He mirado el cielo ya por mucho tiempo, he sentido cuan largos han sido los años de aprisionamiento que esta condena de ser el hijo del hombre ha traído consigo...he buscado entre las noches despejadas a las estrellas, y entre ellas una constelación allá! Muy lejos...para dejar, una vez que haya besado a la muerte como mi última amante, y haya dejado que la ardides de mi vida se abrazara en un beso de amor obsesivo y soñado de entre tantas fantasías de suicidio con ella, que mi infierno yaciera allá, tan lejos!...
He buscado y no sólo en esos días despejados, también lo he hecho en los días más nublados y oscuros y llenos de neblina que han encerrado y mantenido cautivas de toda articulación humana, a las tinieblas, y junto a ellas a mis oraciones a Dios, manteniéndonos en un constante morir como prisioneros a los 3...he buscado que la neblina me refugie y me esconda, solo esperando que me arrulle en un sueño de muerte eterno, para no despertar en la tierra fría y seca que suele ser mi cama aquí en esta costa desértica, que es raramente rica, rica en cadáveres, los cadáveres de los muchos y casi infinitos sueños que ya han muerto....es rica en llantos lejanos y en donde no sólo hay un mar de caminantes ciegos y nocturnos que solo han buscado no morir en su sonámbulo andar, también viven mis lágrimas, ellas que han hecho su propia utopía con la que viven del pasado.
Solo le pido a ella que mientras duermo cante un poco de esas canciones de depresión nocturna, para recordar que debo salir en cuanto despierte, pues hay aún muchas noches por las cuales debo luchar hasta morir...
Estoy ya algo cansado de buscar respuestas en las noches, pues las mismas que he conseguido mirando hacia arriba solo han sido más recuerdos de que estoy atrapado en esta costa, pues los únicos habitantes cuerdos que me han acompañado aquí, se han ido...el fantasma de ella solo busca entre los muros que tienen encerrada su libertad, y por otro lado, el cuerpo muerto de mi ángel de la guarda es solo un puñado de huesos, pues me convertí en un caníbal luego de que yo y mi sed de morir le matáramos...no pudimos resistirnos más y le dimos santa sepultura en el interior de nuestros adolecidos cuerpos, esperando que su carne santa nos regalara el perdón de Dios y las alas necesarias para escapar...
Hubieron ya muchas noches de pensamiento, pero en una de ellas, una en la que fumaba un cigarrillo de esos, alguien me visitó...recuerdo esa noche en la que llegó por vez primera, recuerdo ver como desde la lejanía lucia como un Ángel de Alas Negras...recuerdo perfecta su forma, su mensaje que clamaba auxilio, su mirada de dolor y desespero...aún me siento perdido en el oscuro de esos rizos que hacía parecer su cabello como una salvaje catarata de fuego negro, un frondoso árbol asesino lleno de hojas de amaterasu...su piel iluminaba y quemaba mi carne, y mi realidad, y cada vez era más intenso, se estaba acercando poco a poco, así me mantuve atento hasta que miré su rostro, y lo entenderé así para siempre, era perfecto y hermoso, pero no hermoso como una mujer hermosa, era hermoso como la paz o el amor, era hermoso como algo que solo pueden sentir el alma o el corazón, sentí entonces como fui apuñalado por los ojos, pues en su mirada estaba encerrado el color verde...ciego por segundos y luego de poder ver nuevamente, el Ángel me pidió ayuda pues estaba herido, y totalmente inseguro de cargar encima con el fruto bastardo y muerto del amor...me entristeció verlo así tan opaco por una enorme herida en el corazón, sus lágrimas de sangre me recordaban verla a ella otra vez en lo que alguna vez fueron mis memorias de amor, totalmente dolida y nauseabunda por el querer...de inmediato corrí a su auxilio, solo pude acatar a no acercarme mucho pues su esencia podría embriagarme y esta vez morir en realidad...con el único cuidado que he aprendido en mi vida le ayude a secar sus ropas de sus lágrimas y de la sangre en sus muñecas, y a coser sus heridas poco a poco con los cabellos de la cruel madre realidad.
Un día de tantos cuando sus alas podían volar nuevamente, se levantó a remontar los cielos, y vi en el un boleto de salida...pero solo había una condición, una dificultad y un sueño. Ahora estoy aquí reflexionando lo que me dijo, sumido entre las cenizas y la arena, agonizante sin piedad de el...el hartazgo colma mi pecho, nací cadáver, y viviré al fin cuando sea sembrado en la dolida madre tierra y quizá florezca, florezca en una maldición o una flor, prefiero morir aquí con estos mis problemas, triste y soñando, odiándola con todo mi amor, y sobre todo queriendo volver a la vida al cadáver de esta costa...
Crónica del dolor irresilente...
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Un Pacto Con El Ayer...
PoesiaEsta es la recopilación de los lastimeros sonetos que cuentan una historia, tal vez no puedan ser calificados como poesía, pero si pueden ser llamados fragmentos del ayer, fragmentos del dolor, fragmentos de una historia, una historia de amor, amor...