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Sarah,

Me he mudado a una casa en algún lugar en Carolina del Norte. Es un pueblucho de esos horrendos, donde la gente se preocupa más por los demás (o mejor dicho, por lo qué hacen los demás) pero sé qué allí ningún mago vendrá por mi o por Call. Donde la palabra 'guerra' será una historia del pasado, y no una advertencia.

Este lugar es... Silencioso.

Y pensé que silencio era lo qué necesitaba. Para mis voces, ya sabes (las qué me dicen que todo fue mi culpa, qué no te protegí lo suficiente). Sin embargo, hay algo qué no me deja en paz. Todas las noches no dejo de pensar en el por qué escribiste «Mata al niño» sobre el hielo.

Sólo trato de ver en Call lo qué tu viste esa noche. Pero no lo logro. Sólo veo a un bebé de ojos grises, qué sonríe cada vez que entro en la habitación.

Es nuestro hijo. ¿Por qué querrías qué muriera?

Pero hoy no puedo más. He decidido investigar.

Descubrire porqué escribiste eso sobre el hielo.

Te extraña,
Alastair.

Cartas a SarahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora