientes como si estuvieran pasando fuego ante ellos, y por mi espalda paso un escalofrió intenso y lento, tomándose su tiempo para por fin detenerse bajo mi cabeza. En un dos por tres estaba llorando desconsoladamente, y mi mama lo único que atino a hacer fue abrazarme, lo que sirvió, ya que antes me la imaginaba completamente lejos de mí, y ella solo así llego ese vacío.

Así llegue a la conclusión de que a veces la imaginación no es tan buena como dicen, y que además, la mente juega contigo destruyéndote o haciéndote muy feliz.

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