Capítulo 6 | Confundida

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porque, porque, porque... gritó Mónica a la misma vez que se despertaba, puso su almohada en su cara y detuvo la respiración por unos segundos; sin embargo, no se borraba de su mente aquella pesadilla desagradable. Al levantarse escuchó el canto de un ruiseñor que le hizo recordar su infancia en unos minutos, corrió rápidamente para asomarse por la ventana y ubicar el ruiseñor que cantaba con tanto entusiasmo y hermosura, pero no lo encontró. Pensó detenidamente que todo lo que le ocurría giraba en un pasado que no la dejaba en paz y que debía olvidar para avanzar con su vida.

—Lo malo de los domingos es que al día siguiente hay que ir al instituto y lo bueno que podré salir de la casa a tomar aire puro. Tengo ganas de vestirme con un Shorts, blusa de tirantes, zapatillas y sujetar mi cabello con una coleta, pues esto de vestirse diferente cada día y pensar en qué ponerme es tan aburrido -expresó Mónica mientras entre cerraba sus ojos y bostezaba.

—Buenos días cariño ¿estás lista?
—Hola mamá.
—Cariño recuerda que hoy iremos a visitar a tus abuelos y de paso iremos al parque, será un día excelente, ¿qué te parece?
—Bueno mamá no lo sé no tengo mucho ánimo y quiero quedarme durmiendo.
—Qué le ocurre a mi niña, porque esos ojos tan tristes.
—No me siento muy bien mamá —respondió mirándola con ojos tristes y el semblante caído.
—¿Qué tienes cariño?, ¿Estás enferma?, —le dice su mamá mirándola con preocupación y tristeza.
—No, no te preocupes mamá no estoy enferma.
—¿Entonces qué te ocurre Amor?
—Tengo problemas con Phanie.
—Ven sentémonos, cuéntame qué está pasando, confía en mí.

Bueno lo que pasa es que Phanie ya no me quiere como su amiga, ahora tiene nuevos amigos y ayer cuando salí al patio ella iba pasando con sus nuevos amigos y su novio, pues en resumen me humilló frente a todos.

—Bueno hija en la vida tienes que aprender, que, aunque muchos dicen ser tus amigos pocos los son en verdad, tienes que aprender a diferenciar entre los que son tus amigos y los que solo son compañeros.
—Pero mamá... fueron años de amistad con Phanie, la conozco desde antes de entrar al Instituto, no puedo dejar perder la amistad así por así, es que aún no puedo creer que ella me tratara de esa manera —respondió al instante que mostraba preocupación y dolor.
—Hija en la vida tomamos decisiones y no todas son fáciles, en ocasiones por nuestro bien, en otras porque creemos que es lo correcto y a veces porque no tenemos otra opción; las amistades son semejante a tierras de cultivos, todas son para cultivar, pero no todas dan el fruto requerido.

Su mamá le da un fuerte abrazo y con mucho cariño le promete que en ella podría encontrar una amiga, madre, consejera y hermana; añade después de unos segundos de silencio "Te amo mi niña preciosa", lágrimas recorrían el rostro de ambas en aquella mañana de domingo, adornada con el canto del misterioso ruiseñor, jamás visto por Mónica.
—Gracias mamá por tu apoyo y confianza, te amo mucho de veras que te amo; pues prometo cuidarte también y darte todo mi apoyo.
—De nada cariño siempre tendrás mi apoyo y también te quiero mucho mi niña; debes dejar al tiempo hacer lo suyo y sonreír -afirmó la Madre secando sus lágrimas con sus manos.
—Lo se mamá y no te preocupes — Mónica y le da un abrazo.
—Eres muy linda mi niña, aunque no lo quieras admitir, te pareces a tu abuela —esta lo dice con una sonrisa en su cara.
—Mónica sonrió un poco diciendo ¡Oh no mamá! Que mala eres porque abuelita.

las dos rieron con fuerza y se levantaron para ir a desayunar. Para su sorpresa mientras desayunaban tocaron la puerta suavemente tres veces.

—¿Quién será? -preguntó mamá.
—ni idea ¿esperabas a alguien?
—No ¿y tú? —No.
—Iré a ver quién es, así que termina de desayunar —Esta bien mamá.
—Hola disculpe ¿usted es la mamá de Mónica?
—Hola si yo soy ¿y tú quién eres?
—¡Oh! Disculpe soy Scott, compañero de Mónica
—mucho gusto Scott, mi nombre es Nieves.
—¿se encuentra Mónica señora Nieves?
—si ella está encuentra adelante pasa, ah prefiero que me digas solo Nieves ya que el Señora aun no me luce -se lo dice sonriendo.
—oh está bien no hay problemas, gracias Nieves responde Scott con generosidad y ambos sonríen por el comentario de Nieves.

—Mónica ven te buscan
—¿Quién mamá? —preguntaba mientras iba a la sala
—Hola Scott ¿cómo estás? —Hola Bien, ¿y tú?
—Bien, venía a disculparme por haber salido tan repentinamente ayer y dejar la maqueta a medias, también venía a ver si querías que continuáramos, pero veo que van de salida.
—Bueno, voy a visitar a mis abuelos que te parece si mañana nos ponemos de acuerdo, para seguir con el proyecto.

—Vale, por mí no hay ningún problema entonces me retiro —este le dé dedica una sonrisa a Mónica diciendo: por cierto, te ves linda.
—tímida y nerviosa le responde Mónica: ¡Oh! Muchas gracias.
—entonces ¿nos vemos mañana?
—Sí, hasta mañana Scott.
—Adiós Mónica-dice; con una sonrisa y se despide de la mamá.
—Adiós Scott.

al salir Scott y cerrar la puerta, Nieves se voltea con una gran sonrisa pícara exclamando lo simpático y cortés que era Scott. Le guiño el ojo y empezó el interrogatorio.

—Mónica, ¿y ese es tu compañero?   —Sí, él fue quien vino a hacer el trabajo de física ayer.
—Ah vale, viste te dijo que te ves linda.
—Hay mamá no malinterpretes las cosas, seguro lo dijo por pura cortesía.
—A mí me pareció que solo decía la verdad ¿eh?
—No inventes mamá mejor apurémonos que se nos hace tarde.
—Vale, vale recoge tus cosas y vayámonos, pero recuerda que este tema no ha acabado aún, pronto seguiremos.

Salimos a la casa de mis abuelos, no dejaba de pensar en las cosas que habían pasado ayer y hoy. Primero Víctor, era la primera vez que lo veía y me coquetea y ahora Scott diciendo que soy linda ¿Qué es lo que está pasando? ¿Será que todo el mundo se pone de acuerdo para confundirme?

Ya llegamos dijo mi mamá. Al bajar de la camioneta mis abuelos nos recibió con un abrazo y un beso, teníamos meses que no le hacíamos la vista. Mi mamá y mis abuelos se la pasaron hablando de distintos temas. Yo preferí irme y sentarme debajo de un árbol a leer, estuvimos en casa de nuestros abuelos aproximadamente unas 5 horas.

Mientras tanto Nieves platicaba con sus padres y estos decían en voz baja que debía seguir su vida y buscar pareja e intentar que su nieta los visitara más tiempo y dedicarle más atención; pues estaba en una etapa que es muy difícil, en las que los jóvenes están llenos de dudas, preguntas y faltos de cariño. Nieves les decía con enojo que estaba bien así y sobre Mónica que no se preocuparan porque le iba a dedicar más tiempo y tratar de visitar la iglesia más seguido. Al cabo de unas horas terminaron y se dirigieron dónde estaba Mónica para despedirse.

nos despedimos y mi mamá les prometió que los iba a visitar más seguido. Nos dirigimos al parque para distraernos un poco y cuando llegamos nos sentamos cerca de la fuente, el parque era uno que estaba cerca de donde vivíamos, con un gran árbol que me encantaba trepar cuando era pequeña. Había columpios, toboganes, bancas e incluso un puesto de hot-dog cerca. El parque estaba algo vacío, sólo había unas que otras parejas sentadas y algunas personas paseando a sus perros.

—Mamá ¿Crees que alguien se pueda fijar en mí?
—Hija, claro que si... eres muy inteligente, bonita y de buen corazón, ¿Por qué lo preguntas?
—Es que las cartas han cesado, ya no eh recibido ninguna desde hace más de una semana y empiezo a pensar que todo es una broma.
—-Cariño tienes que entender que tu admirador secreto tiene miedo de revelar su identidad o quizás hasta tiene miedo de que lo rechaces.
—Tal vez quiero que siga anónimo, no quiero enamorarme me da miedo Mamá.
—mi niña no tengas miedo a enamorarte eres joven y tienes que experimentar el amor —le dice Nieves tratando de animarla
—¿Pero si solo juegan conmigo?
—intrigada y con preocupación responde Mónica.
—Cada circunstancia que pases te hará más sabia y lista, con cada error aprendes algo nuevo, ¿sabías que aprendes más de un error que de un triunfo?
—No, no lo sabía
—Bueno ahora lo sabes cariño.
—Gracias mamá, por aconsejarme y ser como mi amiga.
—de nada mi cielo, siempre estaré para ti.
—Bueno mamá aún no sé qué hacer con Phanie
—Habla con ella mañana y dile que te aclare las cosas, porque la verdad según lo que me dijiste estaba muy borracha para decir algo coherente.
—creo que mañana hablaré con ella en el Instituto, de veras que si lo haré —afirma con una mirada decidida.

Mónica debemos irnos debo preparar la cena y hacer otras cosas.

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saludos.

CARTAS DE AMOR A UNA NERD ( EDITADO )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora