sin's deep in my blood

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Art: No recuerdo la source....oops.
AVISO: Muy ligero N'SFW

Como detesto que wattpad me diga "cambios guardados" y luego me salga "cambios sin guardar" –w-U Recientemente inicie a ver Junjou romantica y sentí cierta familiarización con Misaki, no dejaba de pensar que su voz y conducta se me hacía conocida. (: Adivinen quIEN ES SU MALDITO SEIYUU, YO GRITE CUANDO LO NOTE WWWW (Puse una referencia a un capítulo de JunjouR)

¡Los "*" tienen explicación al final! Btw, también deje unas aclaraciones:'u

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– ¿Cómo supiste que quería este suéter? – Pregunto alegre Josuke, tomando el suéter a cuadros que mostraban su piel. – Es fácil de saber. ¡Te lo quedaste viendo desde que entramos hasta que salimos de la tienda! – Exclamo Kishibe con un cuchillo en mano, estaba partiendo las verduras para el curry, una pequeña risa salió de Josuke mientras se acercaba a abrazar a Kishibe. – Baja ese cuchillo, no quiero que te vayas a cortar. – Josuke continúo abrazándolo por las espaldas. – Si la situación lo amerita, me cortaría hasta un dedo. – Tranquilamente menciono Kishibe, Josuke lo soltó por un segundo y continúo revisando las bolsas de despensa. – Procura que este a tu lado para esos tiempos, mientras tanto no lo hagas. – Ordeno Josuke, continuando en búsqueda de sus guantes rojos. – No me digas que hac- ¡Maldición! – Un quejido salió de Kishibe, Josuke giro su cabeza y noto que el mangaka cortó su dedo por distraerse. – Te lo dije, dame tu dedo. – Josuke se acercó al mangaka y tomo su mano, posando la cortada en su boca. – ¿Qué haces? Se va a infectar si pones tu boca, además esto fue tu culpa. – Kishibe se quejó pero no detuvo a Josuke, por el contrario de su pareja este continúo succionando la sangre de la casi apenas notable cortada. – ¿Por qué no usas a tu stand? Necesito que mis manos no tengan ni una cortadura para hacer mi trabajo correctamente – Josuke lanzo una mirada molesta a Kishibe para luego detenerse – Y yo soy el lento para entender, huh. ¡Se llama prueba de afecto! Además, es para detener el sangrado y cerrar la cortada rápidamente. – Josuke saco la mano de su stand y la puso por encima de la de Kishibe, curando inmediatamente la cortada. – Mejor parte las verduras y yo me encargo de sacar las compras. – Ordeno Kishibe votando el cuchillo y dirigiéndose a las bolsas sobre la mesa. – De nada... – susurro Josuke mientas tomaba el lugar de Kishibe, iniciando a cortar las verduras. – ¿Dijiste algo? En fin, apúrate y termina de preparar ese curry. – Kishibe continuo sacando el contenido de las bolsas, para su suerte Josuke no alcanzo a encontrar cierta cajita que compro el mangaka que sería ocupada pronto. – En eso estoy. Por cierto, no te quiero amargar la comida pero... – Josuke pensaba en comentarle al mangaka que había encontrado empleo pero no estaba seguro si sería una buena idea. – ¿Qué sucede? Sé directo – Kishibe pensó por un segundo que Josuke noto la cajita. – Bueno, estaba pensando en buscar un empleo para poder independizarme pronto. ¡Y tengo uno ya en puerta! – Josuke espero por un comentario de Kishibe sobre si lograría hacerlo – Ya veo, ¿En dónde piensas trabajar? – Rohan se había quitado un peso de encima al saber que no vio la cajita, pero otra preocupación lo ataco: ¿Dónde trabajara? ¿Quiénes serán sus compañeros de trabajo? ¿Poder verlo? ¿Se enamorara de otra chica? Josuke noto que Rohan tenía una expresión incomoda. – No te burles por favor, trabajare en el café donde pidió mi madre el pastel. –Josuke iniciaba a verter las verduras en la cacerola con aceite y carne mientras las mezclaba, aun con sus ojos fijados en Kishibe, el mangaka soltó un suspiro de alivio. – Por algo se inicia ¿No? Me alegro por ti ¿Qué horarios vas a tener? – Kishibe continuo sacando el ultimo contenido de las bolsas, suerte que Josuke no noto su preocupación y celos o lo estaría molestando. – ¡Gracias, cariño! – Alegremente exclamo Josuke intentando levantarle el ánimo a Kishibe, rápidamente regresando su vista para añadir el curry. – ¡Cállate y contesta mi pregunta! – Kishibe lanzo los guantes rojos de Josuke en su rostro y giro su cabeza para que no notara su rostro ruborizado. – ¡Mis guantes! Ah, bueno... Sera desde en la mañana hasta en la noche y me encargare de las entregas a domicilio también. – Josuke contesto, tomando sus guantes del suelo. – ¿Por qué la pregunta? ¡No me digas! Piensas ir a verme. – Alegremente se acercó Josuke a Kishibe y tomo su mano, poniéndola en su mejilla, el mangaka brinco un poco al notar que Josuke supo cuál sería su plan, ir a verlo todos los días aunque se convirtiera un adicto al café y terminara dejándole lo que le pagan a Josuke como propina. – ¡En tus sueños! Tengo cosas que hacer y más ahora que se vienen fechas de entrega, me alegra tener tiempo para mí solo. – Kishibe intento sonar molesto pero el ojiazul puso ojos llorosos por no decir lágrimas de cocodrilo y lo miro fijamente mientras besaba la palma de su mano, esto conmovió al mangaka lo suficiente. – – ¡Bien, procurare ir! Pero no te diré cuando a menos que sean días que quede con mi editor en ese café. – Kishibe apenas había terminado de hablar cuando su ojiazul lanzo un grito de alegría. – ¡Genial! ¿Dejaras propina? – Pregunto Josuke abrazando fuertemente a Kishibe. – ¡Me niego! – Con el poco aire que pasaba por sus pulmones exclamo Kishibe, podría lucir molesto pero sus mejillas color rojo escarlata y su manera de ceder en el abrazo decían otra cosa. – Tacaño. – Susurro Josuke mientras soltaba un poco a Kishibe para que el aire entrara a sus pulmones nuevamente. – Pero me basta con verte. – Josuke bajo su rostro para acercarse a besar a Kishibe, el mangaka intento dar un paso atrás para luego posicionar sus labios listos para el beso, pero un pequeño problema hizo que Kishibe fuera lanzado para atrás, el pompadour de Josuke. – Ah...Perdón. – Josuke noto esto y se tornó rojo hasta las orejas, inclino su cabeza hacia la izquierda y el mangaka hizo lo mismo, luego Josuke dirigió su cabeza a la derecha y el mangaka le siguió inconscientemente. – ¡Quédate quieto! – Exclamaron ambos al mismo tiempo, esto causo una pequeña risa en Josuke y un quejido en Kishibe con una pequeña sonrisa en su rostro. – Supongo que debería hacerlo un poco menos sobresalido. – Menciono Josuke apuntando a su cabello. – Hazlo luego. – Kishibe se posiciono correctamente y puso sus labios junto con los de Josuke en un cálido beso, causando que este correspondiera inmediatamente, posando sus manos en la cadera de Kishibe para luego deslizarlas lentamente a su parte trasera por encima del pantalón de mezclilla que llevaba puesto. – ¡Oye! – Kishibe rompió el beso y quito las manos de Josuke a donde se dirigían. – Perdón, se me resbalaron. – Josuke contesto con una sínica sonrisa de oreja a oreja causando que el mangaka le lanzara un leve golpe en el estómago y el ojiazul dramatizara esto. – ¡Me muero! ¡Que dolor! – Exclamo Josuke en dirección a la estufa nuevamente, apagando el curry. – ¡Vuelves a hacer eso y no me hare cargo de lo que te pase! – Kishibe estaba completamente molesto mientras que Josuke era todo lo contrario, estaba intentando no reír mientras preparaba los platos para servir el curry. – ¡Te detesto! – Exclamo Rohan mientras subía las escaleras en dirección a su estudio, para guardar la caja y cambiar a unos pantalones más ajustados. – ¡Yo también te amo! – Grito Josuke con la esperanza de que Kishibe lo escuchara y así fue pues se escuchó un leve "Tienes suerte", el ojiazul serbia el curry mientras tarareaba una canción – I'll never feel alone again with you by my side~ – Josuke no sabía mucho ingles pero al menos se aprendía las canciones – Sabes cantar un poco ¡Me alegra que mínimo sabes algo tan simple! – Se escuchó a Kishibe a lo lejos. – Gracias, creo ¿Tu sabes cantar? – Pregunto Josuke mientras sacaba arroz y lo ponía en el plato. – No me subestimes, por supuesto que puedo. – Kishibe podía cantar si se lo proponía inclusive sin la ayuda de su stand. – ¡Intenta cantar algo, voz encantadora! – Josuke bromeo esperando una desafinada voz, pero el resultado le sorprendió. – When I woke up tonight, I said I'm gonna make somebody to love me~ – Josuke se sorprendió por la buena voz de Kishibe y sobre todo porque conocía la canción. – ¡No uses tu stand, tramposo! – Exclamo Josuke mientras intentaba servir el curry sin quemarse. – And now I know , now I know ,I know that it's you, You lucky, lucky, You're so lucky!~ – Casi grito Kishibe en lugar de cantar, las mejillas de Josuke se tornaron de un color escarlata al recordar un poco de la canción, sin embargo decidió molestar a Kishibe en cuanto terminara de servir. – Well, do you, do you, do you wanna?~*** – Continuo cantando Kishibe a un volumen considerable para que su ojiazul lo escuchara, una vez termino de servir decidió dirigirse a donde estaba Kishibe. – ¡Ya está el curry! ¿Sabes lo que dice esa canción o no? – pregunto el ojiazul a su pareja algo intrigado mientras terminaba de subir las escaleras, de momento escucho un gruñido, causándole pegarse a la pared más cercana. – ¿Kishibe? – Josuke pregunto con miedo notorio en su voz mientras que Kishibe continuaba tarareando la canción, el ojiazul continuo acercándose al estudio del mangaka pero una caja moviéndose en su dirección lo interrumpió, causando un grito de él. – ¡¡Kishibe!! – Josuke grito lo más varonilmente que pudo (y fallo) mientras entraba al estudio de Kishibe. – ¿Qué son esos gritos de niña? ¡En un momento bajo! – Kishibe después de gritar a Josuke, se dispuso a punto de poner una araña disdera en su lengua, un intenso color anaranjado y patas bastante largas pero gruesas, Josuke no sabía de qué sentirse aterrado, la araña y Kishibe o la caja moviéndose sola gracias a algún fantasma. – ¡Deja de poner tu boca con una araña, es asqueroso! – Josuke tenía muy pequeñas lágrimas de desesperación saliendo de sus ojos y un notorio enojo de una madre cuidando que su hijo no coma arena o algo peor, pero para su suerte Kishibe no hizo caso e inicio a tocar con su lengua a la araña, desde su pequeña cabeza hasta su gigantesco final, Josuke estaba a punto de irse a ver qué era lo de la caja en lugar de observar a su amado tocar a una araña de esa forma. – Listo, esto es suficiente, me canse, voy a ver ese fantasma de la caja y no pienses en besarme de nuevo ¿Me escuchaste? ¡Ni lo pienses! – Josuke se giró en dirección a la puerta con una expresión nauseabunda mientras que Kishibe dejaba ir a la pequeña araña y ahora giraba su cabeza a Josuke. – Ahora... ¡¿Qué basura estabas diciendo sobre mí?! – Exclamo molesto Kishibe acercándose al ojiazul, tomándolo de la mano y cerrando la puerta ya casi abierta. – ¡Que es asqueroso que hagas eso con arañas y hay un fantasma en tu casa! – Josuke abrió la puerta a la fuerza y apunto a la caja aun moviéndose, inmediatamente saltando a las espaldas de Kishibe. – ¿Te refieres a eso? – el mangaka apunto tranquilamente a la caja moviéndose de izquierda a derecha. – Sí y no olvidemos la araña. – Con un puchero menciono Josuke, Kishibe se acercó a la caja y el ojiazul iba un paso atrás de él casi pisándole los talones, el mangaka chisto su lengua al ver que su pareja tenía miedo de una caja moviéndose pero no de enfrentar a alguien como Kira, rápidamente levanto la caja con su pie y se agacho a tomar lo que se estaba moviendo, Josuke trago saliva de nervios – Es una tortuga que compre par- – Un pequeño y apenas audible suspiro exasperado interrumpió la gentil voz de Kishibe al explicar sobre la tortuga que tenía en sus manos, Josuke mordió su labio inferior y rápidamente aprovecho la oportunidad para escapar y bajar a comer el curry antes de que más nauseas lo atacaran. –.... ¿Le tienes miedo a las tortugas? Vaya, no lo esperaba de ti – Pregunto Kishibe mientras bajaba las escaleras con tortuga en mano, su tono era uno sarcástico pero se notaba un poco de interés y preocupación por Josuke, el ojiazul levanto su vista del plato para ver a Kishibe, ya estaba sentado comiendo el curry y sus mejillas llenas de este con arroz alrededor de sus labios, Kishibe sintió ternura al verlo así sin embargo quería molestarlo un poco por lo que le dijo. – ¡Te lo dije la otra vez! Le tengo miedo a los reptiles, aleja esa cosa de aquí*. – Con la boca llena apenas pudo hablar el ojiazul, Kishibe dejo la tortuga en el suelo, justo al lado de la mesa para que caminara cerca de ambos, Josuke le lanzo una mirada molesta a Kishibe mientras pasaba su gran bocado. – ¿En serio? Amor mío, mis ojos verdes que me motivan cada día, Sólo llévala a donde estaba y come antes de que se enfrié, por favor. – Josuke le lanzo una mirada suplicante mientras ponía sus manos juntas. – Bien, pero discúlpate por lo de antes. – Josuke estaba a punto de hacerlo pero Kishibe hizo un gesto de esperar con su mano. – Con un beso. – Kishibe sin dudarlo dos veces se acercó a Josuke como si este hubiera aceptado, la tortuga estaba andando en su dirección a punto de tocar su zapato. – ¡Me disculpo! – Josuke planto un beso en la mejilla del mangaka. – Listo, llévatela por favor – El mangaka inicio a reír mientras tomaba a la tortuga del suelo. – Idiota...– Susurro Kishibe entre risas, poniendo a la tortuga en lo que lucía como una pecera. – ¡No especificaste donde! Ahora apúrate a comer esto. – El ojiazul soltó un suspiro de alivio y continúo comiendo, esta vez con bocados más pequeños para poder hablar, el mangaka tomo asiento al otro extremo de la mesa dándole así el rostro a Josuke si el curry sabía mal, Josuke dejo de comer por un segundo para fijar su mirada en Kishibe que acababa de introducir la cuchara con curry a su boca – Sabe bien, después de todo yo ayude a preparar este curry – Kishibe menciono para continuar con su comida, al ojiazul le alegraba escuchar esto pero le molestaba que no agradeciera, sin embargo no quería amargar más la comida discutiendo. – ¿Sabes? Me alegra que tuviéramos esa pesadilla. – Josuke hablo con alimento en su boca sin embargo era entendible lo que decía, Kishibe no estaba contento por la imprudencia de decirlo mientras comen pero lo dejo continuar. – Después de todo, me di cuenta que en verdad te importo. – Josuke tenía notoria alegría en su rostro mientras decía esto, Kishibe no pudo evitar sonreír también al ver esa tierna sonrisa plasmada en el rostro de Josuke. – Lo mismo digo, al principio pensé que sólo tenías las hormonas alborotadas y pensabas que yo te gustaba, pero tal vez... me equivoque. – Kishibe evito la mirada del ojiazul mientras observaba su plato de comida, el curry sabía demasiado bien que cualquier otro que inclusive él hubiera preparado ¿Acaso en verdad el ojiazul había añadido sabor a su vida? Antes le daba igual si estaba con él por interés o por sus alborotadas hormonas pues tarde o temprano se rendiría en acosarlo y terminaría yéndose como todos lo hacían, pero después de los dos primeros años con Josuke todo era distinto, su corazón latía como loco cuando este sonreía como tonto mientras lo observaba o inclusive esos días de verano que el sudor hacia que la ropas del ojiazul se pegaran a su cuerpo como una segunda piel, dejando lo demás a la imaginación, esos ojos azul fuerte con ligeros toques de amarillo que hacían lucir sus ojos como dos diamantes a la luz del sol, esas cejas pronunciadas que hacían cada expresión una más intensa y no hablemos de esos labios que lucían tersos y brillosos como si estuvieran listos para besarlo en cualquier momento y sobre todo le daban ansias de morder a Kishibe, ahora también le importaba que Josuke se sintiera cómodo alrededor de él, le incomodaba saber que podría estar con alguien establecido como pareja que no fuera él, le importaba que su afecto fuera sincero hacia él y nada más él y sobre todo, deseaba cada día en su mente poder pasar todos los días con Josuke ¿Quién pensaría que cambiaría todo en tan poco tiempo? Aunque todo fue gracias a que Josuke dio el primer paso mostrando sus sentimientos – ¿Rohan? ¡Tierra llamando a Rohan! – Exclamo Josuke atrayendo la atención de Kishibe. – no me estabas escuchando ¿o me equivoco? Bueno, te estaba preguntando sobre Re- – Kishibe interrumpió. – ¿Cuándo piensas irte a vivir solo? – La pregunta tomo por sorpresa a Josuke. – No sé, en cuanto tenga el dinero suficiente para pagar alguna renta... – No muy animado contesto Josuke, esto le ayudo a tomar más valor al mangaka. – Ya veo, en cuanto tengas lo de una renta avísame. – Ordeno Kishibe, continuando con su comida. – ¿Me ayudaras a conseguir un buen precio con tu stand? – Incrédulamente pregunto su pareja, sacando una pequeña risa de Kishibe. – ¿Qué? ¡No soy como tú, estafador! – La sonrisa de su ojiazul se transformó a un puchero mientras que la sonrisa en el rostro de Kishibe permanecía. – A lo que me refiero, quiero que vengas a vivir conmigo, son siete cuartos y a lo mucho sólo ocupo cuatro – Los ojos azules de Josuke se abrieron como platos al escuchar esto, el mangaka tenía un ligero rubor sobre sus mejillas sin embargo prosiguió – Nos podemos dividir los gastos y también eso contaría como renta ¿Qué te parece? – Kishibe hizo un gesto con su mano para que Josuke procediera a contestar, él simplemente pudo asentir, aun sin creer lo que le había ofrecido el mangaka. – Bueno, en cuanto juntes el dinero avísame. – Kishibe continuo comiendo, el ojiazul no se lo podía creer aun pero bueno, era más difícil de creer que Kishibe en verdad tenia sentimientos – Realmente esto es genial...Sólo espero no despertarme mañana y saber que esto fue un buen sueño. – Josuke menciono con una incómoda risa, Kishibe le lanzo un arroz a su mejilla. – ¡¿Por qué haces eso?! – En tono molesto pregunto Josuke, después metiendo la chuchara con curry a su boca. – Eres realmente negativo si te lo propones, deberías aprender a apreciar más tu realidad. Luces mejor sonriendo que siendo deprimente. – Kishibe en verdad se preocupaba por ver a su pareja feliz y más ahora, después de todo compro esa caja por algo y no la piensa desperdiciar, aunque tenga que esperar un poco más. – Supongo que de tanto tiempo estar contigo ya se me contagio...Maldición, olvide lo que te quería preguntar – Josuke puso su mano en su mentón intentando recordar. – Kishibe se levantó de su asiento para dejar su plato en el lavavajillas, Josuke continuo con su mano intentando recordar mientras que la mano de Crazy Diamond le alimentaba. – Seguro era alguna tontería, olvídalo y simplemente conti- ¡Oye, deja de ser perezoso y come apropiadamente! – Exclamo Kishibe mientras le pellizcaba su mejilla. – ¡Ya entendí, detente! – Josuke uso ambas manos para terminar de comer lo más rápido que pudo mientras Kishibe a sus espaldas intentaba no reír por lo tierno que es. – ¡Te puedo escuchar riendo, Rohan! – Josuke intento sonar enfadado pero su boca llena de arroz y curry solo le hacía lucir más tierno, casi como un Shiba Inu con sus mejillas rellenas** – ¿Qué le vas a decir a tu madre sobre vivir conmigo? – Pregunto Kishibe quitando el plato vacío de enfrente de Josuke. – Pues, le diré que vine a vivir con... ¡El gran mangaka, Kishibe Rohan! – En un tono burlón pero orgulloso exclamo Josuke con una mano en su frente como si saludara a un soldado. – Que gracioso, bueno, supongo que hablare con ella si se niega. – Kishibe solo usaría su stand para convencerla si algo salía mal en el peor de los casos. – ¿O le debería decir que trabajare como tu modelo? – Josuke continuo pensando en las posibles mentiras en su cabeza mientras Kishibe estaba a punto de regañarlo. – ¡Vaya que eres un grandísimo mentiroso, Higashikata! – Exclamo Kishibe pellizcando la mejilla de Josuke de nuevo. – ¡Suéltame, me duele y dejaras una mejilla más grande! – Josuke tenía una pequeña lágrima en su ojo derecho gracias al dolor, mientras que Kishibe ahora pellizcaría su otra mejilla. – ¡Ahora ya estarán parejas! – Kishibe continuo torturando un poco más a su adorado ojiazul – ¡Detente! – Exclamo como pudo Josuke, invocando a Crazy Diamond atrás de Kishibe. – ¿Qué haces? – Pregunto un poco preocupado Kishibe, con miedo de sentir otra vez un golpe de Crazy Diamond. – Suéltame – Nuevamente se quejó Josuke. – ¡Me niego! – Kishibe ahora apretó más fuerte, pero unas manos lo interrumpieron, Crazy Diamond inicio a hacerle cosquillas para detener al mangaka de molestar a su usuario. – ¡J-Josuke! – El mangaka exclamo molesto para que se detuviera sin embargo él continuaba apretando las mejillas de Josuke – Entonces suéltame. – Josuke se cruzó de brazos, notando que poco a poco el agarre de Kishibe se hacía más suave y se escuchaba una risita intentando ser contenida. – ¡Detente, Josuke! – Kishibe exclamo entre risas mientras soltaba las mejillas de Josuke, vaya que al ojiazul le parecía una persona diferente Kishibe cuando hablaba con Koichi o cuando iniciaba a reír, le encantaba verlo feliz aunque su rostro con él siempre fuera algo serio y discreto al respecto de sus emociones. – Di dos palabras mágicas, Rohan– Josuke estaba tocando sus mejillas que ardían levemente mientras Kishibe apenas y podía contener la risa hasta el punto que lagrimas iniciaban a salir de sus ojos y su estómago empezaba a doler. – ¡Heaven's Door! – Como pudo hablo Kishibe sacando a su stand, causando que el ojiazul cerrara sus ojos. – No me refería a tu stand. – Josuke sintió unas pequeñas manos tocando su rostro para luego de unos segundos pellizcar sus mejillas, Kishibe estaba tirado en el suelo aun riendo. – ¡Kishibe, no me pienso detener así! – Molesto Josuke aumento las cosquillas en el mangaka y este no pudo controlar bien su stand. – Bien, me rindo. – Rohan hablo entre risas, su estómago en verdad dolía mucho y se estaba comenzando a sofocar, Josuke no podía evitarlo pero también reír al verlo tan alegre. – No eran esas palabras, pero tampoco quiero que mueras ahogado. – Josuke oculto a Crazy Diamond para luego acercándose al mangaka para poder levantarlo, secando las lágrimas que escurrían de sus ojos color esmeralda. – Me duelen mis mejillas y a ti el estómago, estamos a mano ¿No? – Josuke abrazo al mangaka aun en el suelo, el mangaka noto que el cuello de Josuke estaba expuesto lo suficiente como para que una estrella en su cuello y hombro se viera. – ¿Te hiciste un tatuaje? – Pregunto Kishibe un tanto incomodo por saber que no sólo se perforo las orejas Josuke, se tatuó también. – ¿Tatuaje? No que yo recuerde...– Josuke contesto y luego se detuvo a pensar. – ¡Ah! ¿Te refieres a mi marca de estrella? ¡Se ve genial! ¿No? – Alegremente el ojiazul señalo con una de sus manos libres y su pulgar a su marca de nacimiento. – ¿Marca de nacimiento? Hm...supongo que también la tiene el señor Joestar. – Kishibe se notó interesado por esto ¿La tendría también Jotaro? ¿Desde la primera generación de Joestar la tenían? ¡Entonces sí que era hijo de Joseph! – Así es, mi madre me comento alegremente con lágrimas que mi viejo la tiene y recientemente revise en su hombro, no se equivocaba. – Josuke comento un poco alegre e incómodo, después de todo era hijo de ese mujeriego, sínico y algo fácil de que los halagos le llenaran la cabeza, que lucía demasiado joven para su edad. – Mi viejo me dijo que esta marca la tenía su abuelo, aunque me da cosquillas cuando intento tocarla. – Admitió Josuke, regresando su mano a abrazar a Kishibe. – Cada día aprendo cosas de ti, vaya. – Kishibe sentía más atracción a Josuke ahora ¿Tiene cosquillas? ¿Tendrá algún tipo de sensibilidad? ¿Qué textura tiene esta marca? su curiosidad hizo que sin darse cuenta su mano se moviera en dirección a la marca de estrella en Josuke, tocándola de punta a punta, el ojiazul sintió un escalofrió que le recorrió toda la columna, sus mejillas se tornaron de un color rojo escarlata hasta sus orejas. – R-Rohan, por favor detente. – Josuke oculto su rostro en el cuello de Kishibe, su respiración se notaba algo agitada y su abrazo se sintió más fuerte. – ¿Por qué? Estoy revisando que no sea un tatuaje y para ser honesto no lo parece. – Kishibe continúo tocando la marca, ahora que Josuke estaba tan pegado podía poner su boca inclusive. – Ya te dije que no lo es, detente por favor. – Josuke temblorosamente pidió, luego tomo la mano de Kishibe y la aparto. – ¿Te da cosquillas? Bien, entonces no la tocare. – Josuke soltó un suspiro de alivio al escuchar esto de Kishibe. – En cambio pondré mi boca. – Despreocupadamente contesto Kishibe, poniendo su boca antes de que Josuke pudiera negarse o detenerlo, ahora pasando su lengua de punta a punta lentamente, algo similar a un gemido se escuchó cerca del oído de Kishibe, su expresión se tornó a una algo avergonzado e inmediatamente separo su boca de la marca. – Josuke. – Kishibe interrumpió ese sonido incómodo, el ojiazul hizo lo que parecía un sonido de pregunta. – No te referías a sensibilidad de cosquillas. ¿Verdad? – Inocentemente pregunto Kishibe, el ojiazul asintió. –...Ve al baño. – Ordeno Kishibe, separándose de Josuke lo suficiente como para ver su rostro completamente rojo, sus ojos levemente abiertos y respiración algo agitada. – ¿Esa es tu mejor respuesta? – Josuke tímidamente miro a los ojos de Rohan, que ahora también estaba sonrojado y algo nervioso – ¿Qué más quieres que diga? Apúrate y ve – Kishibe evito la mirada de Josuke intentando ver al suelo, vaya error, se encontró con algo notoriamente intentando salir del pantalón de Josuke. – ¡Oh! Pensé que bromeabas. – intentado sonar lo más molesto que pudo Kishibe, aunque no quitaba sus ojos de ese gran bulto que llamaba su atención y vergüenza. – ¡Bromear mi trasero! Estas cosas no son para eso...Eh ¿Podrías...? Ya sabes... – Josuke también evito ver a Kishibe, sin embargo tomo su mano y la intento atraer a cierto monte. – Con gusto puedo ir por agua fría y lanzártela – Kishibe intento desviar el tema. – No me refiero a eso. – Josuke puso la mano de Kishibe en su entrepierna sin esperar más, sacando de su boca un leve gruñido. – ¿Qué? ¡No, ni lo pienses! – Inmediatamente Kishibe se movió hacia atrás sin embargo su mano era sujetada fuertemente por Josuke. – Vamos, me dibujaste desnudo con demasiados detalles ¿y no puedes hacer esto? – El ojiazul no podía aguantar a este paso, mucho menos con la mano de Rohan moviéndose lentamente para zafarse, Kishibe estaba entre incómodo y molesto. – Eso es diferente, ahora déjame ir y ve a lo que debes en el baño. – Su seño estaba fruncido pero su rostro estaba todo rojo y la curiosidad era visible en sus ojos. – ¿Seguro? – Pregunto en un tono demasiado grave y rasposo Josuke en el oído de Kishibe, causando escalofríos y un pequeño brinco en Kishibe pues nunca había escuchado esa voz en él, era distinta a la voz que hace cuando se enojaba. – ¿Cómo puedes preguntarme algo así? ¡Ve al baño, esto fue tu culpa! – Kishibe estaba cansado de tener que repetirse y no quería terminar igual que su pareja ahora mismo, Josuke puso un puchero y estaba a punto de levantarse, sin embargo puso su la mano de Rohan en su corazón. – En realidad fue tu culpa por provocarme, pero no te salvaras a la próxima. – Josuke le lanzo un giño y prosiguió al baño, Kishibe se cubrió el rostro con ambas manos, claro que se sentía alegre de provocar a Josuke pero en esta situación su cuerpo reaccionaba contrariamente a como le gustaría, luego de un rato se escuchó la voz de Josuke repitiendo el nombre de Rohan. – ¡Deja de ser tan ruidoso! – Grito Kishibe levantándose del suelo e iniciando a lavar los platos para no escuchar nada con el agua, unos minutos pasaron, Kishibe salió y noto que su mesa estaba rayada con crayón morado. – Seguro fue la hija de Kujo. – Pensó Kishibe, sin embargo entre esos garabatos había un monigote con un cabello que parecía una hamburguesa y montones de corazones alrededor de ese monigote. – ¿Es ese Josuke? ¡HA! Yo lo dibujo mejor – Kishibe pensó en voz alta, enfocando bien su vista había unas palabras escritas debajo de ese dibujo "Te quiero Josuke" – ¡Menos mal que sigue siendo pequeña! – Exclamo Rohan sin darse cuenta, una mano en su hombro lo asusto. – ¿Quién? ¡Oh, ese es Jotaro! –Alegremente menciono Josuke mientras con su otra mano apuntaba al dibujo, Rohan le lanzo una mirada molesta a Josuke y luego vio su mano. – ¿Te lavaste las manos? – Pregunto Rohan a su pareja. – No. – Tranquilamente respondió Josuke, poniendo su mano izquierda en los labios del pelinegro, los ojos de Kishibe se agrandaron e intento gritar algún insulto pero fue cubierto por la mano de Josuke. – Sólo estoy bromeando, tranquilo. – Josuke estaba a punto de quitar su mano pero fue mordida por Kishibe. – ¡Grumpycat! – Exclamo el ojiazul, notando la pequeña marca de mordida situada en su dedo índice. – No vuelvas a hacer eso. – Kishibe hizo un puchero ahora, abrazándose a Josuke, el ojiazul se sorprendió de que Rohan lo abrazara pero regreso el abrazo. – Estoy loco por ti, no te quejes. – Josuke recargo su cabeza en la de Kishibe, si alguien los viera ahora seguro les lanzarían miradas raras pero no le importaba mientras Rohan este a su lado. – Te amo, idiota. – Kishibe susurro, el ojiazul no podía pedir más en este día con Kishibe. – Al fin lo dices sin esconderte, pero la próxima vez dilo viendo mi rostro. – Josuke acaricio la mejilla de Rohan, tomando su rostro en ambas manos suavemente como si tomara un muy frágil objeto que se rompería al tacto. – No repito dos veces. – Molesto contesto Kishibe, mirando a las manos de Josuke en lugar de a él. – Eso lo sé, pero yo si repito si alguien no entendió. – Josuke planto besos suavemente en los labios de Kishibe, sus besos eran algo torpes pero daban la suficientemente calidez y emanaban el amor que Josuke tenía por Kishibe que eso lo reparaba, luego de unos cuantos besos separo su rostro del de Kishibe. – ¡Te am~o*, Rohan! – Exclamo Josuke extendiendo un poco la "m" mientras lo decía, Kishibe no podía escapar pues su rostro estaba en las manos de Josuke, simplemente puso una muy pequeña sincera sonrisa que sólo con un gran enfoque la notarias. – Deberías sentirte suertudo, es reciproco. – Kishibe continuo admirando ese hermoso rostro que tenía enfrente, pero el ruido del teléfono de Josuke intervino. – Seguro es mi madre. – Josuke se separó de Kishibe y atendió el teléfono, un grito se escuchó desde el teléfono, tanto que hasta Rohan lo escucho. – ¡Perdón! Estaba pintando y deje el teléfono fuera. – A pesar que Josuke estaba hablando por teléfono se inclinó como si su madre estuviera enfrente. – Lo sé, en un rato voy ¿Eh? ¿Quieres hablar con él? ¿Para qué? ¡Ya voy! – Josuke le extendió el teléfono a Kishibe. – Quiere hablar contigo, no está de buen humor porque no estoy ahí – El pelinegro a su lado tomo el teléfono con seguridad y listo para cualquier grito. – Está hablando con Kishibe Rohan ¿Qué sucede? – Más gritos enfurecidos se escuchaban al otro lado de la línea. – ¿Ya termino? Bien, Josuke ha estado ayudándome a pintar mi casa como pago por haber descompuesto mi motocicleta y me disculpo si eso ha estado causando un inconveniente en casa, pero si le reconforta, en unos minutos estará en casa. – Los gritos ya no se escuchaban ¿Kishibe calmo a su madre? Bueno su actitud cuando se lo proponía podía ser grosero pero también podía ser educado, mientras esos dos se llevaran bien a Josuke no le preocupaba más. – Entonces supongo que aceptare esa agradable invitación, en dentro de unos minutos estaremos ahí, muchísimas gracias por su comprensión. – Kishibe termino la llamada, soltó un suspiro y giro su cabeza a Josuke. – ¡Tu madre tiene un horrible carácter! Tiene suerte de que no esté frente a ella o hubiera usado mi stand. – Inmediatamente se quejó Kishibe mientras entregaba su teléfono a Josuke, ya se le hacía raro a Josuke. – ¿Qué te dijo? – pregunto Josuke. – Quiere que dejes de pintar y vayamos a comer a su casa, al parecer se sintió mal porque descompusieras mi motocicleta. – Kishibe iba mencionando mientras entraba a la casa, buscando por las llaves del auto y tomando del perchero una gabardina color café que combinaba con su camiseta de cuello alto color negro y sus pantalones de mezclilla. – Usare mi bufanda, no quiero que te inicie a golpear. – Josuke menciono tímidamente, esperando gritos de Kishibe sobre no ponérsela pero no fue así, lucia levemente nervioso. – No te enojes conmigo por lo que dijo mi madre. – El ojiazul se ponía su bufanda mientras observaba a Rohan ponerse su gabardina. – Me enoje con tu madre, no contigo. – Aclaro Rohan, caminando en dirección a la puerta con Josuke a sus espaldas. – Pareces enojado conmigo. – Continúo Josuke, cerrando la puerta atrás de él. – Si no guardas silencio me voy a enojar contigo. – Kishibe en verdad estaba molesto por cómo le grito Tomoko pero Josuke parecía no entenderlo. – Bien, pero siempre soy todo oídos para ti – Josuke menciono entrando al auto, Kishibe sin dudarlo más inicio a conducir, mitad del camino fue un gran silencio incomodo, casi molesto hasta que Josuke rompió el silencio. – Supongo que es buena ocasión para conocer a la suegra ¿No crees? – Intento bromear Josuke, el mangaka no contesto, simplemente intento sacar algo de su bolsillo. – Esperaba alguien más dulce dado que su hijo es de lo más empalagoso. – Contesto Kishibe, al fin sacando lo que tenía en su bolsillo, un labial color azul. – ¿Para qué es eso? – Pregunto Josuke mientras Kishibe se lo lanzaba. – Espera a que lleguemos y veras, por lo mientras guarda silencio. – Josuke obedeció a las palabras de Kishibe, después de todo podía darle ese labial a su madre como regalo y esos dos se llevarían bien.

If it's hurting you,then it's killing me[EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora