El mundo según yo.

3. Perdido.

¿A veces no te ha pasado que piensas mucho? Demasiado. Tienes miles de cosas en tu cabeza, comienzas a reflexionar sobre todo y de repente te sientes... Perdido.

Incluso llegas a aquella pregunta fatídica que hace que te detengas y mires a tu alrededor: ¿Que estoy haciendo con mi vida?

De allí pasas a otras preguntas, ¿acaso esta bien todo lo que hago?, ¿esto es lo que quiero? Hasta llegas a cuestionar si fue buena tu elección de desayuno de hoy en la mañana.

Todo deja de tener sentido. Las dudas te embargan.

La vida es como el mar, si no nadas te ahogas, te hundes. En este momento no nadas, pero no te ahogas. Flotas. Piensas. Tratas de encontrar respuestas. De encontrarte a ti mismo.

Los días pasan demasiado rápido, todo pasa demasiado rápido. Algunos días son buenos, otros no tanto. Tratas de no caer en la rutina. Quieres tener una buena vida pero ¿cómo? ¿cómo llegar a ser alguien?

Sientes como si te presionaran el pecho, el silencio es ensordecedor. ¿Que es lo que de verdad deseas? ¿Cual es tu vocación? En mi caso, esas son las preguntas que me atormentan. ¿Y las tuyas?

Si no te sientes de esta manera, felicidades, haz quitado un peso de tus hombros. Pero si lo haces, supongo que te sentirás identificado, no eres el único.

Tiendes a sentirte perdido más que todo cuando estás solo, puesto que piensas mas de lo normal o simplemente cuando éstas rodeado de gente y te golpea de la nada. Tranquilo, no es tan malo. En algún momento va a pasar, hablarás con tu familia o amigos y todo cobrará sentido de nuevo. Te sentirás seguro. Entonces pasa. Lo encuentras. Eso. Lo que buscabas.

¿Cuando o donde pasará? Nadie sabe, pero pasa. Siempre lo hace. A veces sucede en un momento, o con una persona, o una revelación, tan sólo tienes que esperar y confiar. Que estés perdido no significa que no puedas ser encontrado. Nada es imposible.