Strawberry Path | Dahyun x Chaeyoung

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Estaba tumbada en su cama, con los auriculares puestos pretendiendo estar estudiando para su examen, pero simplemente dedicó su tiempo a hacer garabatos en los márgenes de sus apuntes. Sabía que no podía desperdiciar el tiempo que el manager les otorgó a las tres maknaes para que se centraran en sus estudios... pero eso no significaba que Chaeyoung no fuera una chica que se distrajese con facilidad.

Por eso mismo cualquier excusa era buena para dejar de hacer lo que estaba haciendo.

Alguien tocó a la puerta, y aunque le dio permiso para entrar, no parecía que nadie la hubiera oído. Dejó su teléfono de lado junto con cientos de páginas esparcidas por el colchón, mezclándose con sus peluches, y con cuidado bajó de la cama para ver de quién se trataba.

Frunció la nariz; no había nadie esperando para entrar.

Sin embargo, por azares del destino, algo le hizo mirar hacia abajo. Sonrió, un tanto anonadada. En un envoltorio de magdalena, una fresa estaba frente a sus pies. ¿Algunas de las miembros le gastaría alguna broma? Fuera lo que fuese, no iba a marcharse sin darle primero un bocado. Quizás cualquiera la habría dejado ahí con la mera intención de darle ánimos sin distraerla.

Fue un gesto agradable. Pensó en quién podría haberlo hecho... pero varias personas se le pasaron por la cabza. Además, no debería desperdiciar su tiempo en ello; sino usar su cerebro para memorizar fechas y nombre inútiles, y no resolver un misterio que no tenía sentido resolver.

Volvió a su habitación, y dos minutos después, otro toc-toc en la puerta.

"Yah!" Se quejó, ya que la habían interrumpido por segunda vez.

Miró al suelo de nuevo, y cómo no, había otra fresa en el envoltorio de una magdalena, del mismo color que el anterior; negro. Suspiró, aunque también se agachó para coger la fruta del suelo, y llevársela a la boca. Le dio un primer bocado a su segunda ofrenda, y justo antes de darse la vuelta, se percató de lo que había un paso más adelante.

Otra fresa.

Gateando por el suelo, se acercó, viendo a unas cuantas en frente de sí. No sabía por qué, pero ya se encontraba siguiendo el amargo camino de baldosas rojas alrededor del salón del dorm. Quien fuera que fuese quien estaba haciendo eso, estaba realmente desesperada por llamar su atención.

Rodeó el sillón por detrás, disfrutando, de vez en cuando, su fruta favorita.

Parando al lado del reposabrazos, alcanzó para tomar la última pieza que componía ese sendero que no le estaba llevando a ningún sitio. Y se arrodilló en el suelo, dándole un último bocado.

...Casi se atragantó cuando, de la nada y sin avisar, su unnie se dejó caer gentilmente en su regazo, descansando la cabeza, apoyando la cabeza el los muslos ajenos, sonriendo ampliamente. Chaeyoung echó un vistazo hacia abajo, confusa, frunciendo el ceño como estaba acostumbrada a hacerlo.

"Hola mi querida Princesa de las Fresas." Era gracioso como los ojos de Dahyun se convertían en nada más que dos finas líneas curvadas en su rostro cada vez que sonreía. "¿Has estado buscando a tu Príncipe Azul?"

La otra alzó una ceja. "Más bien Príncipe Tofu. ¿Qué es lo que quieres, Dahyun?"

"A ti."

Rodó los ojos. "Eww, demasiado cursi. Prueba otra vez."

Así que la más mayor tuvo que intentar su plan B; bueno, no importaba de todas formas, sabía que aquello sería mucho mejor que Chaeyoung aceptándola como su supuesto príncipe. Porque, si era sincera, sabía que esa idea era la peor que se le pudo haber ocurrido.

Así que puso una fresa en su boca, sosteniéndola con los dientes, esperando a que Chaeyoung entendiera lo que quería.

La segunda maknae sonrió de medio lado, sabiendo que las intenciones de Dahyun nunca fueron puras o inocentes. Soltó alegres carcajadas, inclinándose para darle un bocado a la fruta. No obstante, no le dio a su unnie lo que quería, puesto que sus labios ni siquiera se rozaron un poquito. Aquella mocosa había hecho que el corazón de su unnie se detuviera por un instante y fue en vano.

Dahyun estaba decepcionada.

Por otra parte, Chaeyoung se sentía orgullosa de sí misma. Pensó que fue divertido.

"¿Así que la princesa no necesita a un príncipe? Qué triste..." Y, incluso si la más pequeña no quería admitirlo, la otra sabía cómo hacerla sentir mal e impresionada por lo muy adorable y aún así engañoso que su mohín podía llegar a ser. ¿Cómo demonios podía alguien mayor que ella verse tan adorable? Chaeyoung no tenía ni la menor idea.

"Deja de hablar así... Me da escalofríos, en serio."

"Entonces dame un beso." Contestó de vuelta.

Su compañera de habitación suspiró, algo frustrada. "Mis labios no sabrán bien."

"No me importa."

Necesitaba mejores excusas. "También tengo que estudiar..."

"Es sólo un beso."

"Pero necesito-" Dahyun no era una chica paciente, además, no se sentía con ganas de perder su tiempo discutiendo algo que no les llevaría a ninguna parte. En vez de eso, se levantó de su regazo y dejó un suave beso en los carnosos labios de su dongsaeng, incluso si no le hubiera dado permiso para hacerlo. Porque no era la primera vez que se besaban, pero siempre se sentía como si lo fuera.

A Chaeyoung le gustaba hacerse la difícil, cuando era ella la que bien sabía que le pertenecía a Dahyun.

No importaba cuantas veces tratara de ocultarlo, que la contraria también lo sabía.

Dahyun sabía que Chaeyoung no podría dejar de besarla una vez empezaran.

A Million In One ✿ Twice Drabble SeriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora